PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

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jueves, 15 de enero de 2015

"CORAZONES DE HIERRO", "EL SÉPTIMO HIJO" Y "13 PECADOS", ESTRENOS DEL JUEVES 15



JUEVES 15 DE ENERO DEL 2015.-
Hay cuatro estrenos esta semana que incluyen la comedia romántica “Los imprevistos del amor”, de Christian Ditter para los más jóvenes y afectos a los diálogos melifuos.
EL SÉPTIMO HIJO 3D
De Sergey Bodrow. Con Jeff Bridges, Julianne Moore, Ben Barnes, Kit Harington, Alicia VIkander, entre otros. Música de Marco Beltrami. Duración: 103 minutos.
MUY BUENA. ENTRETENIDA FANTASÍA SOBRE ESPECTROS Y BRUJAS
Jeff Bridges a sus 65 años parece empeñado en interpretar a personajes estrambóticos, al estilo de Johnny Depp, que lo alejan de los roles románticos  y profundamente dramáticos como el de “The door in the floor” o “Crazy Heart” que le valió su primer Oscar como mejor actor, sin desestimar “True grit”. Una aldea medieval, un bosque de espectros al que “Maestro Gregory”, su personaje en “El séptimo hijo” , frecuenta y una lucha con una ex amante, la bruja Malkin interpretada por la bella JuliAnne Moore, son el entorno primario de esta película basada en el primer libro de la saga “”Crónicas de la piedra Ward” de Joseph Delaney, lo cual asegura una franquicia exitosa.
El séptimo hijo del séptimo hijo está encarnado por Ben Barnes como “Tom”, cuya madre ha sido una bruja hecha y derecha en el pasado pero de las buenas. Jeff Bridges se encarga de darle a su “espectro Gregory” un matiz muy personal y esperado por la audiencia con frases que suenan a “morcilleo” y sin duda alguna simpáticas y atrapantes. Y Julianne Moore es una maldita con todas las ganas, acentuando estas características por un make-up de base blanca con tiznes negros alrededor de los ojos en los momentos cruciales. La cuestión de Maestro Gregory es terminar con la maldad en el mundo que encarna esta ex amante suya que mató a su esposa. Y a uno de sus jóvenes ayudantes.
El camino es largo y permite una narración más que entretenida y disfrutable, con seres malignos que, de polvo en movimiento, se transforman o en aves espantosas o bien se depositan en el suelo como bellas mujeres. La técnica actual todo lo puede. Precipicios que terminan en bellos mares azules, impactante secuencia inicial sobrevolando montañas y la cumbre de una de ellas donde un joven Gregory hace de las suyas con Malkin, son atractivas secuencias a pura acción y música incidental del gran Marco Beltrami.
Destacamos la fotografía, el diseño de producción, el diseño del sonido, el vestuario, y la escenografía, así como los efectos especiales que apuntábamos. Si queremos valorar la interpretación, Jeff Bridges está en su salsa componiendo a este espectro que no lo parece y que, con más de seis décadas de vida, se da el lujo de participar de coreografías de peleas espectaculares. Es una lucha cuerpo a cuerpo con brujas y amantes del bien, bocas gigantescas de dragones que “comen” al espectador, cataratas fantásticas, además de un romance entre los juveniles Ben Barnes y la fotogénica Alicia Vikander en medio de espectaculares secuencias de fuego, calaveras, monstruos y espadas al rojo vivo. ¿Un “Señor de los anillos” devaluado? Puede ser, pero entretiene y vaya cómo!
Elsa Bragato
13 PECADOS
De Daniel Stamm. Con Mark Webber, Devon Graye, Tom Bower, Rutina Vesley, Ron Perlman y Pruitt Taylor Vince. Música de Michael Wandmacher. Duración: 92 minutos.
BUENA. …PORQUE ATRAPA, NADA MÁS
El realizador alemán Daniel Stamm (El último exorcista) se basó en el film tailandés “13: Game of death” para narrar esta historia ambientada en una nada ostentosa Nueva Orleans, “cuna” de otros films gore de superior factura (recordar “Angel Heart”). Un vendedor de seguros (Mark Webber) pierde su trabajo y tiene la agobiante responsabilidad de sostener a su novia embarazada, a su hermano discapacitado y a su padre minusválido. Un reguero de golpes bajos… Este infortunado hombre recibe un llamado donde se le informa que puede participar de un reality show realizando 13 tareas de crueldad en aumento por lo que podría ganar hasta 6 millones de dólares. Una característica de este show es que deberá matar y comer una mosca (¡Marley lo superó ampliamente en la ingesta de insectos!). El juego va tornándose más temerario y sangriento. Manipulado por espectadores invisibles, debe completar las tareas que lo llevan a un camino sangriento y sin retorno.
La narración se va tornando, a su vez, menos creíble. Sin embargo, es rescatable el interés que despierta cada tarea por la actuación de Mark Webber, endemoniado y consustanciado con cada pecado, según el guión que resulta bastante ingenioso en algunas secuencias, si bien las palmas se la sigue llevando el film original tailandés.
Por momentos, las vueltas de tuerca de la trama resultan sorpresivas y nos conducen a un final con sangre que brota de la pantalla, cruel, despiadado e inhumano.
Es regular el resultado final de la película pero resulta buena la destreza narrativa para superar sus propios escollos. No es un “gore” genuino, tampoco un policial acabado. Es un desquiciado juego que solo puede gustarle a los seguidores del género en un film menor.
Carlos Pierre
CORAZONES DE HIERRO
De David Ayer. Con Brad Pitt, Shia Labeouf, Logan Lerman, Michael Peña, Jon Brnthal y Brad William Henke. Música de Steven Price. Duración: 134 minutos.
MUY BUENA. CRUDO RELATO SOBRE LA GUERRA
A la manera de “Rescatando al soldado Ryan”, David Ayer (guionista de “Día de entrenamiento) pone a Brad Pitt al frente de un batallón sobre finales de la segunda guerra mundial en plena Alemania (un toque de “Bastardos sin gloria” de Q. Tarantino) tratando de sofocar los últimos ataques de los soldados de Hitler que no estaban enterados del fin de la conflagración. Tienen una misión sin retorno a cumplir y cuentan con un casi destartalado tanque Sherman, inferior a los tanques alemanes en todos sus aspectos.  Buena parte del film transcurre en ese interior donde la amistad, el compañerismo, la solidaridad, se transforman en los sentimientos cotidianos. Un novato religioso que jamás mató a nadie es sumado a este grupo de hombres que se han pasado toda la guerra a sangre y fuego.
Una espectacular toma inicial, un plano largo con un jinete que asoma en el centro y a lo lejos en medio de un campo de batalla reducido a muerte e incendios, nos pone en tema de inmediato. “Don “Wardaddy” Collier” – Brad Pitt recibe a un novato al que debe entrenar incluso obligándolo a fusilar a los alemanes que encuentran en el camino. De aquí en más, las secuencias serán muy duras con algunas escasas muy clishés:  el aliado que se mete en una casa y pide comida y baño, la pelea por una joven alemana, la piedad del líder del batallón por sus impiadosos compañeros y el novato. Un remanso en medio de escenas filmadas en medio plano de una verosimilitud pocas veces vista hasta ahora gracias a la tecnología.
Esa Europa con lluvias en abril del 45, los tanques que aplastan a restos de cuerpos de soldados en su paso hacia las aldeas, las granadas que explotan y se producen despedazamientos de cuerpos en las narices del espectador, las luchas finales en un ambiente de polvo rojizo, balazos que retuercen de dolor, edificios que se derrumban y cuerpos que asoman en los escombros, un final preanunciado pero aceptado, son solo algunos d e los elementos de esta film sobre un hecho pequeño y particular de una segunda guerra mundial que pudo o no existir tal como se lo cuenta, pero que sin duda forma parte de muchas luchas solitarias de pequeños grupos de hombres para derrotar al nazismo.
Como detalle visual está el corte de pelo de Brad Pitt y algunos de sus compañeros, pelados a los costados y con copete, un estilo tan de moda hoy que se ve en algunas fotografías de la época y no en todos los batallones. Otras particularidades del film es que se rodó en la campiña inglesa y que se empleó el único tanque Panzer VI Tiger utilizable, perteneciente al Museo de Tanques de Bovington, de Dorset, al Sur de Gran Bretaña.
Es un film de guerra que impresiona, de gran realización, con buenas actuaciones aunque tenga algunos clishés. Fuerte, dura, sin medias tintas. No hay que desestimarlo porque su realismo es impactante.
Elsa Bragato