PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

AQUÍ ESTÁN NUESTRAS CRÍTICAS E INFORMACIÓN GENERAL SOBRE CINE

jueves, 29 de enero de 2015

"ST VINCENT", "INQUEBRANTABLE", "BUSQUEDA IMPLACABLE 3", ESTRENOS DEL JUEVES 29



JUEVES 29 DE ENERO DEL 2015.-
Hay cinco estrenos confirmados en las salas más importantes de esta ciudad de Buenos Aires. Entre ellos, la comedia francesa “Dios mío, ¿qué hemos hecho”, de Philippe de Chauveron, que viene con buenas críticas, y la nacional “El desafío”, de Juan Manuel Rampoli, con Nico Riera, Rocío Igarzábal, Gastón Soffritti, Diego Ramos, en los rubros protagónicos. Consignamos que Nico Riera y Rocío Igarzábal es una pareja surgida en la televisión y que hace un año que no están en la pantalla chica. El film está dirigido a la platea femenina adolescente. Se anuncia también el estreno del documental “El vals de los inútiles”, sin difusión para la mayoría de los críticos, del chileno Edison Cajas.
ST VINCENT
Guión y dirección de Theodore Melfi. Con Bill Murray, Jaeden Lieberther, Melissa McCarthy, Naomí Watts, entre otros. Música de Theodore Shapiro. Duración: 102 minutos.
MUY BUENA. MURRAY SE ADUEÑA DE LA PANTALLA
“St Vincent” nos muestra a Bill Murray en su mejor interpretación, a manera de unipersonal, en el cine. Dueño de un estilo mesurado, de una gestualidad muy particular, Murray se adueña de la pantalla en esta historia, una comedia dramática, cuyo nudo se centra en la relación de este hombre mayor y un niño, agredido en una escuela de un Brooklyn bello pero difícil y reo. Vincent es un veterano de Vietnam, malhumorado, atormentado, con muchos vicios que van desde el cigarrillo hasta el alcohol, pasando por las apuestas en carreras de caballos, sin un dólar a mano, con su mujer en un geriátrico y una amante rusa (la bella Naomí Watts) que está embarazada. Por esas cosas del destino, Vincent se ve involucrado con una nueva vecina (Melissa McCarthy) y su pequeño de 12 años (Jarden Lieberther).
Bill Murray sabe cómo adueñarse de su personaje y hacerlo vivir el entorno que le toca en suerte. Su rol es ir a buscar al niño a la salida del colegio religioso, transformándose en un singular “babysitter”, recibiendo un sueldo a cambio. Aquí se ve la mano de Theodore Melfi en el tratamiento del guión y la dirección actoral, dejando con sabiduría que Murray y el elenco se explayen en sus roles sin notar el invisible hilo que los sostiene.
El film tiene varios golpes bajos, hay un tosco sentimentalismo, y una serie de clishés y algunas sobreactuaciones de Bill Murray que, sin embargo, atrapan, no declinan el interés por este personaje, eje del film. Bill Murray se transforma no solo en el “babysitter” que la ficción le exige sino también en el sostén de un muy buen elenco. Y por esta actuación que es superlativa le damos un “muy bueno” al film, sin olvidarnos que, detrás de Bill Murray, hay títulos inolvidables como “Hechizo del tiempo”, “Perdidos en Tokio”, y los lejanos films de entretenimientos sobre los “cazadores de fantasmas”. Murray hace suyo el film y merece verse.
Carlos Pierre
BÚSQUEDA IMPLACABLE 3 (TAKEN 3)
De Olivier Megaton. Con Liam Neeson, Famke Jansson, Maggie Grace, Forest Whitaker. Musica de Nathaniel Méchaly. Duración: 109 minutos. Guión y producción de Luc Besson.
REGULAR. DESANGELADA BÚSQUEDA
Los policiales son atractivos, aún con sus menos… En este caso, esta tercera película final de la saga “Taken” (se inició en el 2008 y continuó con Taken 2 en el 2012), luce sin gracia, desangelada, atada a clishés de los que ha sabido crear Luc Besson y su mano está más que clara, con algunas escenas que nos recuerdan y mucho a “Lucy” (esos pasillos largos plagados de custodios muertos a tiros). Para Liam Nesson, uno de los grandes actores de Hollywood, la franquicia de Besson lo catapultó a la taquilla nuevamente (en su haber tiene la magnífica “La lista de Schindler” o “Kinsey”, entre tantos otros títulos), valiéndose del mismo director de “Taken 2”, Olivier Megaton, que pertenece a su estrecho círculo de colaboradores. Film francés con actores ingleses e irlandeses. Recordemos la otra franquicia de Besson, “El transportador”, que le dio fama mundial al excelente actor inglés Jason Statham, conocido en su país por su labor teatral. Es decir, Luc Besson le encontró la vuelta a su fábrica de sucesos de acción.
Hechas estas consideraciones, vamos al film en cuestión. Aquí el ex agente Bryan Mills se enfrenta al nuevo marido (¿acaso no había reiniciado su relación con Brian Mills en Taken 2?) de su ex esposa (una sensual Famke Janssen) y al asesinato de ésta, quedándole solo su hija (la bella Maggie Grace como “Kim Mills”) para defender. Tan previsible es la historia que ni habría valido la pena la película porque, de entrada, nos damos cuenta de quién es el asesino, a pesar de que Besson hizo giros en la trama para alentar el suspenso. Inútiles. Está “Franck Dotzler” (Forest Whitaker, de quien nunca olvidaremos su interpretación en “El último rey de Escocia” y la más reciente “El mayordomo”) como el inspector que sigue los pasos de “Mills” con escasa suerte. Un rol de taquito para Whitaker.
Entre los hechos que pueden desalentar al espectador es la no ubicación real del film, qué ciudad, dónde estamos. Todo indica que es Los Angeles donde efectivamente se filmó gran parte del film. Hay tomas interesantes aéreas y alguna secuencia lograda. En general, Liam Neeson luce agotado del personaje si bien, aún con dobles de riesgo, sale indemne de tanta acción. La cuestión pasa por su inexpresión, no nos transmite nada porque, evidentemente, Neeson ya está para otros personajes. Y Besson finiquitó su propia franquicia.
Elsa Bragato
INQUEBRANTABLE
De Angelina Jolie. Guión de los hermanos Cohen. Con Jack O’Connell, Miyavi, Garrett Hedlund, Jai Courtney, entre otros. Música de Alexandre Desplat. Duración: 134 minutos.
REGULAR. CÓMO QUEBRANTAR AL ESPECTADOR
El 26 de enero pasado Louis Zamperini habría cumplido 98 años, falleció el año pasado, luego de ser honrado por esta película, la segunda que filma Angelina Jolie (la anterior fue “En la tierra de sangre y miel”, una historia de amor en la Guerra de Bosnia, 2011). Pocos días después, se estrena el film basado en el libro de Laura Hillebrand sobre su vida. Los hermanos Cohen, creativos de alta alcurnia, y la misma Jolie se encargaron de este guión donde no se ahorró ningún sufrimiento para el espectador quien, en más de una oportunidad, se retorcerá en su butaca ante las escenas sin cortapisas que ve. El tema (honrando la vida de un atleta olímpico que soñó con participar en los juegos de Tokio, siendo enviado a la segunda guerra mundial desde 1941 a 1945) sobre la supervivencia en condiciones infrahumanas en las temibles barracas japonesas, castigos brutales, naufragio de 47 días en el Pacífico, ya lo hemos visto en “La vida de Pi”, “Kon-Tiki”, y “Un pasado imborrable” con Colin Firth y Nicole Kidman, donde se muestran las torturas japonesas, si bien las historias eran diferentes.
La actuación de Jack O’Connell es excelente y se nota el esfuerzo físico para el rol: de tener un peso normal a llegar a ser esquelético en los campos de concentración de Japón; el resto del elenco cumple con su tarea denotando profesionalismo y buena dirección de Angelina Jolie. La fotografía también es estupenda, especialmente en las secuencias iniciales donde se muestra la lucha aérea de los Aliados y los escasos recursos de este batallón. El naufragio es inmediato y los sobrevivientes, entre ellos Louis Zamperini, se aferran a botes salvavidas donde pasarán más de un mes. He aquí escenas que nos hacen saltar de la butaca como la caza y despanzurramiento de una gaviota, de un pez-pescado comido casi vivo a mordiscones desesperados y de un tiburón. Y luego la captura por los japoneses donde Zamperini es violentado por el jefe de las barracas, el temible Mutsuhiro Watanabe apodado “El pájaro“, quien estuvo 7 años escondido después de la guerray, aún siendo catalogado como un asesino, logró escapar del juicio por torturas, falleciendo en el 2003.
Las trompadas que recibe “Louis Zamperini” por orden de “El pájaro” de cada uno de los prisioneros de guerra, uno a uno, hasta quedar destruido, los latigazos en su rostro que le propina “El pájaro”, los bastonazos en su frágil cuerpo, son larguísimas secuencias que terminan por agotar al espectador ante tanto sufrimiento (sin dudas, real). Zamperini, en su propia vida (regresó con la llama olímpica a Tokio ya superando los 80 años), fue más fuerte espiritual y físicamente que cualquier espectador que debe tolerar la seguidilla de torturas bien completitas a las que fue sometido.
El film resulta una narración audiovisual de manual. A su favor está la biografía de Louis Zamperini por lo que el traslado al cine de la pieza literaria debió ser lo más fiel posible. En su contra, la realización es convencional como indicamos, aunque se destaca la actuación de Jack O’Connell. Poco convincente resulta el japonés “Miyavi”, reiterativo en sus expresiones y parlamentos. Innecesariamente extensa, añadimos que inquebrantable fue Zamperini. Quebrantable es la tolerancia del espectador.
Elsa Bragato




jueves, 22 de enero de 2015

"FRANCOTIRADOR", "WHIPLASH" Y "CON PECADO CONCEBIDOS", LO MEJOR DEL JUEVES 22



JUEVES 22 DE ENERO DEL 2015.-
Hay seis estrenos de cine. Además de los que comentamos, llegan a la pantalla “Mortdecai” con Johnny Depp, basada en una famosa trilogía literaria; para los chicos, “Los pingüinos de Madagascar”, surgidos de la estupenda “Madagascar”, y la nacional “Libre de sospecha”, policial de Emilio Blanco que protagoniza Miguel Habud.
LA DAMA DE NEGRO 2 (EL ÁNGEL DE LA MUERTE)
De Tom Harper. Con Phoebe Fox, Helen McCrory, Jeremy Irvine, Leilah de Meza, entre otros. Música de Marco Beltrami, Brandon Roberts y Marcus Tramp. Duración: 98 minutos.
REGULAR. MÁS QUE TERROR, RISAS…
No valió el salto del siglo XIX de “La dama de negro” a la Segunda Guerra Mundial del siglo XX para lograr un acendrado terror en esa forzada secuela. Encontramos la casa en ruinas, siempre cargada de una mala energía que no logra efectos salvo sustos por audios excesivos y clishés de lo que sería “un terror original”, y la locación es la isla separada de tierra firme por ondulantes marismas, terrenos bajos y pantanosos que se inundan por las aguas del mar.
Ocho niños son llevados a la casa para huir de los bombardeos nazis. Sus ocasionales tutores son una rígida directora de escuela (Helen McCrory), una joven maestro (Phoebe Fox) y un desplazado aviador de la RAF (Jeremy Irvine, que debutara en la fantástica “Caballo de guerra” de Steven Spielberg). Uno de los niños es huérfano y, como en la versión anterior, cae atrapado en las pantanosas marismas.
En realidad, es la película en sí la que está atrapada y empantanada, y el destino de los personajes no fluye, no hay evolución sino gags y “sustitos”. Se percibe claramente un clima forzado con situaciones imprevistas pero que, lejos de causar miedo, mueven a risa. Debiera ser una gran preocupación para los productores el haber lanzado este film como secuela de un éxito, una “dama de negro” devaluada, con actuaciones que no convencen, y con esfuerzos denonados por salvarla de las propias marismas. Olvidable.
Carlos Pierre
AMERICAN SNIPER – FRANCOTIRADOR
De Clnt Eastwood. Con Bradley Cooper, Sienna Miller, Luke Grimes, Kyle Gallner, entre otros. Duración: 132 minutos.
EXCELENTE. EASTWOOD A TODO NADA EN GRAN FILM BÉLICO
El cine bélico ha regresado en estos días con muy buenas producciones: la que comentaremos y el film protagonizado por Brad Pitt, “Corazones de hierro – Fury”. Esta última, más romántica aunque cruel, y la de Eastwood, una de esas narraciones del gran director que conmueven porque son mucho más que secuencias intensas en contenido y en imágenes.
Clint Eastwood tomó el libro de Chris Kyle, asesinado en el 2013 por un ex combatiente. En su corta vida, logró ser el francotirador que más bajas produjo en Irak, cargando sobre su alma la muerte de un niño que llevaba una granada para arrojarla a un batallón de marines. Eastwood repasa con habilidad de cámara y de criterio la vida personal de este “SEAL” (marine francotirador para tierra, aire y mar), su casamiento, el nacimiento de sus hijos, y su noble principio de combatir para salvar a su país del terrorismo. Y no nos ahorra tremendas escenas porque de eso se trata la guerra. Pero va más allá. En la brillante interpretación de Bradley Cooper (uno de los productores del film junto con Malpaso, la productora de C. Eastwood) se percibe, nos llega al corazón, la lucha interior de Chris entre matar para salvar a su gente y el sinsentido de la guerra que sobrevuela en cada tiro certero que da.
La figura del héroe entonces, y solo por la reflexión de Clint Eastwood, es puesta en tela de juicio: Chris Kyle logra renombre entre sus camaradas, mientras se enfrenta a situaciones complejas en su matrimonio. La tragedia no es solo la los iraquíes,
Chris Kyle debe matar al francotirador iraquí más famoso, tan popular como él. La notable tecnología militar estadounidense se pone en marcha: al mejor estilo “google”, se sobrevuela la zona con una espectacular toma-secuencia, hasta determinar el lugar del “asalto”. La pantalla se recorta y queda enmarcada en la pared de los mandamás del Pentágono. Desde allí, C.Kyle recibe las órdenes y se le indica por donde se acercan los enemigos. Es el comienzo de una de las secuencias más impresionantes vistas hasta ahora donde, en medio de un polvillo rojo intenso, se mueven como sombras los soldados, son heridos, otros son muertos, caen y manos salvadoras los rescatan. Increíble ejercicio de filmación, que incluye efectos especiales.
Resulta también innovador el trabajo del sonido en postproducción. A diferencia de otros filmes suyos, Clint Eastwood utiliza percusión para acentuar el drama o la tragedia que se avecinan. Y sobre el final, el angustiante “Toque de silencio” que se ejecuta con trompeta (surgió en 1862 durante la Guerra de Secesión de los Estados Unidos) se funde en una variación con pocos instrumentos. Tremendo cierre que nos deja un interrogante, como el solitario toque de queda, y variaciones que debieran tener respuestas: ¿de qué vale tanta perfección para matar? ¿De qué vale la crueldad del fundamentalismo de cualquier índole como la venganza en un niño al que se le perfora la cabeza? ¿No es hora de que todos digamos “basta” a este poderío insano de balas, metralletas, granadas, e inútil perfeccionismo para matar? Clint Eastwood, a los 84 años, nos deja un film memorable y un legado de reflexiones a su país y al mundo.
Elsa Bragato
WHIPLASH
De Damien Chazelle. Con J.K. Simmons, Miles Teller, Melissa Benoist, entre otros. Música de Justin Hurwitz. Duración: 106 minutos.
MUY BUENA. LA OTRA CARA DE LA MÚSICA
En principio, debemos decir que si a usted no le interesa la batería, la música en general y menos el jazz, no vea este film. Pero si a usted lo emociona el “detrás de escena”, la generación de un artista, sea cual fuere su especialidad, no deje de ver “Whiplash” que literalmente significa “latigazo”. Y es el que dan los bateristas cada vez que ponen sus palillos sobre los diferentes “drums” o elementos de la batería. Agregamos que el tema que da título al film pertenece a Hank Levy.
Poco se sabe sobre la formación de un músico. Y podría resultar exagerado el notable director de orquesta que encarna J.K. Simmons (posible ganador del Oscar al mejor actor de reparto) músico en su juventud. Sin embargo, esta película retrata, aún en la exageración que indicamos, la dura tarea de un músico profesional, el batallar horas con su instrumento y someterse a un régimen de perfeccionamiento cotidiano a solas y dentro de una orquesta o “banda”.
“Andrew Neyman”, a cargo del joven actor Miles Teller, quiere ser un gran baterista. Y se topa con un exigente director musical, el maestro Terence Fletchner. La ofensa, los golpes, la sangre en las manos y los dedos por tocar sin parar, no son imaginaciones del film sino la dura realidad de cualquier profesional de la música. La escuela europea “goza” de estas cualidades que incluyen hasta la frustración de alguien con la capacidad para ser músico. Es el pan cotidiano. Y en nuestro país hay renombrados casos de directores de orquesta que apelaron a la frustración, al golpe y al insulto para que sus cantantes y músicos fuesen los mejores aún a costa de problemas de salud.
 El realizador Damien Chazelle (se conoció solo un film anterior suyo en uno de los festivales de cine de Mar del Plata, un corto donde retrató su propia brutal experiencia como estudiante de música) ha recibido numerosos premios en el último Sundance Festival por este film así como está nominado a cinco premios Oscar 2015. Más que merecidos reconocimientos porque ha sabido captar el significado de ser músico profesional. El premio musical para el espectador son algunas canciones que la banda del film ejecuta como “Caravana” y la melodía que da título al film, “Whiplash”,con un exigente “latigazo” doble de la batería. Imperdible.
Elsa Bragato
CON PECADO CONCEBIDOS
De Vinko Bresan. Con Kesimir Mikic, Niksa Butjer, Marija Skaricic, entre otros. Música de Mate Matisic. Duración: 94 minutos.
MUY BUENA. UNA JOYITA DE SÁTIRA SOCIAL
Vinko Bresan es un aclamado director croata, nacido en Zagreb, de 51 años, que llega a nuestras salas con una de las mejores comedias europeas de los últimos tiempos. “Con pecado concebidas” es el título en castellano de su “Los hijos del cura”, en otra traducción de “Svenekikova djeca”. En una isla del Adriático, un joven sacerdote que llega para ayudar al párroco del lugar observa que hay más fallecimientos que nacimientos y, en combinación con el quiosquero de lugar y el farmacéutico, deciden “pinchar” los condones para que no cumplan su función. La isla se convertirá en un polo de atracción para los turistas que desean ser padres, provocando un desenlace insólito la llegada del obispo. La tragedia que se avecina tiene un desarrollo coherente que no abandona esa suerte de picaresca que Bresan ha utilizado desde el comienzo. Quedan envueltos y enredados desde los dogmas más recalcitrantes hasta la convivencia de pocas almas en una pequeña isla.
Una pequeña joya de análisis sociopolítico donde las secuencias novedosas son un solo un aporte a una narración aparentemente clásica. Vinki Bresan muestra su poder de síntesis en una inteligente comedia… para pensar.
Elsa Bragato

jueves, 15 de enero de 2015

"CORAZONES DE HIERRO", "EL SÉPTIMO HIJO" Y "13 PECADOS", ESTRENOS DEL JUEVES 15



JUEVES 15 DE ENERO DEL 2015.-
Hay cuatro estrenos esta semana que incluyen la comedia romántica “Los imprevistos del amor”, de Christian Ditter para los más jóvenes y afectos a los diálogos melifuos.
EL SÉPTIMO HIJO 3D
De Sergey Bodrow. Con Jeff Bridges, Julianne Moore, Ben Barnes, Kit Harington, Alicia VIkander, entre otros. Música de Marco Beltrami. Duración: 103 minutos.
MUY BUENA. ENTRETENIDA FANTASÍA SOBRE ESPECTROS Y BRUJAS
Jeff Bridges a sus 65 años parece empeñado en interpretar a personajes estrambóticos, al estilo de Johnny Depp, que lo alejan de los roles románticos  y profundamente dramáticos como el de “The door in the floor” o “Crazy Heart” que le valió su primer Oscar como mejor actor, sin desestimar “True grit”. Una aldea medieval, un bosque de espectros al que “Maestro Gregory”, su personaje en “El séptimo hijo” , frecuenta y una lucha con una ex amante, la bruja Malkin interpretada por la bella JuliAnne Moore, son el entorno primario de esta película basada en el primer libro de la saga “”Crónicas de la piedra Ward” de Joseph Delaney, lo cual asegura una franquicia exitosa.
El séptimo hijo del séptimo hijo está encarnado por Ben Barnes como “Tom”, cuya madre ha sido una bruja hecha y derecha en el pasado pero de las buenas. Jeff Bridges se encarga de darle a su “espectro Gregory” un matiz muy personal y esperado por la audiencia con frases que suenan a “morcilleo” y sin duda alguna simpáticas y atrapantes. Y Julianne Moore es una maldita con todas las ganas, acentuando estas características por un make-up de base blanca con tiznes negros alrededor de los ojos en los momentos cruciales. La cuestión de Maestro Gregory es terminar con la maldad en el mundo que encarna esta ex amante suya que mató a su esposa. Y a uno de sus jóvenes ayudantes.
El camino es largo y permite una narración más que entretenida y disfrutable, con seres malignos que, de polvo en movimiento, se transforman o en aves espantosas o bien se depositan en el suelo como bellas mujeres. La técnica actual todo lo puede. Precipicios que terminan en bellos mares azules, impactante secuencia inicial sobrevolando montañas y la cumbre de una de ellas donde un joven Gregory hace de las suyas con Malkin, son atractivas secuencias a pura acción y música incidental del gran Marco Beltrami.
Destacamos la fotografía, el diseño de producción, el diseño del sonido, el vestuario, y la escenografía, así como los efectos especiales que apuntábamos. Si queremos valorar la interpretación, Jeff Bridges está en su salsa componiendo a este espectro que no lo parece y que, con más de seis décadas de vida, se da el lujo de participar de coreografías de peleas espectaculares. Es una lucha cuerpo a cuerpo con brujas y amantes del bien, bocas gigantescas de dragones que “comen” al espectador, cataratas fantásticas, además de un romance entre los juveniles Ben Barnes y la fotogénica Alicia Vikander en medio de espectaculares secuencias de fuego, calaveras, monstruos y espadas al rojo vivo. ¿Un “Señor de los anillos” devaluado? Puede ser, pero entretiene y vaya cómo!
Elsa Bragato
13 PECADOS
De Daniel Stamm. Con Mark Webber, Devon Graye, Tom Bower, Rutina Vesley, Ron Perlman y Pruitt Taylor Vince. Música de Michael Wandmacher. Duración: 92 minutos.
BUENA. …PORQUE ATRAPA, NADA MÁS
El realizador alemán Daniel Stamm (El último exorcista) se basó en el film tailandés “13: Game of death” para narrar esta historia ambientada en una nada ostentosa Nueva Orleans, “cuna” de otros films gore de superior factura (recordar “Angel Heart”). Un vendedor de seguros (Mark Webber) pierde su trabajo y tiene la agobiante responsabilidad de sostener a su novia embarazada, a su hermano discapacitado y a su padre minusválido. Un reguero de golpes bajos… Este infortunado hombre recibe un llamado donde se le informa que puede participar de un reality show realizando 13 tareas de crueldad en aumento por lo que podría ganar hasta 6 millones de dólares. Una característica de este show es que deberá matar y comer una mosca (¡Marley lo superó ampliamente en la ingesta de insectos!). El juego va tornándose más temerario y sangriento. Manipulado por espectadores invisibles, debe completar las tareas que lo llevan a un camino sangriento y sin retorno.
La narración se va tornando, a su vez, menos creíble. Sin embargo, es rescatable el interés que despierta cada tarea por la actuación de Mark Webber, endemoniado y consustanciado con cada pecado, según el guión que resulta bastante ingenioso en algunas secuencias, si bien las palmas se la sigue llevando el film original tailandés.
Por momentos, las vueltas de tuerca de la trama resultan sorpresivas y nos conducen a un final con sangre que brota de la pantalla, cruel, despiadado e inhumano.
Es regular el resultado final de la película pero resulta buena la destreza narrativa para superar sus propios escollos. No es un “gore” genuino, tampoco un policial acabado. Es un desquiciado juego que solo puede gustarle a los seguidores del género en un film menor.
Carlos Pierre
CORAZONES DE HIERRO
De David Ayer. Con Brad Pitt, Shia Labeouf, Logan Lerman, Michael Peña, Jon Brnthal y Brad William Henke. Música de Steven Price. Duración: 134 minutos.
MUY BUENA. CRUDO RELATO SOBRE LA GUERRA
A la manera de “Rescatando al soldado Ryan”, David Ayer (guionista de “Día de entrenamiento) pone a Brad Pitt al frente de un batallón sobre finales de la segunda guerra mundial en plena Alemania (un toque de “Bastardos sin gloria” de Q. Tarantino) tratando de sofocar los últimos ataques de los soldados de Hitler que no estaban enterados del fin de la conflagración. Tienen una misión sin retorno a cumplir y cuentan con un casi destartalado tanque Sherman, inferior a los tanques alemanes en todos sus aspectos.  Buena parte del film transcurre en ese interior donde la amistad, el compañerismo, la solidaridad, se transforman en los sentimientos cotidianos. Un novato religioso que jamás mató a nadie es sumado a este grupo de hombres que se han pasado toda la guerra a sangre y fuego.
Una espectacular toma inicial, un plano largo con un jinete que asoma en el centro y a lo lejos en medio de un campo de batalla reducido a muerte e incendios, nos pone en tema de inmediato. “Don “Wardaddy” Collier” – Brad Pitt recibe a un novato al que debe entrenar incluso obligándolo a fusilar a los alemanes que encuentran en el camino. De aquí en más, las secuencias serán muy duras con algunas escasas muy clishés:  el aliado que se mete en una casa y pide comida y baño, la pelea por una joven alemana, la piedad del líder del batallón por sus impiadosos compañeros y el novato. Un remanso en medio de escenas filmadas en medio plano de una verosimilitud pocas veces vista hasta ahora gracias a la tecnología.
Esa Europa con lluvias en abril del 45, los tanques que aplastan a restos de cuerpos de soldados en su paso hacia las aldeas, las granadas que explotan y se producen despedazamientos de cuerpos en las narices del espectador, las luchas finales en un ambiente de polvo rojizo, balazos que retuercen de dolor, edificios que se derrumban y cuerpos que asoman en los escombros, un final preanunciado pero aceptado, son solo algunos d e los elementos de esta film sobre un hecho pequeño y particular de una segunda guerra mundial que pudo o no existir tal como se lo cuenta, pero que sin duda forma parte de muchas luchas solitarias de pequeños grupos de hombres para derrotar al nazismo.
Como detalle visual está el corte de pelo de Brad Pitt y algunos de sus compañeros, pelados a los costados y con copete, un estilo tan de moda hoy que se ve en algunas fotografías de la época y no en todos los batallones. Otras particularidades del film es que se rodó en la campiña inglesa y que se empleó el único tanque Panzer VI Tiger utilizable, perteneciente al Museo de Tanques de Bovington, de Dorset, al Sur de Gran Bretaña.
Es un film de guerra que impresiona, de gran realización, con buenas actuaciones aunque tenga algunos clishés. Fuerte, dura, sin medias tintas. No hay que desestimarlo porque su realismo es impactante.
Elsa Bragato


jueves, 8 de enero de 2015

"SIN CONTROL", "FOXCATCHER", "DE TAL PADRE TAL HIJO" Y "UNA NOCHE EN EL MUSEO 3", ESTRENOS JUEVES 8 ENERO



JUEVES 8 DE ENERO DEL 2015.-
Hay seis estrenos, todos muy interesantes. Entre ellos, el nuevo film del realizador nacional Juan Taratuto titulado “Papeles en el viento” con un superelenco integrado por Pablo Rago, Diego Peretti, Diego Torres y Pablo Echarri, así como el documental nacional “Sordo”, de Marcos Martínez.
SIN CONTROL (JOHN WICK)
De David Leitch y Chad Stahlski. Con Keanu Reeves, Willem Dafoe, Alfie Allen, Michael Nywvis, entre otros. Música de Joel J. Richard, Tyler Bates. Duración: 101 minutos.
BUENA. ACCIÓN Y SUSPENSO AL POR MAYOR
Keanu Reeves, en sus flamantes 50 años, regresa a la pantalla alejado de su personaje de “Matrix” y logra convencernos de que es un asesino retirado. Conforma, junto a Denzel Washington y Liam Neeson, la trilogía de los cincuentones que se mantienen en forma para realizar films de intensa acción física, aunque sea coreografiada y tengan dobles de acción para algunas secuencias.
Para entrar en tema, nunca te metas con alguien que acaba de perder a su esposa, le roban su Mustang 601 y le matan a su perro, regalo de la mujer para que la recuerde. Es el caso de John Wick, el personaje que compone Reeves, un asesino a sueldo que se retiró pero que, ante la sangrienta acción de un joven mafioso (Ian McShane), decide volver a las armas e iniciar una sangrienta venganza.
El guión está ambientado en New York, buscando los personajes delictivos que deambulan en la gran ciudad. La mafia rusa es una de las presencias más actuales y el joven mafioso es el hijo del máximo gangster ruso (Michael Nyqvis), ex jefe de Wick, quien sabe muy bien que el ex asesino no perdona y su hijo corre peligro de vida.
Con una fuerte presencia de la ciudad de los rascacielos, de una fotogénica y singular New Jersey, con tomas zenitales iluminadas, con secuencias del bajo fondo, miserable y sofisticado a la vez, los directores Leitch y Stahlski muestran las dos caras de una misma moneda. Hay una densa telaraña de submundo que va envolviendo la historia y, junto a los violentos, están los que hacen un culto de la amistad como el personaje que encara Willem Dafoe junto a la bella y malísima a la vez Adrianne Palicki.
Hay que destacar la intensidad creciente de la venganza que se desata, muy sangrienta y brutal, con ausencia de policías, aunque el escándalo provocado sea extremo, respetándose los clishés del género, especialmente cuando de mafias se trata. Kenue Reeves sale muy bien parado de esta performance, como el dúctil Willem Dafoe (que en el 2014 anduvo por Buenos Aires), la narración audiovisual está cuidada en todos sus detalles, coreografías de luchas realmente impactantes y balaceras que no dejan ganas de enfrentarse con John Wick aunque ya se habla de que lo volveremos a ver porque da para una saga. Un sólido policial con todos sus ingredientes.
Carlos Pierre
FOXCATCHER
De Bennet Miller. Con Steve Carell, Channing Tatum, Mark Ruffalo, Sienna Miller y Vanessa Redgrave, entre otros. Música de Rob Simonsen, West Dylan Thordson y Mychal Danna. Duración: 130 minutos.
MUY BUENA, INTENSA BIOPIC SOBRE UN MILLONARIO ASESINO
Bennet Miller es el consagrado realizador de “Capote” con el recordado Philip Seymour Hoffman como protagonista. Tiene un estilo narrativo muy especial, detallista, un tanto desangelado pero potente porque atrapa al espectador más allá de la historia en sí. En “Foxcatcher” nos regala otra película donde la narración no tiene fisuras, logrando una dirección de actores puntillosa, que acompaña con un trabajo estupendo en postproducción del sonido y una fotografía que le da aire, respiro, a la historia de los famosos luchadores Schultz, los hermanos Mark y Dave, contratados por el psicópata millonario John E. Du Pont. Mark está en la piel de Channing Tatum quien logra superar su etapa de carilindo para entregarnos una muy buena actuación, mientras que Steve Carell asombra como el magnate Du Pont al adoptar una gestualidad en la que solo reconocemos al personaje, la mirada fría y penetrante, el mentón levantado, el andar marchando.
Los datos son absolutamente reales y fueron tomados del libro de Mark Schultz quien, luego de ver el film, expresó su “odio” al director. Ciertamente, trasladar un texto literario a la narración cinematográfica no es sencillo y permite licencias que, como en este caso, produjeron el rechazo del real Schultz. Recordemos que los hermanos Schultz ganaron medallas de oro en los Juegos Olímpicos y que Mark Schultz fue dos veces campeón mundial.
Du Pont fue un excéntrico magnate, con serios problemas mentales, dominado por su madre (una envejecida Vanessa Redgrave, siempre eficaz aún en apariciones breves), que quiso convertir la finca, de enormes dimensiones, en el centro de entrenamiento de los Estados Unidos para los luchadores especializados en “lucha libre”. El primero en ser contratado es Mark, quien organiza ese centro y se transforma en el amigo del magnate en una relación profesional y fraternal, si bien el director Miller le da un toque, en una sola secuencia, de algo más personal, pero no lo define sino que lo deja librado al criterio del espectador (hecho rechazado por el auténtico Schultz). La mente enfermiza de D Pont lo llevó a odiarlo y hasta abofetearlo frente al grupo de luchadores, quebrándose toda relación. Sin embargo, contrató a su hermano mayor, Dave, para reemplazarlo como entrenador, intentando resquebrajar la relación de los hermanos. Du Pont está loco por lo que toma una decisión insólita, inesperada, pero no contamos nada más porque sería develar el “quid” de esta historia.
El tema en sí puede alejar a muchos espectadores: la lucha libre, los ganchos entre los cuerpos, y otro tipo de posturas para enfrentar al contrincante son secuencias muy extensas a las que les falta pasión. Secas, a puro golpe, nos internan en los secretos de la lucha libre sin parlamentos. Y hay una parsimonia especial en Bennet Miller para mostrar en detalle las luchas, las presentaciones entre luchadores y el magnate, darle amplitud a la mirada extraviada y soberbia de Du Pont, lejos de algún rasgo de emoción. El personaje de Mark Ruffalo, Dave Schultz, es el que tiene más posibilidades de mostrar sus sentimientos, hay calidez en su entorno, y es un hermano mayor afectuoso que supo preparar a su hermano en la lucha, además de brindarle contención psicológica. Sin embargo, Ruffalo no se queda en la comodidad de un personaje amable sino que pone su cuerpo al servicio del mismo, estilizado, con músculos, y con diferencias notables en su aspecto. Nos regala una notable actuación. Como detalle apuntamos la música incidental, especialmente un piano que, con pocos acordes, crea climas opresivos en las secuencias en las que Miller elimina el audio y se ve el accionar de los actores.
Fría pero cercana a la perfección de la narración audiovisual, con algunos altibajos en la expresividad de Channing Tatum más allá de elogiar su gran trabajo (incluye un aumento excesivo de peso y una escena de furia bien lograda), “Foxcatcher” se acerca a los Oscars como firme candidata a alguna estatuilla. Cabe consignar que el film parece, por momentos, un panfleto republicano por los discursos de Du Pont frente a cámaras para difundir su centro de entrenamiento. Su afición por las armas de guerra, la práctica de tiro, y la reiterada mención a defender al país, lo transforman en un representante del actual “tea-party”. Una narración impecable y actuaciones para aplaudir.
Elsa Bragato
DE TAL PADRE TAL HIJO
Guión y dirección de Hirokazu Kore-Eda. Con Masahuru Fukuyama, Machiko Ono, Yoko Maki, entre otros. Música de Takeshi Matsubara, Junichi Matsumoto, Variaciones Goldberg de Bach. Duración: 121 minutos.
MUY BUENA. LA PATERNIDAD MÁS ALLÁ DE LOS HIJOS PROPIOS
Hirokazu Kore-Eda vuelve a sus temas preferidos, la vida intrafamiliar, y enfoca en la paternidad acuciada por leyes y condicionamientos no comunes pero hoy en día habituales como el cambio de los hijos de dos parejas en la maternidad donde vieron la luz. Con la minuciosidad propia del documental, género en el que Kore-Eda es también un avezado realizador, dos familias enfrentan la noticia de que sus hijos fueron cambiados por una nurse. La historia se va hilando con el sustento de un encuadre donde el paisaje de estas almas conmovidas está respaldado por una fotografía de líneas convergentes, en una ciudad muy moderna donde las pagodas no son parte de la cotidianeidad.
Uno de los matrimonios representa la clase media refinada del Japón, con modales delicados al extremo, mientras que la segunda pareja es más simple. Ni el dinero de uno ni la vida sencilla del otro pueden superar el drama que enfrentan ambos por igual: el niño que cada matrimonio ha criado le pertenece al otro, tras largos seis años. He aquí una paradoja existencial que la criminalidad ha provocado. Cómo resolver que los hijos se puedan adaptar a los verdaderos padres cuando fueron criados por otros padres? En la Argentina, el caso más crucial y doloroso está en los nietos recuperados por las Abuelas de Plaza de Mayo.
Las Variaciones Goldberg de Bach para piano acentúan el drama de esta historia inteligente y difícil sin excederse. Resulta muy interesante, atrapante, para el espectador el retrato de familia de cada matrimonio que realiza Kore-Eda, con emotividad y elegancia, pero con contundencia. El acierto del guión reside en no mostrar quiebres o dobleces en la conducta de los matrimonios, recursos fáciles para arribar a un final que nos coomplazca. Los lazos de sangre y el rigor de la ley se unen en una historia audaz, valiente, que, como dijimos, hemos conocido vastamente desde otro lugar, aunque todos sabemos que estos casos existen. Una gran película, bellamente emotiva y dramática.
Carlos Pierre
UNA NOCHE EN EL MUSEO 3, EL SECRETO DE LA TUMBA
De Shawn Levy. Con Ben Stiller, Owen Wilson, Robin Williams, Patrick Gallagher, Steve Coogan, Dan Stevens, Mickey Rooney, Dick Van Dyke, Ben Kingsley, Hugh Jackman, entre otros. Música de Alan Silvestri. Duración:  105 minutos.
MUY BUENA. INGENIOSA VUELTA DE TUERCA
Nos divierte y toca el corazón “Una noche en el museo 3” por la realización en sí y la presencia de dos grandes actores que ya no están: Mickey Rooney y Robin Williams, a quienes les está dedicado el film, además de la actuación de un ícono de la televisión de los 60, Dick Van Dyke, hoy de espléndidos 89 años. La vuelta de tuerca en el guión ha sido por demás efectiva a partir de la tabla de Ahkmenrah, encontrada en las excavaciones realizadas en Egipto en 1938. Es la que, de noche y por la luz de la luna, se ha venido activando permitiendo que esqueletos de “saurios” y hombres primitivos, así como el mono Dexter disecado y el mismísimo B. Roosevelt (Robin Williams), entre otros personajes, cobren vida y disfruten en las madrugadas de una fraternal convivencia bajo la mirada del guardia nocturno que compone Ben Stiller, “Larry Daley”.
La tabla egipcia está perdiendo poder por una extraña corrosión y “Larry” y sus amigos deciden viajar al British Museum de Londres donde están los padres del Faraón Ahkmenrah, conocedores del secreto de reactivación de la misma. El joven faraón decide quedarse con sus padres y con la tabla, por lo que los seres del museo de Nueva York ya no podrán tener vida. He aquí el dilema que encuentra una vía de solución en la guardia femenina de Londres, la simpática “Tilly” (Rebel Williams).
Destacamos varias secuencias de humor y con muchos gags así como otras de enorme emotividad: cuando “Roosevelt”, o sea Robin Williams, se entera de que no tendrá vida por las noches en New York, le dice a “Larry” que “los deje ir”. Prepare el pañuelo… La partida del mono Dexter también sensibilizará a chicos y grandes. Pero a estas secuencias se le suman otras muy simpáticas como el asombro de “Lancelot” (Dan Stevens) por la representación de “Camelot” en un teatro londinense por Hugh Jackman, quien se presenta como él mismo. O cuando, por una tea que está blandiendo, Lancelot empieza a perder su nariz, que se derrite en la punta colgando ridículamente, o bien los famosos leones de piedra de Trafalgar Square, centro neurálgico de Londres, que cobran vida. También las secuencias iniciales de las excavaciones en Egipto en 1938 tienen una recreación impactante, así como la gran noche de reapertura del museo neoyorquino con las autoridades presentes y un cambio alocado en las actitudes de los habitantes del museo, las aventuras en Pompeya y la reactivación del volcán. Y resulta más que simpática la relación entre la joven rubia que es la guardia nocturna del museo británico y el hombre primitivo elaborado a imagen y semejanza de “Larry”. Quizás la más perfecta de las secuencias sea el baile nocturno, que dura segundos en pantalla, de los fragmentos de estatuas que, en el sector grecoromano, se lucen en el museo de Londres.
Podríamos hablar de evolución de los personajes o de transformación de otros. Pero sería inverosímil porque se parte de personajes de cera de un museo, y son lo que son. Pedirles más sería entrar en otro género y desvirtuar la esencia del entretenimiento que esta vez está logrado con creces siendo muy superior a la segunda entrega. En cuanto a los gags, están renovados por los fantásticos efectos especiales. El guión ha logrado un entorno diferente para los mismos personajes que resulta muy atrapante para el espectador.
Pensamos que esta tercera película de “Una noche en el museo” es realmente un regalo de humor, emotividad, y efectos especiales deslumbrantes que rodean a un elenco de grandes figuras.  Fue la última participación actoral del gran Robin Williams y también de Mickey Rooney, en una brevísima aparición que emocionará a los adultos. No se la pierda. Es un entretenimiento hecho con madera noble.
NdeR: los tesoros egipcios fueron repartidos en varios museos del primer mundo. Por lo tanto, los féretros de las familias de los faraones quedaron separados entre Londres, París y New York especialmente (en los Museos del Vaticano hay también momias y féretros egipcios pero en menor cantidad). Este hecho explica que el hijo del gran faraón esté “viviendo” en el museo neoyorquino y sus padres, en el británico.
Elsa Bragato