JUEVES 1RO DE ENERO DEL
2015.-
OUIJA
De Stiles White. Con
Shelley Henning, Olivia Cooke, Vivis Colombetti, Sierra Henermann, Daren
Kagasoff, Ana Coto, Bianca Santos, Douglas Smith, entre otros. Música de Anton
Sanko Duración: 89 minutos.
BUENA. SUSTOS EN CADENA
PARA LOS MÁS JÓVENES
La Ouija es un viejo
juego: una tabla, varios interesados en los espíritus y una pequeña madera que
les irá armando un mensaje sobre un abecedario si el espíritu aparece. El
consejo más sano es no meterse con la Ouija, no jugarlo porque, en verdad, no
es un juego y se atraen espíritus malignos que no han podido subir y merodean
nuestras viviendas tratando de cobrarse alguna venganza o sea matando al que se
meta con ellos. A partir de esta premisa común, Stiles White armó un buen producto
con jóvenes actores. Los adolescentes, especialmente en los últimos años de la
escuela secundaria, son los preferidos para este tipo de género.
Una jovencita, que
quedó sola en la casa, juega con una Ouija que encontró en el desván. Y termina
ahorcándose. Sus amigas (una mesera y dos hermanas huérfanas de madre con el
papá que ha viajado), su novio y el de la fallecida no superan la ausencia e
intentan traerla a la tierra mediante el viejo juego. Su mejor amiga lo había
practicado. La frase “Hola amigos” (en inglés) le aparece a todos y esto indica
que nadie se salvará, salvo algún artilugio de último momento. Un fantasma está
haciendo de las suyas y vaya cómo. Le cosieron los labios y solo espera que
alguien corte esos malditos hilos y pueda lanzar su tenebroso grito de terror.
Pero no se queda solo con este pedido. El alma en pena es bastante “malita” y
se las trae.
No es una novedad. Ni
el tema ni la presencia de adolescentes en el elenco. Pero Stiles White supo
conseguir atmósferas opresivas, sustos que aumentan el terror y mantienen en
vilo al espectador más avezado. Y la película, que no nos ofrece ninguna
novedad, cumple con su objetivo, destinado especialmente a los más jóvenes.
El trabajo en el sonido
es muy bueno y la banda sonora aparece en el momento justo acentuando el
terror. Hay una excelente toma secuencia en los primeros minutos, y mucho
silencio que funciona muy bien para meternos el miedo en el alma. Al menos, la narración es muy atractiva desde
el punto de vista fotográfico y por los efectos conseguidos, si bien el film
tuvo un presupuesto modesto. Por lo visto, muy bien empleado.
Elsa Bragato
EL HOBBIT: LA BATALLA
DE LOS CINCO EJÉRCITOS
De Peter Jackson.
Basada en El Hobbit de J.R.R.Tolkien. Tercera y última parte. Con Martin Freeman,
Ian Holm, Christopher Lee, Benedict Cumberbatch, Cate Blanchett, Orlando Bloom,
entre otros. Música de Howard Shore. Duración: 144 minutos.
BUENA. DESANGELADA
SUCESIÓN DE BATALLAS
Esta tercera y última
parte de El Hobbit : la batalla de los cinco ejércitos (las anteriores fueron
El Hobbit: un viaje inesperado y El hobbit: la desolación de Smaug) encuentra a
Bilbo Bolsón, tío de Frodo (el personaje que nos guía durante las tres
películas de El señor de los Anillos en una sucesión de luchas y caminos mágicos)
termina sus recuerdos sobre por qué tiene el llamado Anillo Unico, que dejará a
su sobrino. La visita del Mago Gandalf en las anteriores dos películas lo lleva
a una serie de luchas impensadas. En este caso, está en la Ciudad de los Lagos,
una reminiscencia muy bella de Venecia, donde se acerca un gran peligro, tal
como terminó el segundo film: se ha despertado una fuerza maligna, la del
estupendo dragón Smaug que le ha robado el tesoro a los enanos y los ha echado
de sus tierras. Bilbo no consigue que Thorin, enano poderoso, devuelva el
tesoro y provoca luchas impensadas con los Orcos y otros ejércitos. Y el
incendio de toda la Ciudad de los Lagos en secuencias de notable valor estético
y técnico.
El film se vuelve
alocado por las luchas cuerpo a cuerpo, muy bien coreografiadas, que se añaden
a las batallas, impulsadas por la tecnología que produce miles de soldados en
la pantalla. Tiene un punto de unión que salva de la incoherencia total al
guión y es Bilbo joven (Martin Freeman) y ya anciano, cuando ha comenzado a
recordar lo que estamos viendo, personaje que encarna el actor Ian Holm.
Mantener en alto la
franquicia ha provocado esta caída en tres films vistosos pero sin la pasión
que existió en la trilogía “El señor de los anillos”, única en su género
marcando un hito en la historia del cine. En los tres Hobbits, incluyendo esta
última parte que tiene puntos de enlace con “El señor…” (uno d e los guionistas
es nada menos que Guillermo del Toro, hombre de fantástica imaginación) se
sumaron otros escritos de Tolkien. Y hay luchas y hechos que no están en los
libros originales de Tolkien. Esto debe ser así siempre que se transporta un
texto literario al cine por obvias razones de narración audiovisual. Sin
embargo, en este caso hay muchos elementos que se agregan y no aportan nada.
Destacamos la secuencia
de la furia de Smaug sobre la Ciudad de los Lagos, la lucha cuerpo a cuerpo de
Thorin con el troll Azog sobre el hielo, cierto romanticismo sin gracia y frío
entre Tauriel y Kili, y las batallas que están realizadas a la perfección. En
medio de estas secuencias, solo se suman hechos que alargan el film sin gracia
alguna. Cate Blanchett está desconocida tanto física como actoralmente.
Es una película
atractiva visualmente, pero con baches argumentales que tal vez sean exceso de
personajes y de hechos. Distrae, establece la unión con la trilogía “El señor…”
pero sin esa pasión que sentimos a flor de piel en la primera trilogía
mencionada. Faltó ángel y sobró tecnicismo a favor de una franquicia que debe
ser taquillera sí o sí.
Elsa Bragato
LA FAMILIA BELIER
DE Eric Lartigau. Con
Karin Viard, Francois Damiens, Louane Emera, Roxane Duran, entre otros. Música
de Michel Sardou. Duración: 100 minutos.
BUENA. BOCANADA DE AIRE
FRESCO PARA EMPEZAR EL AÑO
“La familia Belier” es
aire puro, fresco, para comenzar un año con esperanzas, con ganas de que todo
es posible, aún en medio de las adversidades. Una sugerencia, más que moraleja,
que debió estrenarse en Navidad. Así las cosas, decimos que es una comedia bien
francesa, sobre una familia afincada en las afueras de la ciudad, dedicada a la
fabricación de queso a partir de sus propias vacas. El padre (Rodolphe Belier),
la madre (Gigi) y el hijo pequeño (Quentin) son sordomudos. Solo la mayor,
Paula (Louane Emera), de 16 años, no tiene discapacidad, y ayuda a sus seres
queridos a comunicarse con el medio que los rodea. Paula canta en el coro del
colegio y su voz llama la atención por lo que es llevada a un concurso de la
Radio France.
La vida rural francesa
es el entorno de este film e incluye el crecimiento de los hijos de la familia,
que robustece aún más la gran conexión entre todos. De alguna manera, y allá a
lo lejos, nos recuerda la excelente tira “Nano” de Canal 13 porque aquí Paula
se comunica con sus padres y hermano mediante el lenguaje de señas. Ni aún con
este detalle, el film pierde dinamismo. Todo es vertiginoso dentro de un clima
muy amable y cálido.
La emoción es
inevitable en varias secuencias y esto no significa que se caiga en el
melodrama. Son emociones genuinas ante una realidad que nos puede tocar de
cerca o no pero que está contada con buena entraña, en forma natural, con
diálogos y situaciones que conmueven. Linda de ver, nuestros corazones no salen
indemnes, salen emocionados y con una esperanzadora mirada sobre la vida. Pudo
caerse en los clishés, en un costumbrismo pesado, en un melodrama familiar,
pero no ocurre nada de eso. Una buena película para empezar el año sin efectos
especiales y limpiarnos un poco el alma de tanta balacera que puebla la
cartelera porteña.
Carlos Pierre