PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

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jueves, 18 de diciembre de 2014

"LA ENTREGA" Y "EL APRENDIZ", ACCIÓN BUENA PARA ESTE JUEVES 18

JUEVES 18 DE DICIEMBRE DEL 2014.-
Hay nueve estrenos de cine. La curiosidad está dada por el film “Adiós al lenguaje”, rodado en 3D, de Jean Luc Godard, el gran maestro de cine francés, hoy de 84 años, que acaba de recibir el Premio del Jurado en el último festival de Cannes. Recordamos “Sin aliento”, “Vivir su vida” y, sin comparar, encontramos un Godard diferente e igual al mismo tiempo, más brutal, escatológico, sesudo como siempre. Es para los fans de la “nouvelle vague”, que disfrutarán del regreso de un maestro en un film con altibajos, reflexivo “a la francesa”, y fragmentario (el título lo amerita), así como estarán frente a personajes desnudos y un perro que es todo un símbolo. “Amores locos”, de Beda Docampo Feijóo, del 2009, llega sin difusión a las pantallas. Feijóo nació en Vigo pero recibió educación en Buenos Aires, fue guionista de la aclamada “Camila” de M. L. Bemberg y presentó éste, su primer film , en el país hace un año. La producción fue rodada en España con actores hispanos. También llegan “Qué puede un cuerpo?” de César Gonzàlez, llamado el “poeta villero”, un segundo largometraje que muestra el mundo que conoce, el de los excluídos (González nació en la Villa Carlos Gardel) y “En los ojos de la memoria”, documental de Betiana Burgardt sobre Epecuén, el pueblo que quedó sumergido en 1985 por una inundación. Con el tiempo, el salitre de las aguas lo han convertido en un pueblo fantasma. Burgardt armó este film con testimonios de ex pobladores de la ciudad y una fotografía muy interesante.
Debemos señalar que hacia fin de año se producen borbotones de estrenos de films nacionales y de otros extranjeros que por falta de salas en su momento no fueron exhibidos. Ninguno tiene repercusión en la taquilla. Salen a competir sin resguardo alguno porque no existieron privadas, porque no tienen difusión ni siquiera entre todos los críticos. En el caso de los films nacionales, este desorden de programación de estrenos conspira contra los nuevos productos. Muchos de éstos no tienen la calidad que se exige, aunque reflejan una voluntad férrea de hacer cine. Cuentan con los espacios INCAA y también con salas “off” circuito comercial. Sin embargo, la competencia es muy dura y difícil en la cartelera comercial y lamentablemente no tienen asegurada una buena performance al menos en esta ciudad. Los distribuidores deberían resguardar a los nuevos autores del cine nacional buscando la forma de que tengan difusión y salas adecuadas sin incluirlos en los estrenos comerciales de cada jueves.

EL PERRO MOLINA
De José Celestino Campusano. Daniel Quaranta, Florencia Bobadilla, Carlos Vuletich, Damién Avila, entre otros. Música de Claudio Miño. Duración: 88 minutos.

REGULAR. ACTUACIONES QUE DERROTAN AL FILM
José Celestino Campusano es uno de los realizadores nacionales más interesantes del nuevo cine. Tiene una vasta filmografía de la que rescatamos, para nuestro gusto, “Vikingo”. Investigador de los submundos que rodean a Buenos Aires, conocedor de códigos barriales y de personajes marginales de riquísima personalidad, nos sorprende con este melodrama donde “El perro Molina” es un delincuente al que ya no le va bien pero tiene su “corazoncito” y se ve mezclado en un drama amoroso entre un comisario y su muy joven esposa.
El tema es folletinesco: la joven esposa se va ante el maltrato del marido y consigue trabajo en el prostíbulo de la zona. Pero no cuenta con que el “mandamás” del lugar se enamorará de ella. Al mismo tiempo, Molina (Daniel Quaranta, el mejor actor del elenco) intenta rearmar su “negocio”.
El film es fallido por las actuaciones. Hay recitados más que interpretaciones, se nota en demasía la ausencia de experiencia de algunos integrantes del elenco. La pintura, el retrato, del suburbio y de este aspecto en especial del mismo (delincuencia-prostitución-códigos de amistad) están esbozados pero las interpretaciones tiran abajo cualquier buena intención del director. Técnicamente, según se informa, es más compleja que las anteriores de Campusano por el uso de una cámara “Red One” y hubo mayor producción.
Reconocemos en Campusano una capacidad única para bucear en lo marginal, en lenguajes y costumbres que permanecen ocultos en la gran ciudad aunque existan. Es un gran mérito. Lamentamos que, en esta oportunidad, el hecho cinematográfico en sí no nos haya convencido por las actuaciones, insistimos. Los personajes en sí mismos y la temática, más que interesantes. Campusano nos sorprenderá gratamente la próxima vez con un producto mejor actuado.
Elsa Bragato

BUONGIORNO PAPÁ
De Edoardo Leo. Con Raoul Bova, Marco Giallini, Edoardo Leo, Rosabell Laurenti Sellers, entre otros. Duración: 110 minutos.

REGULAR. TELEFILM LLEVADO AL CINE

Edoardo Leo es uno de los nuevos realizadores italianos que nos llega a través de un tema común hoy en día: a un padre cuarentón, metrosexual, que trabaja en los medios, mujeriego, le aparece una hija de 17 años que no viene sola sino con el abuelo materno. Sin que exista explicación alguna, “Andrea” (Raoul Bova) convive con un amigo de toda la vida, “Paolo” (el mismo Edoardo Leo), marginado por la personalidad avasallante del primero. Es una historia absolutamente previsible con algunas notas de humor que pone el suegro (la madre de la adolescente ha fallecido) y los padres de Andrea, envueltos en una separación escandalosa.
Planteada la idea, surgen las dificultades para que este film sea considerado como tal y no un telefilm: las tomas en medios planos son propias de la televisión. La linealidad también de los personajes es otro elemento que desmerece la realización. Y la actuación de Raoul Bova dista mucho de ser la de un padre; en realidad, parece un novio contrariado. No ocurre lo mismo con Layla (Rosabell Laurenti Sellers),y el abuelo materno, Enzo (Marco Giallini), quienes aportan muy buenas actuaciones.
La historia transcurre en Roma pero no la turística, y algunas secuencias en la antigua Orvieto. Es justo reconocer que la historia nos atrapa tanto como un culebrón pero que, a la hora de analizarla como cine estrictamente, nos damos cuenta de que hemos visto un folletín televisivo y no un film hecho y derecho. Algo que viene ocurriendo con frecuencia con varios estrenos de los últimos meses.
Elsa Bragato

REGRESO DEL INFIERNO (EL PACTO 2)
De Dallas Hallam y Patrick Horvath. Con Caity Lotz, Camilla Luddington, Scott Michael Foster, Patrick Fischler, entre otros. Música de Carl Sondrol. Duración: 96 minutos.

MALA. SUSTOS TIBIOS ENTRE MUERTOS Y VIVOS

Los realizadores Hallam y Horvath se unieron para continuar la historia planteada en “El pacto”, que se estrenó el 12 de junio de este año y la dirigió entonces Nicholas McCarthy. Pero no lograron llegar a buen puerto. La amistad que une a los dos directores los impulsó a dirigir en forma mancomunada, único motivo que justifica esta codirección. El guión también surgió “a cuatro manos” y se recurrió a tantos lugares comunes que el terror policial propuesto quedó en la idea y no en la narración.
Ambientada en una zona tranquila y despoblada de Los Angeles, un asesino serial llamado Judas fue muerto; esto ocurrió en el primer film. Sin embargo, un agente del FBI asignado al caso descubre que hay otro asesino que lo imita. El agente del FBI (Patrick Vishler) y el oficial de policía (Scott Michael Foster) están en la misma situación que los espectadores, tratando de descubrir al asesino. Es que habiendo “muerto” Judas en el primer film, hubo que dotar de un “killer” de verdad a la secuela para dotarla de fuerza si bien el muerto hace apariciones, es un fantasma que perturba a una joven, dedicada a la limpieza de “horrores”, y pretendida por el oficial de policía. Sus pesadillas crecen en ferocidad sangrienta. Presentados los personajes y lo que hay que lograr, la película transita entre la tibieza del relato y la sucesión de clishés por lo que se torna aburrida y esquemática. Sabemos de antemano todo lo que va a pasar. Lo preocupante de “El pacto 2” es que deja abierta la puerta a una tercera parte…  

Carlos Pierre

LA ENTREGA (The drop)
De Michael Roskane. Con James Gandolfini, Noomi Rapace, Tom Hardy, entre otros. Música de Marco Beltrami. Duración: 108 minutos.

MUY BUENA. NOTABLES ACTUACIONES EN INTENSO POLICIAL

El film está dedicado a James Gandolfini porque fue su último trabajo. Como se recordará, el actor falleció el 19 de junio del año pasado momentos antes de ingresar al festival de cine en Roma. Gandolfini había vuelto, con este personaje de “el primo Mary”, al rol de un mafioso. La historia se centra en Brooklyn y en el submundo de los bares que son elegidos por la “mafia rusa” para que oculten momentáneamente el dinero mal habido, por venta de droga, por ajustes de cuenta, por apuestas ilegales (“las entregas”). Allí trabaja Bob, un fenomenal Tom Hardy que lleva sobre sí el peso de la narración. Como segundo de “el primo Mary”. En “off” nos presenta su barrio y lo que ocurre aún cuando uno no lo desea. Casi apático, se enternece por un cachorro malherido y lo rescata. Y será este perro el que lo conduzca a un horror que no desea repetir y a Nadia (Noomí Rapace, la sueca que conocimos en la trilogía “Millenium”, de S. Larsson), quien lo ayuda a socorrer al animal, iniciándose una amistad muy agradable. Sin embargo, ambos personajes adolecen de normalidad en algún sentido. “Bob” va a misa, pero no se confiesa por lo que algo oculta y Nadia acepta la incipiente relación porque es capaz de creer en el costado bondadoso de un asesino.
El guión fue escrito por Dennis Lehane, a partir de un cuento de su autoría titulado “Animal Rescue”, y consignamos que es el mismo guionista de “Río místico” y “Gone, baby, gone” por lo que está asegurada una narración intensa. La particular performance de Tom Hardy transforma un policial en una pieza de envergadura: el espectador tendrá los pelos de punta, sin vueltas, durante la larga hora y media del film. Si matan o no al cachorro, si es Bob el asesino o es “el primo Mary”, Nadia como víctima o victimaria, los mafiosos chechenos que no se andan con vueltas y una fecha clave para una gran “entrega”: el Superbowl”. Además de detalles escabrosos: un brazo arrojado en una bolsa de residuos en medio de miles de dólares y la “ayuda” de los chechenos para limpiar el terreno, mientras la policía acecha y “el primo Mary” engaña hasta a “Bob”. Pero ambos esconden algo más. Un autorobo, un loco suelto que purgó años de cárcel y loqueros, y el cachorro son los tres elementos en los que se fundamenta un policial de pocos personajes y mucha calidad.
La trama es intensa y posee un volumen creciente que impacta en los nervios del espectador, “La entrega” es uno de esos policiales que se recomiendan enfáticamente porque no decepciona en ningún aspecto. No es necesario romper coches o balaceras interminables para crear climas tenebrosos y perturbadores. Roskane lo logra con Tom Hardy, que nunca cambia su tono de voz ni se perturba, pero que es de cuidado. Gandolfini aporta la nobleza de su actuación, de sus mínimos gestos para hacernos creer todo lo que dice y hace. Y Noomí Rapace se ajusta a un rol pequeño pero definitorio. No se la pierda.
  
Elsa Bragato

EL APRENDIZ (THE NOVEMBER MAN)
De Roger Donaldson. Con Pierce Brosnan, Luke Bracey, Olga Kurylenko, Bill Smitrovich, entre otros. Basada en la novela de Bill Granger “There are no spies”. La productora es Irish DreamTime, fundada por Pierce Brosnan y Beau St. Clair en 1996. Música de Marco Beltrami. Duración: 108 minutos.

BUENA. INTRIGA INTERNACIONAL

Pîerce Brosnan regresa intacto a uno de sus mejores papeles, el de ex agente de la CIA, con todo el bagaje que le ha dejado el personaje del Agente 007. Coproduciendo su regreso al cine, nos regala un rol a su medida en una narración con muchísimo ritmo, excelente fotografía, y tensión perturbadora. Compone a Peter Deveraux, que debe proteger a una testigo muy valiosa, que encarna Olga Kurylenko como “Alice Fournier”, de su  antiguo amigo David Mason, a cargo de Luke Brucey. La tierra es Serbia y aún perduran las heridas de la lucha fraticida así como la división “oriente-occidente”. Se establece una lucha encarnizada entre el gato y el ratón dentro del mundo del espionaje internacional para asegurar el testimonio de “Alice” sobre los crímenes de guerra. Los roles cambian, el espectador agradece el suspenso.
Todo tiene sentido, hasta el título: “El hombre de noviembre” es la traducción literal del título en inglés y es el sobrenombre del agente encarnado por Brosnan porque a su paso todo lo destruye como el otoño boreal en ese mes del año. Destacamos la continuidad en la acción que no deja resquicio para el tedio con un Brosnan que apuesta a la solidez de su actuación por conocer al dedillo el arte de hacer cine frente y detrás de cámaras y el personaje que le toca en suerte, cercano a todos los espías que compuso y, en especial, a “007”.
Las locaciones aportan sus respectivas bellezas turísticas: Serbia, Lausana (Suiza) y Moscú, ricamente fotografiadas. Es decir, un policial intenso, con todo lo que tiene que tener, bien realizado y con un galán al que no le hacen mella los años. Un plato servido para disfrutar a partir de las novelas de Bill Granger sobre el agente November Man.
Carlos Pierre



jueves, 4 de diciembre de 2014

DIEZ ESTRENOS ENTRE EPICAS, DOCUMENTALES Y FICCIONES NACIONALES, JUEVES 4 DICIEMBRE



JUEVES 4 DE DICIEMBRE DEL 2014.-
Hay 10 estrenos de los más variados, terror, épica, casamientos, animaciones, e historias de vida.
 “Habitares” de Marina Zeising es un documental sobre la vida de Herta Scheurle conocida como Sonia Staber, actriz argentina que trabajó especialmente en Alemania, llegando a conocer a Rainer Fassbinder, dedicando su vida a la enseñanza del alemán, además del firme propósito de volver a actuar. Es una historia pequeña, intimista, donde la directora se da el permiso de aparecer en cámara como entrevistadora. Interesante para estudiantes de cine.
En el caso de “Un pasado infernal”, de Vincenzo Natali, tenemos el terror fantasmagórico con lejano parecido a “Los otros”, muy lejos por cierto de “El conjuro” y de su spin-off “Annabelle”, de bajo presupuesto pero de altísima efectividad. Es una sucesión de clishés sobre un asesino serial, una suerte de “limbo” entre el cielo y la tierra, conformando un producto que solo pueden atraer a los fanáticos del género. Más de lo mismo.
“Paddington” está basado en la serie de cuentos sobre este oso especial que inventó Michael Bond en 1958 (año de la fecha del primer libro). Mezcla actores de carne y hueso con este oso cuya figura es bastante rudimentaria, dados los efectos técnicos actuales. Simpática, atrae a los chicos de mediana edad con el recorrido por Londres, lugar que elige el oso que decide dejar Perú para ir a una ciudad “de sus sueños”. El film cuenta con las actuaciones de Nicole Kidman (no es la primera vez que es protagonista de una historia para chicos), Ben Whisawy y Hugh Bonneville, entre otros. Simpática. Buena.
“El hijo buscado” de Daniel Gagliano es la ópera prima de este realizador con el protagónico de Rafael Ferro junto a Sofía Brito, María Ucedoy, Lali González (trabajó en “7 cajas”, excelente film paraguayo que recomendamos). Gagliano nos sumerge en la búsqueda que inicia un hombre por tener un hijo viajando hasta Misiones, especialmente las Tres Fronteras (estuvieron en la mira del mismísimo Bush hijo durante su presidencia en USA); sus deseos de paternidad encontrarán no pocos obstáculos y seres poco amigables y mafiosos. La fotografía es excelente, hay un gran trabajo de sonido, buena música de Carlos Páez y buenas actuaciones (varias actrices misioneras). Es un tema de actualidad bien realizado. Buena.
El documental “Años de calle” de Alejandra Grinschpun resume en 73’ la vida de un grupo de jóvenes que viven en situación de calle, la relación que establecen con la realizadora y el equipo que la acompaña, el paso del tiempo, y los rumbos que cada uno van tomando. Es un trabajo muy interesante que resume 10 años de investigación, mostrando una realidad dolorosa para la que todavía se esperan respuestas.
Una agradable sorpresa es el documental uruguayo “El casamiento” de Aldo Garay quien, al ser invitado a la boda de Julia, de 66 años, ex travesti, y de Ignacio, de 76, obrero de la construcción, decidió contar la historia de la que ya había registrado algo en el 2003. Entonces, Julia e Ignacio se habían conocido un 24 de diciembre en una famosa plaza de Montevideo y no se separaron jamás. Pasaron los años, operación mediante (hoy Julia es transexual y no travesti), y la pareja continuó hasta casarse. El trabajo de Garay es muy interesante y atrapa desde la emoción y ternura al espectador, intercalando las filmaciones de hace 11 años con el casamiento actual. El cine uruguayo tiene poca producción anual pero siempre da sorpresas: recordamos “Whiskey”, “El perro”, “El baño del Papa” y le sumamos este documental de Garay que va al rescate de los sentimientos y de la compleja simplicidad de la vida común. Muy bueno.
“La hermana de Mozart” es un film francés, del 2010, sobre el gran músico austríaco y su hermana menor. Del realizador René Féret, a lo largo de 120 minutos nos hace un fiel retrato, entendemos, de la época. “Nannerl” fue la hermana menor del genial compositor y una niña prodigio. “Nannerl” era una eximia violinista y acompañaba a su hermano en las giras familiares que el patriarca Leopold les organizaba por las cortes europeas: esta vida se cortó cuando el padre viajó solo con Wolfgang a Italia, por lo que Nannerl no pudo ocupar el lugar que merecía. Se ajusta bastante a la biografía de W.A.Mozart, aunque hay licencias pequeñas sobre la vida de la jovencita. Es un film apasionante para los amantes de la música y en especial del genio de los Mozart. Muy buena, con bellos pasajes musicales.
“Osvaldo Bayer: la livertá”, del rionegrino Gustabo Gzain, que ya fuese presentado hasta en Berlín, cuenta con el protagonismo y la voz en off del mismo Bayer, escritor y pensador de 87 años a quien recordamos por muchas obras pero especialmente por “La Patagonia rebelde”. Su pensamiento, su relación con la vida misma, su respeto por la naturaleza y “el otro”, están narrados, expuestos con especial esmero fotográfico. Es un muy buen documental que merece ser visto por todos.
CHEF: LA RECETA DE LA FELICIDAD
Escrita, dirigida y producida por Jon Favreau. Con Sofía Vergara, Scarlett Johansson, Dustin Hoffman, John Leguizamo, entre otros. Música de Nicola Piovani. Duración: 115 minutos.
BUENA. “ROAD MOVIE” DE “FAST FOOD”
Energía es lo que surge en forma inmediata de este film de Jon Favreau que va desde la mesa de cocina de un afamado restaurante hasta el camión-quiosco que vemos en las esquinas de New York. El protagonista es el mismo realizador y compone a un chef chispeante y entusiasta que se niega a repetir el menú en un local a cargo de un obstinado Dustin Hoffman, aferrado al éxito conseguido en muchos años por los mismos platos.
El chef se siente desairado, se da por despedido y emprende una suerte de “road movie de comida rápida”. Separado de su esposa (la bella Sofía Vergara), con quien mantiene buenos lazos por el  hijo de ambos, acompañado por su mejor amigo (John Leguizamo) y muy lejos de la relacionista del restaurante (Scarlett Johansson), nuestro chef inicia una patriada por Miami, Austin y New Orleans, ofreciendo comida chatarra que está preparada con esmero, lo que marca la diferencia.
El guión es muy ágil y tiene a su favor los paisajes de las amplias y extensas carreteras norteamericanas, diferentes y generosos, y costumbres de cada ciudad y pueblo. Es contagiosa la vitalidad de este chef por su férrea voluntad. Es realmente un canto al placer de la comida, desde la ofrecida en lujosos restaurantes hasta la que se come de pie en un carrito neoyorquino. Un film muy agradable y simpático, sin más pretensiones. Para pasarla bien.
Elsa Bragato
ÉXODO: DIOSES Y REYES
De Riddley Scott. Con Christian Bale, Joel Edgerton, Sigourney Weaver, John Turturro, Ben Kingsley, María Valverde, entre otros. Música de Alberto Iglesias. Duración: 150 minutos.
REGULAR. FLACO RETORNO A LA ÉPICA
Los films épicos siempre tienen su público. Y nos remontan a los inicios del Cinemascope con “El manto sagrado” y una seguidilla de películas históricas que conmovieron a los espectadores de hace 60 años. En este caso, Riddley Scott, quien dedica el film a su hermano Tony, nos redescubre la figura de Moisés, su crianza en la corte egipcia de hace 1300 años A.C., y la relación con su padrastro (John Turturro) y su hermanastro (Joel Edgerton), quienes deberán defenderse mutuamente como si fuesen hermanos de sangre. La primera gran batalla es contra los Hititas y comienza la acción, las luchas cuerpo a cuerpo, hasta medir la verdadera hermandad entre el futuro Ramsés II (el faraón de los monumentos egipcios, que vivió hasta los 90 años, y que se enfrentó a Moisés). Moisés se exilia por defender a los hebreos, esclavos de los egipcios, se casa, y solo regresa para advertir a su medio hermano sobre las calamidades que se acercan por no dar libertad a los oprimidos. Y es quien lleva a su pueblo al Exodo, que tardará muchas décadas, hacia la Tierra Prometida.
Riddley Scott se basa en el relato bíblico contenido en el Antiguo Testamento, que forma el Pentateuco y constituye la Tora de los judíos. No va más allá ni siquiera en su narración por lo que se vuelve muy esquemática, desaprovecha a los actores que tiene (Sigourney Weaver ni se reconoce, Ben Kinsgley es casi “un suspiro” en pantalla), y le quita “pathos” a los personajes. Christian Bale compone a Moisés como si fuese Batman, con un dejo de melancolía casi constante. Su casamiento en un poblado en medio del desierto ocurre entre una secuencia y otra, no media ni una aproximación al romance, tan solo unas miradas de los dos protagonistas. Esto significa que muchas de las escenas planteadas son abruptas, hay que estar atentos a las elipsis del guión, y luego a las elipsis cinematográficas, constantes en el film. Así pasamos de un protagonista en su madurez a uno anciano, desconociendo qué pasó con su mujer y con su hijo, al menos en la ficción presentada.
Lo mejor de este film épico son los efectos especiales que reproducen las plagas con las que la ira de Dios castigó a Egipto: desde las aguas repletas de sangre y la muerte de los peces, hasta la invasión de ranas, de piojos, de langostas, de granizo, la muerte del ganado, la llegada de las tinieblas y la más tremenda que fue la muerte de los niños egipcios. La división de las aguas nos remitió a los tsunami que la vida real y el cine mismo nos han mostrado. Fue el menos logrado de los efectos especiales.
Muy minimalista a pesar de panorámicas (parecen maquetas), esquemática en su narración, Riddley Scott está muy lejos de “Gladiador” y más cerca de la soporífera “1492, la conquista del Paraíso”. Su destacable característica de “arrollar” al espectador con todo tipo de sensaciones se observa en los efectos especiales de las plagas, no así en la dirección general de los actores, deslucidos y sin pasión, ni siquiera en el tratamiento de la historia bíblica. A pesar de todo, es uno de los pocos films épicos que nos llega y, con sus más y sus menos, tiene su público.
Elsa Bragato







jueves, 27 de noviembre de 2014

"JAUJA", "WELCOME TO NEW YORK" Y "PRIMICIA MORTAL", LO MEJOR DEL ÚLTIMO JUEVES DE NOVIEMBRE



JUEVES 27 DE NOVIEMBRE DEL 2014.-
Hay nueve estrenos de cine que renuevan parcialmente la cartelera porteña. Destacamos la animación española “El último mago o Bilembambudin”, de Diego Rodríguez, basado en un libro de la escritora argentina Elsa Bornemann, fallecida el año pasado a los 61 años y la única connacional reconocida con el premio internacional para literatura infantil H. Andersen. Es la historia de Aldana, una niña que decide seguir a un viejo mago quien la lleva al mundo de Bilembambudin. Le sigue una buena producción americana sobre el periodismo freelance nocturno denominado “Primicia mortal”(Nightcrawler), de Dan Gilroy, con el notable actor Jake Gyllenhaal acompañado por una supermaquillada Rene Russo, narrando las peripecias de un hombre sin escrúpulos que descubre el mundo del periodismo nocturno en Los Angeles en busca de noticias, desde crímenes hasta abusos de todo tipo. Apunta principalmente a desnudar las lacras sociales incrustadas en el periodismo y cómo, a partir de seres inescrupulosos como el protagonista, se nutren los imperios periodísticos, el amarillismo y las inmundicias humanas revestidas de “headlines” o titulares del día. Muy interesante, cercana en la temática al morbo que exhibe la televisión porteña. “Tango de una noche de verano” es un documental de Viviane Blumenschein, documentalista radicada en Berlín. Finlandia considera que el tango nació allí y hasta ese frío país, donde no sobran las palabras y el ambiente es apacible y ordenado, van dos músicos argentinos (El “Chino” Laborde y Pablo Greco) a quien se les une “Dipi “ Kvitko. Nuestra música ciudadana tiene notable raíces en Finlandia y se analizan desde el tango bailado hasta el cantado en finlandés a través de nuestros compatriotas. “El examen”, de Stuart HAzeldine es del 2009 y tuvo repercusión en Edimburgo. Reaparece en las salas comerciales luego de pasar por DVDs y copias truchas, un remedo mal encarado de la muy buena “El método” (2005) de Marcelo Piñeyro con Pablo Echarri en el protagónico (las comparaciones son odiosas pero, en este caso, permiten resaltar las bondades del film de Piñeyro que, en su momento, se consideró algo tedioso).
QUIERO MATAR A MI JEFE 2
De Sean Anders. Con Jason Bateman, Charlie Day, Jason Sudeikis, Jennifer Aniston, Jamie Foxx, Kevin Spacey, Christoph Waltz, entre otros. Música de Christopher Lennertz. Duración:  98 minutos.
REGULAR. TEDIOSA Y REITERATIVA “VENGANZA”
Si la primera parte de “Quiero matar a mi jefe” nos resultó una película divertida, con gags muy bien logrados, alocada, y reidera, no ocurre lo mismo con esta segunda parte donde la acción se centra en los tres empleados decididos a ser dueños de sus destinos y a concretar diversas venganzas (Waltz es el feroz empresario, da una “mano” pero los tres protagonistas se las verán en figurillas para sortear obstáculos). Sin entorno familiar visible, el film queda reducido a diferentes opciones de los tres protagonistas para superar el destino de ser empleados, metiéndose en líos varios. La repetición de situaciones es altamente tediosa, muy pocas veces produce alguna que otra risa, y uno siente un “dejá vu” constante, aún con las presencias de Kevin Spacey y Christoph Waltz. En definitiva, produce más bostezos que sonrisas por la pobreza de su guión y este querer vendernos un humor transitado hasta el hartazgo. Las actuaciones siempre son muy buenas, ajustadas a los roles, sin mella alguna. Entre escapes automovilísticos y alguna que otra mención a las pacientes esposas, los simpáticos protagonistas hacen lo que pueden con sus roles. Muy poco para pagar una entrada tan cara hoy en día.
Elsa Bragato
LÍNEA DE FUEGO
De Gary Fledor, con guión de Silvester Stallone además de uno de sus productores. Coon Jason Statham, James Franco, Winona Ryder, Frank Grillo y la pequeña Isabela Vidovi, entre otros. Música de Mark Isham. Duración: 100 minutos. Basada en la novela de Chuck Logan.
BUENA. ACCIÓN Y SUSPENSO SIN PRETENSIÓN
Tener a Jason Statham (actor inglés de destacada trayectoria en el teatro de Londres) significan acción y trompadas por doquier. Silvester Stallone, hábil guionista de más de 50 films (un dato en el que no siempre se repara), mezcla hábilmente dosis de acción, explosiones y bucólicas secuencias familiares. Se centra en la vida del ex agente de la Dea Broker, viudo, padre de una pequeña que a su corta edad ya sabe noquear como su progenitor (la dulce Isabela Vidovic) quien, dos años antes, destruyó una banda de narcotraficantes. Se radica en otra ciudad pero será su pequeña hija quien dé inicio a una acción que el cansado y triste agente no quiere ya emprender. El villano, encarnado por James Franco, no le dará tregua acicateado por su pareja. Los ingredientes del género están: acción y thriller policial de principio a fin además de una excelente fotografía que es un plus nada despreciable, incluso con cámaras zenitales. Interesante. No pretendamos ver el policial del tercer milenio pero sí una película que cumple con su propósito de entretener de principio a fin sin pretender dejarnos ni moralejas ni ninguna subhistoria que movilice nuestra conciencia. Agregamos que Chuck Logan, autor de la novela en la que se basa el guión, es un veterano de Vietnam y un reconocido autor de libros policiales.
Elsa Bragato
PATRICK
De Mark Harthley. Con Sharni Vinson, Rachel Griffiths, Charles Dance, Jackson Gallagher, entre otros. Música de Pino Donaggio. Duración: 110 minutos.
BUENA. REMAKE DE FUERTE IMPACTO
En 1978 se estrenó el film homónimo de origen australiano dirigido por Richard Franklin, siguiendo el incipiente fanatismo producido por la telequinesis, introducida en 1976 por Brian de Palma en el film “Carrie”. Mark Harthley toma los momentos sustanciales del film y del director, a quien admiró profundamente, con un toque setentista de los films de Alfred Hitchcock, es decir, sustos sucesivos de importancia que alertan al espectador de lo que está por venir. No exenta de tremendas escenas de electroshocks y otras muy “gore”, “Patrick” transita cómodamente por el thriller, a través del enfermo comatoso “Patrick”, sometido a verdaderas torturas por el médico de la clínica en la que es contratada la ingenua enfermera “Kathy Jacquard” (un excelente trabajo de Sharni Vinson). “Patrick” muy pronto mostrará que, aún postrado, tiene un notable poder de encender computadoras y de movilizar objetos y hasta de matar con su mente, hechos que van in crescendo hasta un final a toda orquesta, es decir, a todo horror.
La concepción de la película es clásica, nos recuerda justamente a los autores que admira Mark Harthley, y tiene actuaciones importantes en la protagonista y Rachel Griffiths, que compone a una especie de “enfermera gobernanta” del lugar. Una atmósfera opresiva, siniestra, es otro d elos logros de este film de bajo presupuesto de Mark Harthley que llega a la cartelera porteña luego de seis meses o más de espera en la gatera. Cumple su objetivo y está destinado a los fanáticos del género.
Elsa Bragato
WELCOME TO NEW YORK
De Abel Ferrara. Con Gerard Depardieu, Jacqueline Bisset, Ronald Gutman, Eddy Challita, entre otros. Duración: 124 minutos.
MUY BUENA. SOBERBIA ACTUACIÓN DE DEPARDIEU
Este plato fuerte de Abel Ferrara, de quien se presentó “Pasolini” en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, no ahorra escenas escabrosas y somete a su protagonista, el soberbio Gerard Depardieu, a la presión de demostrar todas las bajezas sexuales de la que es posible un hombre. El caso está directamente inspirado en el ex director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, quien abusó de una empleada doméstica de un reconocido hotel neoyorquino. El personaje de Gerard Depardieu es “el señor Deveraux”, con un hambre de sexo incontenible, sentado en el poder del mundo y manejando la vida de hombres y mujeres a su arbitrio, situación que produce tanto desagrado como las tremendas secuencias de sexo oral brutal de Depardieu-Deveraux y algunas de las hermosas mujeres elegidas como “plato diario” para tales menesteres.
Los hechos ocurrieron el 14 de mayo del 2011 y le costó al execrable director del FMI la prisión, la pérdida de su generoso puesto en el FMI y su carrera presidencial, si bien llegó a un acuerdo monetario para librarse de una detención mucho mayor. Depardieu no le hace asco a la perversión del “dueño del mundo” entonces y se mete en el papel con una conciencia actoral que remueve las tripas del más centrado espectador. Por un lado, es asombrosa su actuación y, por otro, resulta revulsiva… aunque notable, hay que remarcarlo.
La primera parte nos muestra al señor Deveraux ingresando a su cuarto número 1806 de un famoso hotel al que no se le toma el nombre pero es el mismo al que concurría Strauss-Kahn, teniendo una habitación de número similar, la 2806, donde abusó de una afroamericana obligándola a tener sexo oral, sin entrar en detalles realmente escabrosos. En ese cuarto a Deveraux lo esperan varias prostitutas (son ofrecidas como “postre” para los empresarios que lo visitan) acompañadas por jóvenes que hacen de “corte de aduladores”. No tiene preferencias. Cualquier mujer le cae bien para someterla a un brutal sexo oral. El caso de la doméstica que sufre su avasallamiento lo lleva a la prisión cuando regresaba a París para encontrarse con su fuerte esposa, Simone Deveraux a cargo de una gran Jacqueline Bisset.  En la prisión estalla otra actuación memorable de Gerard Depardieu, un hombre que en su vida personal ha transitado por todos los caminos sinuosos de la vida (hace poco reveló que fue violado en su juventud): desnudo, con una panza kilométrica, se somete a la revisación de la policía neoyorquina, mostrando sus genitales sin titubeo, agachándose, de frente, de perfil. Ya en lo que podemos llamar la segunda parte, cuando logra ser liberado y enviado a París, se establece un duelo actoral con Jacqueline Bisset de alto voltaje, diálogos de honestidad brutal, dejando al descubierto una Simone Deveraux que guía los destinos comerciales y políticos de su marido pero que ya no puede hacer mucho ante la vergüenza pública desatada por la incontrolable adicción al sexo de Deveraux.
EL poder conlleva miserias. Una de ellas es la utilización del sexo como medio de presión y sojuzgamiento del otro, hombre o mujer, y en el film está claro que el orgiástico señor Deveraux manejó el mundo desde sus genitales por lo que mal pudo pensar en el real sufrimiento de tantos pueblos por sus incoherentes y malignas recetas económicas.
Destacamos algunas tomas muy especiales sobre el rostro de Gerard Depardieu cepillándose los dientes, gestos de depravación que conmueven a la platea más que la brutalidad sexual del personaje. No es para cualquier público. Las escenas no tienen miramientos. Y es, sin duda, una actuación memorable de Gerard Depardieu que se muestra tal como vino al mundo con un desparpajo que, aunque choque, demuestra quién es al pisar un set.
Elsa Bragato
JAUJA
De Lisandro Alonso. Gui`´on de Fabián Casas y Lisandro Alonso. Con Viggo Mortensen, Villbjork Malling Agger, Ghita Norby, Adrián Fondari, Esteban Bigliardi, Diego Roman, Mariano Arce, Misel Saavedra, entre otros. Música original de Viggo Mortensen. Duración: 108 minutos.
MUY BUENA. CAMINO EXISTENCIAL BAJO EL CIELO PATAGÓNICO
Esta quinta entrega de Lisandro Alonso (La libertad, Los muertos, Fantasma y Liverpool), está más lejos de las anteriores de la pátina experimental que las caracterizó. En este caso, Jauja, apuesta a lo narrativo y se materializa en un western mitológico cuyo espacio físico e histórico es la Conquista del Desierto (1882), en la Patagonia. El fotógrafo finlandés Timo Salminen ha logrado una fotografía estupenda de nuestro sur, describiendo cada paisaje con una minuciosidad provocativa por la lentitud, en contraposición a la acción de los personajes. Viggo Mortensen, notable “celebrity” que enaltece nuestro cine y este país donde se crió hasta sus 11 años (nació en New York en 1958 de padre danés y madre norteamericana, se especializó en actuación, música, fotografía, pintura y literatura, teniendo una editorial para poetas noveles), protagoniza “Jauja” que se presenta en el comienzo del film con un cartel donde se explica la leyenda del considerado paraíso terrenal y mitológico que muchos buscaron desde tiempos inmemorables. La historia se centra en un militar danés (Mortensen) quien no está a gusto en las lánguidas mesetas patagónicas, anhelando la civilización de su Dinamarca natal. Pero su hija de 15 años UVillbjork Malling Agger) se enamora y se escapa con un soldado criollo, por lo que inicia una búsqueda de la jovencita a lo largo de todo el film.
Muchos elementos condimentan la historia, desde torturas hasta secuestros, encuentros místicos, que jalonan el recorrido del militar danés. Por un lado lo agobia la realidad y por otro hay un clima ficcional opresivo en el que también vive.
La contemplación de la naturaleza es una de las apuestas del film con la lectura que le da el protagonista: el disfrute de lo que ve y lo que ese cielo tachonado de estrellas dibuja en su alma y en su mente. En una secuencia de este tenor se escucha una melodía creada por Viggo Mortensen quien, a la manera de Clint Eastwood, despunta en este film de Alonso otra de sus cualidades artísticas. Thriller con fuertes matices espirituales y extrasensoriales, la propuesta de Alonso y de Mortensen es un atrapante trayecto existencial, entre el agobio de la realidad y la presión del alma. Muy interesante propuesta.
Carlos Pierre