PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

AQUÍ ESTÁN NUESTRAS CRÍTICAS E INFORMACIÓN GENERAL SOBRE CINE

jueves, 23 de enero de 2014

"ESCÁNDALO AMERICANO", "JACK RYAN, CÓDIO SOMBRA" Y "LADRONA DE LIBROS", ESTRENOS JUEVES 23 ENERO




JUEVES 23 DE ENERO DEL 2014.-
Hay tres estrenos.
DOS PELÍCULAS PARA LOS OSCARS
AMERICAN HUSTLE
De David O. Russell. Con Christian Bale, Jennifer Lawrence, Bradley Cooper, Amy Adams, Robert De Nito, Jeremy Renner, entre otros. Música de Danny Elfman. Duración: 138 minutos.
MUY BUENA. IMPERFECTA CON FASCINANTES ACTUACIONES
David O. Russell (“El lado luminoso de la vida”, “The fighter””) encara un proyecto ambicioso como sus films anteriores y se vale de sus artistas predilectos: Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Christian Bale, Jeremy Renner, Robert De Niro. Tomó el caso real de la llamada “Bascam Investigation 1978” y armó un compacto muy interesante, permitiendo el lucimiento de su elenco.
“Escándalo americano” se basa en un ambicioso agente del FBI que quiere escalar posiciones encontrando en un “sobreviviente” de la pobreza  como Irving Rosenfeld, dueño de varias tintorerías, de una galería de arte trucha y estafador consuetudinario con la fachada de decente prestamista, al chanta perfecto para pescar “in fraganti” a corruptos políticos, coimeros, envueltos en la posible ayuda de un millonario jeque árabe (tan trucho en el caso real como en el film) al flamante Marshall de un condado de New Jersey. Éste necesita inversión para desarrollar la ciudad de Atlantic City y sus atractivos casinos.  La tarea no es sencilla porque inevitablemente aparece la mafia, encabezada por Robert De Niro en el papel de Víctor Tellegio, breve incursión pero toda una “master class”.
Podría ser un policial más de no tener semejante elenco, con actuaciones superlativas que superan y mucho el guión y la cinematografía en sí misma. Soberbios Christian Bale como “Rosenfeld”, notable Jennifer Lawrence como la esposa engañada y despechada, Amy Adams como la amante y socia, Bradley Cooper como el ambicioso y desesperado agente de la CIA. Las secuencias donde las dos mujeres se encuentran (Lawrence y Adams) son enseñanzas de actuación. Conmueve Lawrence, la misma de “Los juegos del hambre”, de “Winter’s Bone”, de “El lado luminoso de la vida” por la que ganó un Oscar el año pasado. A sus 23 años lleva ganados más de 100 premios. Así como Amy Adams trasluce erotismo y pánico de un modo notable, con una expresión en su mirada que suple cualquier parlamento. Christian Bale, que también le otorgó a Batman, bajo la dirección de C. Nolen, una humanidad insuperable, logra una composición de Rosenfeld de tamaña naturalidad que perturba. Bradley Cooper, el agente de la CIA que oculta su pobreza pero no su afán de ganar posiciones, está un poco por debajo de su composición en “El lado luminoso de la vida” pero verosímil.En esto de “estar un poco por debajo” tienen mucho que ver el guión y la resolución del film que lo deja trastabillando en una secuencia previsible. Estamos ante una película de tensión creciente, con un tema caro para los norteamericanos, no tanto para nosotros.
Respecto de la tensión dramática, el “pathos” del relato, distinguimos dos etapas: la primera, en la que el protagonista (también relator en “off” de su vida) se enamora del personaje a cargo de Amy Adams, y una segunda, con la aparición de Jennifer Lawrence, que obligadamente otorga más “nervio” a la historia.
Por lo que hay momentos en las que uno puede sentirse por fuera de la historia pero nunca fuera del drama que viven los personajes. El film es excelente aún con sus imperfecciones narrativas, las menos pero que están. Imperfecto y fascinante, este “escándalo americano” nos conmueve por la mayoría de las actuciones, por ese amor ilegal que quiebra sutilmente los enfrentamientos entre políticos y mafia, y que obliga a los personajes a enfrentarse en la vida que tienen por fuera de la densa situación de estafas que generan. Se cuenta una historia real basándose en las actuaciones en clave de comedia dramática, bordeando el cinismo aún en las secuencias más policiales, retratando los 70  con una presencia curiosa como “gancho” amoroso: la del gran Duke Ellington. Una película para tener en cuenta que está en condiciones de alzarse con varias estatuillas de los Oscars: tiene 10 nominaciones.
Elsa Bragato
LADRONA DE LIBROS
De Brian Percifal. Con Sophie Nelisse, Georfrey Rush, Emily Watson, Nico Liersch, Ben Schnetzer, Roger Allam, entre otros. Música de John Williams. Duración: 131 minutos.
BUENA. UNA HISTORIA CONMOVEDORA CON SUS MÁS Y SUS MENOS
El libro best-seller de Markus Zusak, publicada en Australia en el 2005, llega al cine con esta coproducción de Estados Unidos y Alemania. Nos cuenta la historia de Liese que es adoptada por la pareja de alemanes de Hans y Rosa en 1936, cuando el nazismo invade Alemania y la persecución a los judíos es un hecho. Su hermano muere en brazos de su madre, y la niña es llevada al hogar de Hans y Rosa. Conserva el libro que se le cayó a un sepulturero en el momento de enterrar a su hermanito, un Manual para Sepultureros, pero no sabe leer y no sabe de qué se trata ese tesoro que aprieta entre sus manos. Será su padre adoptivo quien le enseñe a partir del manual, despertando en la niña una pasión por las palabras. Será el joven Max, judío que la familia de Hans acoge en el sótano, será la biblioteca del alcalde para quien trabaja su madrastra Rosa planchándole las camisas, quienes le descubran el secreto de las palabras y la pasión por escribir.
Brian Percifal logra momentos de enorme belleza visual. El gran plano secuencia inicial, que vimos en películas como “Amor sin barreras” y la reciente “La invención de Hugo Cabret” (capolavoro de Martin Scorsese) con la banda sonora de John Williams, basándose en un murmullo de violines y violoncellos, es de una estética sublime.
Pocas veces hemos visto en el cine, no en la literatura, que sea la muerte quien nos indique el camino de los personajes. En la voz de Rober Allam, esta enemiga pertinaz y amiga de nuestro Final es la narradora en ‘off’ que nos cuenta la historia de Liese y cómo las almas se le entregan, algunas dulcemente, otras sabiendo a rabia. Tal como en el libro.
El film fue rodado en Alemania. Y se debió construir la Calle Himmel (significa “cielo” en alemán) donde la familia de Hans y Rosa viven. También se rodó en el pueblo Gorlitz, al este de Alemania, a la vera del río Lusatian Neisse, en la Bundesland de Saxony.
Hay secuencias muy tocantes, retratos perfectos de la cruel realidad que vivió la Alemania de Hitler (y el mundo entero). Hay también algunos blancos argumentales que los adaptadores (Michael Petroni y su equipo) han explicado: resultó muy difícil reunir en un guión el relato de Markus Zusak. No obstante, para tan preciosa y preciada historia, debieron tenerse en cuenta algunos aspectos de postproducción como el corte abrupto de cuatro secuencias.
La actuación de Geoffrey Rush vuelve a conmover profundamente en el papel de este padre vago y amante de la pequeña Liese a quien llena de motivaciones intelectuales a pesar de la simpleza de su propia instrucción. Cálido, generoso, Rush compone a un Hans inolvidable. Emily Watson lo acompaña a la perfección en esa madre dura que solo esconde un profundo amor por su familia. El pequeño Nico Liersch como Rudy logra gran performance, mientras que Ben Schnetzer, como el refugiado Max, enternece. Hay una secuencia maravillosa: mientras los pueblos son bombardeados y todos se han escondido en un sótano habilitado como refugio, Max- Schnetzer tiene oportunidad de salir y ver el cielo estrellado pleno de los relámpagos de las explosiones. La cárcel de unos es su libertad por algunos segundos. La quema de libros y el bombardeo final a la calle Himmel son otras dos secuencias de gran conmoción. No es necesario describir la horrorosa Segunda Guerra Mundial porque el protagonista no es la historia en sí sino la biografía de una niña que aprende a amar las palabras.
Sophie Nelisse es aquella niña canadiense que nos tocó el corazón en “Profesor Lahzar”. Aquí se logra una caracterización de su niñez hasta su adolescencia que es mérito ineludible de los “trucadores” del film. Y Nelisse vuelve a componer un buen personaje, que conmueve, que llega al corazón.
Para quienes leyeron el libro, probablemente el guión sea imperfecto. Para quienes no lo leímos, el guión tiene flaquezas que, de existir en el libro, no debieron trasladarse al cine. Y se notan. En el cine se necesitó saber algo más de la familia natural de Liese y menos cortes abruptos de secuencias (al menos ocurren en 4 oportunidades). Pero, como dijimos, las actuaciones y varias secuencias de belleza y espanto al mismo tiempo logradas por Brian Percifal superan estas debilidades, sumándose las actuaciones apuntadas. La banda sonora de John Williams, a diferencia de otras tantas que realizó, es menos estridente y subraya la intención buscada por el director en el relato. Con imperfecciones, pero para disfrutar, para enternecerse, para ver.
Elsa Bragato
EL SUPERPOLICIAL DE LA SEMANA
JACK RYAN, CODIGO SOMBRA
De Kenneth Branagh. Con Chris Pine, Keira Knightley, Kevin Costner, Kennet Branagh, entre otros. Música de Patrick Doyle. Duración: 105 minutos.
MUY BUENA. TECNO-THRILLER  CON ROMANCE INCLUIDO
Por quinta vez nos llega un personaje creado por Tom Clancy, fallecido tempranamente el año pasado. Antes de Chris Pine, protagonista de este aggiornado Jack Ryan, fueron Alec Baldwin en 1990, Harrinson Ford en 1992 y 1994 y Ben Affleck en el 2002. La historia de Clancy no fue tenida en cuenta pero sí sus personajes y, obviamente, el entorno del protagonista, un héroe en este caso de Afganistán devenido en agente de la CIA gracias a sus conocimientos de análisis de sistemas. Kevin Costner (como el agente Thomas Harper) es quien lo detecta como experimentado marine con título superior y lo mete de lleno en una misión en Moscú. Kenneth Branagh, notable actor y director shakespereano, dirige un film con fluidez sobre espionaje global. Y su papel del ruso Kikroch Cherevin está dotado de la grandeza de este actor que habla en ruso y adquirió el acento ruso para hablar en su propio idioma inglés.
La historia se sitúa en el 2001 cuando ocurre el ataque a las Torres Gemelas y estoy pone en alerta a Jack Ryan. En el 2003 sirve a su país como marine en Afganistán, sufre un terrible accidente y, luego de meses de recuperación, logra superar la parálisis de sus piernas y tiene amor: su médica, la exquisita Keira Knightley. El agente de la CIA Harper lo lleva a las oficinas del organismo donde Ryan descubre que empresas rusas provocarán una devaluación del dólar, lo que determinaría un “default” de los Estados Unidos además de un atentado en el centro de Wall Street.
Moscú y los zares rusos del capitalismo reciben a Jack Ryan, provocándose situaciones límites como el rapto de su novia y persecuciones y explosiones, así como luchas notablemente coreografiadas, que le dan marco policial al film. Hay una gran similitud con Jason Bourne, saga que protagonizó Matt Damond (de las mejores en su tipo), con la diferencia de que Ryan no tuvo lavaje de cerebro. Así se unen el entrenamiento del marine con las habilidades del exitoso universitario.
Secuencias muy impresionantes se suceden con explosiones de vidrios, palizas y muertes brutales, además de electrizantes escenas en Wall Street cuando se alerta sobre el atentado. A partir de la media hora del film, nadie permanece impasible en su butaca. La habilidad de Kennet Branagh es indiscutible para filmar: abona la narración con espléndidos “sights” aéreos de Moscú, con variedad de tomas, y no pierde nunca el nervio del guión salpicado con la historia de amor de Ryan (no está casado como Harrison Ford en sus dos films con este personaje) y su pareja (Knightley). Romance y acción, un dúo imbatible para pasarla más que bien. Novedoso? No. Muy bien realizado.
Elsa Bragato