JUEVES 31 DE MARZO DEL 2011.
Hay 5 estrenos, uno en DVD, Divorcio a la Finlandesa, que no comentaremos.
EL MAL AJENO
De Oskar Santos. Con Belén Rueda, Eduardo Noriega, Angie Cepeda, entre otros. Música de Fernando Velázquez. Duración: 107 minutos.
BUENA. DRAMA COMPLEJO ENTRE LO SOBRENATURAL Y LA REALIDAD
La recomendación que el protagonista (un médico frío y distante) le hace a un pasante, “No mires, haz tu trabajo, pero no mires”, dentro de un hospital abarrotado de pacientes de primeros auxilios y enfermos terminales nos pinta el ambiente donde transcurre gran parte del film, producido por Alejandro Amenábar (Ágora).
El protagonista es un médico acostumbrado a manejar situaciones límites, está inmunizado ante el dolor de los demás pero también en su relación con su esposa y su hija. Dos hechos cambian su actitud: un desconocido que lo amenaza con un revólver, sin entrar en detalles argumentales, y una joven embarazada en estado de coma, que encarna la colombiana Angie Cepeda (de recordada actuación en la telenovela Las Juanas).
A partir de estos dos nudos narrativos, dentro de un guión un tanto desparejo y confuso, se mezclan los vectores argumentales: se cruzan, entonces, el melodrama con el suspenso y los elementos sobrenaturales con un “don” que esgrime la joven embarazada. En definitiva, este don no se comprende del todo.
El clima casi opresivo que se plantea agrega elementos en la vida del protagonista que sacudirán su insensibilidad con situaciones familiares casi límites. La hija padece una peligrosa infección a raíz de un piercing, y está la conciencia del protagonista a partir de un disparo y una relación con la esposa de quien intentó matarlo. Hasta aquí vemos un mix complejo.
Cuando el film transita el género del suspenso sobrenatural (impronta de Alejandro Amenábar), el interés crece superlativamente en detrimento de las relaciones amorosas del médico, que es un personaje contenido e impasible, muy bien elaborado por Eduardo Noriega (conocido en Argentina incluso por sus participaciones en el cine nacional), acompañado por la convincente Belén Rueda, Angie Cepeda y Clara Lago.
En síntesis, el film se mueve en dos andariveles, la más absoluta realidad y un deslucido atisbo de lo sobrenatural, y en definitiva se afecta la comprensión final de un producto logrado, a pesar de lo apuntado.
Carlos Pierre
NUNCA ME ABANDONES
De Mark Romanek. Con Keira Knightley, Carey Mulligan, Charlotte Rampling, Sally Hawkins, Andrew Garfield, entre otros. Música de Rachel Portman. Duración: 104 minutos.
REGULAR. RELATO LÁNGUIDO Y OPRESIVO SOBRE LOS DONANTES DE ÓRGANOS
Aunque el guión haya tenido la mano del escritor japonés Kazuo Ishiguro, autor de la novela Never Let Me Go que da origen al film, estamos frente a un producto lánguido, por momentos con belleza visual, y con un planteo moral sobre la medicina que aterra.
En principio, se nos ocurrió la idea de “monstruoso” para calificar a este film que parte del supuesto de clones humanos como donantes de órganos localizados en Hailsham, una escuela inglesa que existe y desconocemos si dio o no su permiso para ser mencionada (los edificios no coinciden según lo que se ve por internet). Aquí son internados, niñas y niños que desconocen que no tendrán la vida de cualquier ser humano sino que serán donantes que, en la tercera intervención, morirán. Solo tienen una posibilidad de semisalvación y es pedir un “aplazamiento” si se enamoran.
Es realmente un planteo ético sobre la medicina que aterra, especialmente cuando se ve a los ya adolescentes (ya tienen los órganos desarrollados para su extracción) con muletas, con cicatrices, con parches en los ojos que han donado, y resulta agobiante para el espectador comprobar la frialdad de los médicos cuando extraen los órganos y, si el paciente se muere, lo dejan abandonado en el quirófano tal como está: un pedazo de carne más. Una escena que hay que remarcar para la gente sensible.
La narración que plantea Mark Romanek es lánguida, sin “pathos”, con una relatora en off que es la estupenda actriz Carey Mulligan, ganadora de varios premios el anteaño, y que encarna a una “curadora” de pacientes hasta tanto se le indique la fecha de empezar a donar.
La pérdida de los compañeros de escuela por las extracciones de órganos, la frialdad de una medicina que debe preocuparnos, la asociación ineludible con los experimentos nazis en mujeres y niños en la Segunda Guerra Mundial (no está en el film pero se nos ocurre un desprendimiento de aquellos actos monstruosos), son pensamientos ineludibles en el espectador sensible. ¿Es ésta la medicina que queremos? Algunos entendidos indican que Ishiguro plantea dónde está el alma del ser humano. Nosotros creemos, muy humildemente, que esta película excede ese planteo y nos muestra la carencia de ética de los experimentos médicos, sin olvidarnos de los experimentos con medicamentos que todavía realiza el Primer Mundo en los países africanos de raza negra.
Languidez, horror, frialdad, crueldad con buenas actuaciones. Decididamente, pasamos un mal momento y no sacamos nada bueno de este film. Tan solo un alerta rojo que intuimos desde siempre. ¿Es ésta la medicina que nos espera? ¿Necesitamos torturar para vivir? En fin…
Elsa Bragato
EL MECÁNICO
De Simon West. Con Jason Statham, Ben Foster, Donald Sutherland, entre otros. Música de Mark Isham. Duración: 93 minutos.
MUY BUENA. POLICIAL INTENSO, SANGRIENTO DE CABO A RABO
Esta remake de “Fríamente, sin motivos personales”, film antológico encarnado por Charles Bronson es superior a la original por el ritmo frenético y la andanada de efectos especiales con los que hoy se cuenta. Y si bien es una “remake”, Jason Statham impone su impronta a un protagónico que bien pudo quedar a la sombra del recordado Charles Bronson, quien nos estremecía son sus policiales en los 70.
La presencia de Donald Sutherland, en un papel breve pero fundamental para la trama propuesta, es también un claro indicio de que aquí West fue por todo y no simplemente por una segunda vuelta. Los breves diálogos entre Statham y Sutherland le confieren a este tremendo policial esa cuota de actuación que no suele ser frecuente en el género.
El asesino a sueldo de Statham tiene la estatura que este actor le da a sus personajes, pocos decires, una acción brutal, sin medias tintas. La aparición del hijo de Sutherland, un descarriado que asume a Statham como su mentor y maestro en el crimen, agrega la cuota de suspenso. Quién mata a quién?
Va a saltar de la butaca, y, si bien hay secuencias de diálogos y de cierta calma, solo es para conferirles ese ratito de actuación que mencionábamos, de lucimiento actoral de los protagonistas, para luego pasar a secuencias donde no queda ni un dedo sano. Nos atrapó.
Elsa Bragato
CACERÍA DE BRUJAS
De Dominic Sena. Con Nicolás Cage, Ron Perlman, Claire Foy, entre otros.
REGULAR. CAGE NO LE HACE ASCO A NADA
Nicolás Cage reaparece en la pantalla y no con su mejor actuación. Al parecer, Cage, multimillonario, no le hace asco a nada. Aquí encarna a un cruzado del 1300 que, junto a su amigo (a cargo del notable Ron Perlman), regresa a Francia y comprueba que la peste ha diezmado a gran parte de la población. Los ancianos de la iglesia creen que el “mal” está en una niña-bruja y deciden llevarla a un remoto monasterio.
Es fácil percibir que el guión es el “rejunte” de temas que ya conocemos hasta el hartazgo: las cruzadas, las brujas, la peste medieval y el demonio (aquí más parecido a un Alien que a un ser ultratumba).
El director Dominic Sena (60 segundos, Swordfish, dos buenos policiales) aporta su estilo visualmente atrevido en un intento heroico de salvar al film del naufragio por un pésimo guión. La fotografía es oscura y aterradora por momentos, y es justo decir que se trata de una ambientación lograda para la Europa del siglo XIV. Y, por supuesto, Sena se vale de su vasta experiencia como destacado camarógrafo y realizador de galardonados videos. Esta experiencia ahora la pone al servicio de un mundo devastado por guerras y enfermedades, con paisajes nevados y sombríos y demonios que andan a sus anchas.
La niña bruja, protagonizada por Claire Foy, tiene un destino cruel y no hay que presumir de mucha intuición para saber hacia dónde nos conducirá esta travesía por escarpadas montañas y puentes endebles.
Guión previsible, gastado, otra actuación más de Cage que suma así buenos cachets, y una osada dirección de Sena, dan como resultado un film de aventuras con tintes sobrenaturales. No dudamos de que este género tiene su público. Como realización cinematográfica, adolece de casi todas las bondades del buen cine.
Carlos Pierre