JUEVES 24 DE MARZO DEL 2011.
Hay seis estrenos en fílmico si bien uno de ellos será exhibido en DVD.
EL MUNDO ES GRANDE Y LA SALVACIÓN ESTÁ
Y LA SALVACIÓN ESTÁ A LA VUELTA DE LA ESQUINA
De Stephan Komandarev. Con Miki Manojlovic, Carlos Ljubek, entre otros. Música de Stefan Valdobrev. Duración: 90 minutos.
MUY BUENA. UN HÁLITO DE VIDA EN BUSCA DE LA MEMORIA
Precedida por más de media docena de premios y distinciones, este film búlgaro de extenso título es del artista Stephan Komandarev, quien plantea y expone con vigoroso optimismo la búsqueda de la memoria perdida y de la identidad también. Además de agregar el azar y la habilidad en los acertijos de la vida a través del juego backgammon.
Es la historia de un joven que sufrió un accidente automovilístico en Alemania, donde sus padres estaban exiliados del comunismo instaurado en Bulgaria. Un brutal choque mató a los padres y el joven sobrevivió, perdiendo la memoria.
Es, entonces, su abuelo quien lo busca y, en un viaje en tándem y backgammon, lo lleva desde Alemania a Bulgaria, pasando por diferentes países de Europa. El realizador Komandarev nos presenta dos tiempos diferentes: Bulgaria, bajo el régimen comunista de hace 30 años, y el presente del joven amnésico. Es un viaje desbordante de enseñanza de la vida gracias a un abuelo que no se deja vencer.
El serbio Miki Manojlovic realizada una actuación soberbia aportando su talento actoral para componer a este abuelo que apuesta a la vida. Recordemos que Manojlovic lleva realizadas más de 20 películas entre las que recordamos Underground, Gato Negro-Gato Blanco, y La otra América.
La narración nos plantea una travesía por Europa como el medio idóneo para la recuperación del joven: la singularidad de este viaje es que los parlamentos están dichos en los idiomas de los cuatro países productores, además de italiano e inglés.
El aporte de la fotografía es notable porque se ven paisajes estupendos y amalgama las almas de los dos protagonistas en secuencias muy emotivas. Es un film para no perder porque nos da un impulso de vida al corazón, a las ganas de ser, seguir siendo y de recuperarnos de la cotidianeidad. Venimos heridos en los corazones por tantas ficciones violentas que una historia de este tenor es un hálito de esperanza en la cartelera.
Carlos Pierre
EL ABISMO… TODAVÍA ESTAMOS
De Pablo Yotich. Con Juan Palomino, Raúl Rizzo, Dalma Maradona, entre otros. Música de Víctor Heredia. Duración: 95 minutos.
BUENA. EL NUNCA MÁS PRESENTE EN UN BUEN RELATO
Estreno oportuno es esta ópera prima de Pablo Yotich en el Día Nacional de la Memoria y Justicia. Es un film que no defrauda y augura un buen camino a su realizador por el sólido guión donde muestra los duros años de la dictadura y el presente de los que fueron sustraídos a sus familias y entregados a otras. Ahora pueden recuperar su identidad verdadera.
La historia hace hincapié en una familia donde convivían militares, sacerdotes y militantes contrarios a la dictadura impuesta por el proceso.
El disparador de la narración está en el militar que recibe la orden de detener a su hermano y a su novia embarazada bajo la mirada del sacerdote, tío de los infortunados jóvenes.
El guión alterna aquellos años del ’78 y el presente, donde el sacerdote se relaciona con su sobrina quien busca la verdadera familia.
Pablo Yotich ha sabido convocar a un elenco donde confluyen Juan Palomino, Raúl Rizzo, Alejandro Fiore, Humberto Serrano, hombres de primerísimo nivel actoral y compromiso social, junto a la juventud de Agustina Posse y de Dalma Maradona.
El plus del film está en la música de Víctor Heredia, también comprometido con la justicia social. Entre tantas películas sobre la dictadura del proceso militar y los desaparecidos, ésta está a la altura del tema, tan doloroso y todavía con muchas aristas por resolver. Las “costuras” de una ópera prima están, pero se superan por la intensidad del guión y las actuaciones.
Carlos Pierre
AMOR SIN LÍMITES (ONDINE)
De Neil Jordan. Con Colin Farrell y Alicja Bachleda, y la pequeña Alison Barry. Música de Kjartan Sveinsson. Duración: 104 minutos.
BUENA. UN CUENTO DE HADAS Y UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD
Neil Jordan es el mismo realizador de El Juego de las Lágrimas que aquí nos presenta una fábula que no será tal pero que, en el mientras tanto, nos permite soñar. La realidad se impondrá pero hay un largo trecho entre las redes del pescador Syracuse que encuentra a una “mujer pez” y la resolución.
La mujer pez se hace llamar Ondine y esconde un pasado fuerte que oculta. Hay una estrecha relación intuitiva entre la hija de Syracuse, encarnado por un muy creíble Colin Farrell y su hija en la ficción, una adorable Alice Barry.
La ex exposa de Syracuse, el alcoholismo que acecha a Syracuse, y la insuficiencia renal de la pequeña hija de los protagonistas, son ingredientes que muestran atisbos de realidad en medio de un paisaje marino por momentos idílicos. La intervención de Stephen Rea como sacerdote, gran actor inglés, pone la cuota de humor y de simpatía que la narración requiere, humor inglés, el que arranca sonrisas. Es excelente y oportuna esta participación.
No entendemos el título que se impuso a este film en castellano. Ondine es el nombre de la protagonista y no estaba mal. De todas maneras, estamos frente a una fábula que demuestra que las segundas oportunidades en la vida siempre están. Solo hay que saber verlas.
La narración tiene una insólita vuelta de tuerca que nos pone de golpe en situaciones que no tienen nada que ver con el idilio naciente entre la mujer-pez (no es sirena) y el pescador. Y quiebra un cuento de hadas que venía bien. A lo mejor, los tiempos actuales no permiten que ocurran hechos insólitos y entonces es mejor cortarlos de raíz. No estamos de acuerdo. Igual, el film nos atrapó de principio a fin y nos parece una propuesta diferente. Si no le damos el “Muy bien” es justamente por este quiebre en el guión.
Elsa Bragato
UN CUENTO CHINO
De Sebastián Boresztein. Con Ricardo Darín, Muriel Santa Ana, Ignacio Huang, entre otros. Música de Lucio Godoy. Duración: 93 minutos.
BUENA. DARÍN COMO SOPORTE DE UNA BUENA COMEDIA
Ricardo Darín es, sin caer en exageración, un Marcello Mastroianni a la criolla. Es capaz de encarnar todo tipo de roles siendo diferente en cada uno y sin perder su esencia. Es él pero es el personaje elegido. En este caso es Roberto, un tipo malhumorado, gruñón, que tiene memoria sobre un hecho histórico que le duele y manías como juntar recortes de noticias. La aparición de un chino caído como del cielo (tiene que ver con la historia que motivó el relato de Boresztein, el de la vaca que cayó del cielo, 2007), que no habla castellano y sí mandarín, y su solidaridad, aún a regañadientes, lo llevan a tener una convivencia insólita, inesperada, que es donde más gana el film y donde más disfrutamos a este Darín y a este chino auténtico, que no necesita de subtítulos para hacerse comprender. Ambos personajes, además de otros como el de Muriel Santa Ana, siempre creíble, ajustada, simpática, conforman un dúo-trío que no podrán disolver así porque sí.
Dónde pierde el film? En la previsiblidad. Todos entendemos por dónde va cada uno, qué es lo que va pasar, y en qué va a terminar. No obstante, la solvencia de Darín soluciona todo y uno queda atrapado por su “Roberto” de principio a fin. Es una buena comedia, con gags y algunos efectos que, si no nos conformaron del todo, lo dejamos pasar porque fue un momento de disfrute de un gran actor. Y la sorpresa de un chino como Huang que ya hemos adoptado.
Elsa Bragato
MARTE NECESITA MAMÁS
(animación por captura de movimiento)
De Simon Wells y Wendy Wells. Música de John Powell. Duración: 88 minutos.
MALA. ANIMACIÓN QUE ASUSTA Y GENERA CULPA EN LOS CHICOS
Ir al cine con los chicos para sufrir es realmente ilógico. Sobre todo cuando las narraciones se pueden plantear desde otro lado menos cruento como aquí y hasta como en la mismísima y consagrada Nemo. Algo sucede en las productoras de animación con las madres: nos hacen desaparecer de golpe o bien por un mordisco de un tiburón o bien por un plato volador. Éste último es el caso de Marte necesita….
Se emplea la técnica de “captura de movimiento” o sea los actores trabajan en sets sin escenografías y sus movimientos son capturados por computación. Luego se rellenan “esos puntitos” con figuras animadas. En este caso, y desde el punto de vista estético, los personajes no producen empatía con el espectador. El niño tiene fea expresión, la mamá en cuestión es insípida en sus rasgos.
Milo y su mamá tienen las peleas lógicas entre madre e hijo. Los marcianos, muy feos algunos, observan todo y deciden “abducir” a la mamá, ya que a Milo no parece importarle su presencia porque le exige orden y limpieza y está harto de sus retos. He aquí el meollo de la cuestión.
En Marte hay un sinnúmero de bebés que esperan mamás, no se explica muy bien por qué nacen tantos chiquitos de la tierra supuestamente marciana.
A partir de la abducción de la madre comienza un film rayano en lo trágico por la desesperación de Milo y patético al mismo tiempo porque no se logra transmitir emoción sino susto. Uno imagina a un chiquito de 7 años viendo el film y el sufrimiento que debe sentir o la culpa si alguna vez no ha estado de acuerdo con su mamá o se enojó con ella porque le pidió que levantara su ropa del suelo. Es decir, toda la narración del film es un largo sufrimiento y genera culpa.
No nos atrajo la estética del film, no nos gusta para nada este tipo de planteos sobre las madres, no nos gusta que nuestros hijos sufran hasta el paroxismo para no sentir culpas que, después de todo, son humanas. A las mamás se nos puede poner en papeles y situaciones menos traumáticas para nuestros hijos. Un film malo por donde se lo mire porque los chicos van a sufrir y sentir culpas.
Elsa Bragato
SUCkER PUNCH
De Zack Snyder. Con Emily Browning, Jena Malone, entre otros. Música de Tyler Bates y Marius de Vries. Duración: 109 minutos.
MALA. MÁS ARTIFICIO QUE NARRACIÓN EN UN FILM PLAGADO DE CLISHÉS PREPRODUCIDOS
Zack Snyder es el realizador de “300” y de “Ga’Hoole” donde no pudo superar su adicción al tremendismo y ubicó a las pobres lechuzas en un campo de concentración. Es decir, siempre anda a caballo entre la realidad actual y la realidad de su fantasía, que es mucha, poderosa y le juega malas pasadas como en este caso. Aquí la joven protagonista es llevada a un neuropsiquiatra por su padrastro donde le harán una lobotomía. La historia está ubicada en los 50: un poco de nervios y chau, al neuropsiquiátrico.
Allí se ve junto a otras jóvenes que sufrirán tanto como ella en espera de esa intervención, vejaciones y una seguidilla de malos tratos que no producen ni horror ni nada, solo hastío en el espectador. No hay “punch”, llegada. O mejor aún, le falta “pathos”.
En los sueños, la joven que interpreta Emily Browning, ingresa a un mundo donde hay desde robots hasta dragones, desde caballeros hasta Orcos, que ya vimos en El Señor de los Anillos. Todo es poco para Snyder: hizo un trabajo de preproducción importante que terminó por desvanecer su propia idea argumental.
Hay padecimientos de todo tipo, artificios que no cuajan con la realidad del personaje principal, insólitas luchas cuando hay un neuropsiquiátrico esperando, e idas y vueltas hacia el pasado y la realidad virtual que conforman un rejunte para nada convincente.
No nos gustó, ni siquiera por las luchas rallentadas de las que Snyder es un maestro, ni la estética del cómic que tan bien resultó en “300” ni la idea argumental ni su desarrollo.
Elsa Bragato