JUEVES 26 DE ABRIL DEL 2012.
Dejamos algunas críticas de los estrenos de cine de este día. Además de las películas comentadas, está previsto el estreno de Los vengadores y El último Elvis.
SHAME
deSteve McQueen. Con Michael Fassbender y Carey Mulligan. Música de Harry Escott. Duración: 101 minutos.,
BUENA. LOS BAJOS INSTINTOS COMO DESORDEN SOCIAL
Steve Mc Queen que lleva el apócope del nombre Steven y el honorable apellido del gran actor Steve McQueen fallecido en 1980 a los 50 años, es un realizador inglés que viene asombrando en festivales desde 2008. Esta nueva película aborda la adicción sexual, con sus complementos de drogas y orgías.
Para algunos es un film pornográfico. Pensamos que McQueen bordea ese peligroso límite pero no cae en él por el intenso drama que nos muestra a través del personaje de Brandon, encarnado por un ex porno Michael Fassbender, a quien hemos visto en Un método peligroso como Carl Jung nada menos.
En todo caso, la adicción al sexo de Brandon está perfilada en una primera parte de la narración donde McQueen pasea por oscuras calles de New York llevado de la mano del protagonista y sus profundas necesidades que tendrían (aunque no está explicitado) un vínculo “non sancto” con su hermana, Sissy, a cargo de la notable actriz inglesa Carey Mulligan .
Mulligan nos sorprendió con su papel de ingenua en An Education y aquí nos vuelve a sorprender por todo lo contrario, una mujer de fuertes instintos que, presumiblemente, ha hecho algún abuso de Brandon en la adolescencia y, en la adultez, lejos de ayudarlo, conmueve su aparente calma con sus propios instintos hacia terceros. A medida que transcurre la narración, el film se va apoyando en la perturbación íntima de Brandon, ya es un displacer la masturbación en todo momento, ya es una tortura buscar mujeres u hombres para satisfacerse, siente que no puede más con su propio cuerpo y sus exigencias desmedidas.
Es donde debemos detener este somero análisis para preguntarnos por otros temas que surgen de la trama: ¿acaso son plenas las vidas que encuentran distracción en los “afterhours”? Es decir, del trabajo a casa y de casa al trabajo y solo como generador de mejorías espirituales los “afterhours”, lo ocasional, la adicción al alcohol y las drogas como evasión de la rutina, ¿es una propuesta válida para vivir?
Parece mucho pero no lo es. Brandon se lo plantea en el horror que le causa el intento de suicidio de su hermana, en la secuencia donde la zamarrea fuertemente sin importarle estar desnudo, y se replantea, sobre el final, sin palabras pero con notable expresión actoral de Fassbender si no es hora de reprimir el instinto y buscar otros caminos. No está dicho, apenas esbozado en la notable actuación de Fassbender, y es importante destacarlo.
Hay secuencias fuertes como el sexo explícito sobre un ventanal que da a la calle, las masturbaciones de Brandon, el intento de suicidio de Sissy realizado por McQueen como cine mudo apoyándose en la banda sonora de Harry Escott, hay una secuencia de intenso erotismo cuando Sissy canta - para su hermano y el jefe de éste New york New York - en un bar “after hour”, y una secuencia de orgía que puede molestar (porque no hemos elegido una sala de cine condicionado sino una comercial) aunque está muy bien filmada por McQueen, y hay otra secuencia en un prostíbulo donde hombres y mujeres comparten sus necesidades y allí todo vale incluso para Brandon.
El final es abierto porque no se trata de una película con manual de autoayuda incluído. Analiza la profunda perturbación de un hombre cuyo instinto sexual lo supera, que esconde un pasado con su hermana o con su familia que no encuentra cauce en su espíritu. Y que debe replantearse la vida misma. Muy interesante aunque muy fuerte también.
Elsa Bragato
PIÉ DE PÁGINA (FOOTNOTE)
De Joseph Cedar, con Shlomo Bar Aba, Lios Ashkenazi, Alisa Rose, Alma Zak, entre otros. Música de Amit Poznansky.
MUY BUENA. COMEDIA PUNZANTE SOBRE LA RIVALIDAD ENTRE PADRE E HIJO EN UN UNIVERSO INTELECTUAL PLENO DE ORGULLOS HERIDOS
Joseph Cedar es un cineasta americano-israelí muy reconocido. Por el film Footnote, o Pie de página tuvo una nominación a los Oscars en el rubro Mejor Película en Idioma Extranjero, luego de pasar con mucha gloria por diferentes festivales del mundo.
En esta película trata un tema muy específico para la comunidad judía: el centro de interpretación del Talmud de la Universidad de Israel y un padre y un hijo abocados a tamañas y cotidianas investigaciones que les demandan la vida entera. Es un centro caracterizado por la ortodoxia. Aún así se convive con el orgullo y la necesidad de ser reconocidos por tamaña tarea intelectual. “Eliezer Shkolnik”, encarnado por un estupendo Shlomo Bar Abar, se ha pasado la vida estudiando el Talmud y consiguió un “pie de página” en una traducción que le valió reconocimientos. Su hijo, Uriel (encarnado por el actor Lior Ashkenazi) sigue sus pasos pero su carrera intelectual ha tenido un giro importante y, de alguna manera, goza del glamour de cierta fama en áulicos grupos de colegas.
Entre padre e hijo se establece una competencia que llega a quebrar la armonía familiar. La madre está presente, no tiene injerencia visible, pero parece manejar sutilmente esa unión que está amenazada.
El acierto de Joseph Cedar es que logra una comedia simpática, empática, le quita dramatismo a situaciones complejas y, si bien no resuelve totalmente el conflicto ante los espectadores, deja una luz de esperanza sobre las relaciones familiares y la necesidad del amor en todas sus expresiones como salvación de cualquier error.
En los hechos Cedar realizó una narración muy sólida. En el comienzo, emplea el montaje convencional y de alguna manera poco atractivo para cualquier relato audiovisual: una cámara quieta en medio plano sobre padre e hijo en una convención. Es una secuencia muy extensa que resulta, en principio, poco cinematográfica. Sin embargo, esta primera impresión se diluye con el tratamiento posterior narrativo: Cedar apela a las novedades tecnológicas, incluye montaje propio de las ediciones por computación que se realizan en documentales, ágil, agradable visualmente, y cambia, por completo, el “timing” del film. Estamos ya en la comedia, si se quiere un poco amarga, pero que nos saca una sonrisa.
Ciertamente, no es una película para todo tipo de público. Es también diferente la idea argumental: la vida de los intelectuales más ortodoxos del mundo, pero, al quitarle solemnidad, Cedar transforma su guión en un agradable planteo sobre el amor, la familia y la cultura de cada pueblo.
Elsa Bragato
LA FUENTE DE LAS MUJERES
De Radu Mihaileanu. Con Leila Bakhti, Hafsia Herzi, Biyouna, entre otros. Duración: 133 minutos.
BUENA. MUJERES EN GUARDIA ANTE EL MACHISMO ORIENTAL
Radu Mihaileanu es el mismo director de El Concierto, un film sobre usos y costumbres de una orquesta rusa que vuelve a tocar pero en Francia. En este caso, aborda el caso del machismo oriental, haciendo hincapié en un pueblo del norte de Africa de religión musulmana. El pintoresquismo de su fotografía, plena, colorida, muestra el mundo femenino en una comunidad islámica. Las mujeres deben acarrear los baldes de agua como si fuesen bueyes así como fardos de paja, diariamente, e ir a lavar la ropa en los arroyos refregándolas en las piedras. Se cansan, hay una líder, y enfrentan a padres, hermanos y maridos con la petición de tener agua en sus hogares.
La rebelión femenina en tierras musulmanas no es bien vista, como se sabe. En este caso toman el mismo argumento de Lisístrata, de Aristófanes: nada de sexo si ellos, sus hombres, no consiguen surgentes de agua para el vecindario.
Yendo más allá de la puntillosa narración de Mihaileanu, hay una búsqueda de soluciones al mostrarnos cómo se vive hoy en día en poblados alejados de las grandes ciudades. Y, en especial, en lugares donde imperan leyes rígidas, milenarias, donde el hombre descansa viendo cómo sus mujeres los atienden, los sirven en todos los sentidos. La lectura del Corán frente a los mayores descubre, en la película, que los hombres algo no han hecho bien y que, por ser más papistas que el papa, se han encargado de interpretar las leyes divinas como mejor les convenía. Allí y acá.
La película está destinada, en nuestro país, a las mujeres. De hecho, comienza con un parto y presenta situaciones muy femeninas que perduran en los 133 minutos de duración. El machismo, concebido por todas las religiones, está en desuso. Cada religión tiene su libro sagrado que ha sido interpretado por los varones. Y es hora de rever algunas cosas. Es la propuesta de Mihaileanu, a la que adherimos, colorida y de impecable narración que incluye todos los sentimientos así como algunas secuencias un tanto extensas con cantos y danzas orientales que pudieron acortarse para aligerar el film. Para una tarde con amigas.
Elsa Bragato