PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

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jueves, 5 de junio de 2014

"A MILLION WAYS TO DIE IN THE WEST", "LUNA DE MIEL EN FAMILIA", "LUMPEN" Y "AMAPOLA", ESTRENOS JUEVES 5



JUEVES 5 DE JUNIO DEL 2014.-
Hay seis estrenos, que incluyen dos films nacionales: “Lumpen” marca el debut cinematográfico de un gran actor, Luis Ziembrowski. El film fue presentado en el festival de Mar del Plata siendo muy bien recibido por la crítica. Nos habla de un individuo cobarde y cómo actúa con su entorno, es también un análisis del ser humano pequeño de espíritu. Como curiosidad, se presentan dos films italianos: “El árbitro”, en el glorioso blanco y negro, de Paolo Zucca, que narra el caso de un árbitro que protagonizó un escándalo de corrupción y fue derivado a la tercera división. Hay muy buenas actuaciones y la fotografía es estupenda. Finalmente, “Tutti i santi giorni”, una comedia romántica de Paolo Virzi, sobre una joven pareja que busca un hijo y a la que la vida le pondrá suficientes obstáculos como para que la narración sea entretenida. Es una comedia costumbrista.
El segundo estreno nacional es “Amapola”, del laureado con el Oscar Eugenio Zanetti, cordobés de renombre internacional. Reúne un gran elenco encabezado por Camila Belle, además de Francois Arnaud, la estupenda Geraldine Chaplin, Paz Vega, Elena Roger, Leonor Benedetto, Nicolás Pauls y Esmeralda Mitre. La música es de Emilio Kauderer. Es una mezcla de realismo mágico y musical, una comedia que incluye un viaje en el tiempo. Destacamos la puesta de Zanetti, impecable, con planos secuencias de notable belleza. Lo que no convence mucho son el guión y el delineamiento de los personajes.
A MILLION WAYS TO DIE IN THE WEST
De Seth Farlane. Con Seth MacFarlane, Charlize Theron, Amanda Seyfried, Liam Neeson, Neil Patrick Harris, entre otros. Música de Joel McNeely. Duración 116 minutos.
REGULAR. ESCATOLOGÍA Y CHISTES REMANIDOS
Seth MacFarlane es el creador de “Padre de familia”, uno de los muy buenos productos televisivos que se ven también en nuestro país, y de “Ted”, el oso que quiere ser “Mafalda” sin conseguirlo. Sinceramente, se esperaba mucho más por la muy buena combinación de planos secuencias que muestran el desierto de Arizona en toda su imponencia y la banda sonora, rememorando la música de los westerns clásicos. Estos dos factores técnicos son lo mejor de este largo film que decae muchísimo por momentos y muestra escatología en estado puro, desagradable. Seth Macfarlane sabe hacer humor pero tiene un “techo”: las ideas son hasta “ahí”. O, en todo caso, su humor va para la una pantalla chica como la televisión y no para la pantalla grande del cine.
En realidad, uno tiene la sensación de que, más allá de la  historia de amor inicial en la que tercia un duro Liam Neeson y la bella Charlize Theron enfrentados a una Amanda Seygried muy descolocada en su papel de ingenua a ultranza, el film es una sumatoria de secuencias bien estrictas donde se han planificado hasta el milímetro los diálogos. Falta espontaneidad, falta creatividad. No así Neeson y Theron, siempre verosímiles.
La coreografía planteada para la narración es muy buena, ya indicamos los dos aspectos técnicos que merecen subrayarse. El tema entonces pasa por el guión y por la actuación de Seth MacFarlane en su papel de timorato en pleno 1882, cuando todo se resolvía a los tiros. Le queda a MacFarlane los tics televisivos que nunca funcionan en el cine. Esa suerte de complicidad con el espectador no va. No podemos hablar de decepción absoluta, pero no es lo que esperábamos. A todo esto agregamos que Seth Mcfarlane suele ser un número puesto en la taquilla. Pero la crítica es ésta: demasiado poco para tanta publicidad.
Quédense un ratito más, si deciden ir a verla, porque aparece Jamie Foxx en su papel de “Dyango sin cadenas”, una escena brevísima que, por lo menos, arranca una sonrisa, casi casi lo mejor de este largo film.
Elsa Bragato
LUNA DE MIEL EN FAMILIA
De Frank Coraci. Con Adam Sandler, Drew Barrymore, Wndi McLendon –Covey, entre otros. Música. Rupert Gregoson Williams. Duración: 117 minutos.
REGULAR. SANDLER BUSCA REDIMIRSE
Adam Sandler ha ganado varias veces el premio Frambuesa al peor actor, que se otorga un día antes de los Oscar, así también como sus películas. Acostumbrado a un humor rugoso, escatológico, pobre, hay que decir que, en este film, asoma un Sandler maduro que se vale de la química que siempre tuvo con Drew Barrymore (recordar “Como si fuera la primera vez”). Aquí funciona a pesar de las familias casi disfuncionales que los dos llevan sobre sus espaldas: él es viudo con tres hijos y ella está divorciada con dos hijos.
Sin que medie mucha explicación, ambas familias, una sin madre y la otra sin padre, aparecen en Africa con sus hijos. No resulta un viaje de placer económico. Salvada la situación que no se explica, es en el gran continente donde los chicos estarán a sus anchas (aún molestando al reino animal en demasía) y sus respectivos padres se darán cuenta de que los une algo más que una simpatía. La cuestión seguirá en los Estados Unidos, y el amor se sellará con un beso, muy esperado.
Hay secuencias extensas, muy largas, más de lo mismo, donde el guión se da vuelta sobre sí mismo varias veces para extraerle todo el jugo posible y no se logra. Aburren. Con media hora menos, el film habría resultado redondito dentro del género de típica comedia norteamericana más para ver por cable que para comprar una entrada.
Adam Sandler viene cayendo en su carrera en la que uno encuentra pocos títulos sin escatología o humor barato. En este caso, rescatamos su regreso a una comedia que no tiene excesos en el humor pero tampoco exceso de creatividad. Sí llama la atención la fijación en África de muchos films como éste, hecho que se repite en los museos neoyorquinos. En esto, siempre hay que ver un sesgo político, siendo como es el “continente experimento” para muchos laboratorios químicos europeos (denunciado hasta en el cine). Aquí es el continente para el recreo de dos familias que encontrarán un camino nuevo en el amor. Un recreo carísimo para casi nada.
Elsa Bragato