PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

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jueves, 5 de septiembre de 2013

"SÉPTIMO", "VENIMOS DE LEJOS" Y "EL ATAQUE", LO MEJOR DE ESTE JUEVES 5




JUEVES 5 DE SETIEMBRE DEL 2013.-
Hay cinco estrenos en la cartelera porteña, que incluyen la coproducción hispano-argentina “Séptimo” y la supernacional “Venimos de lejos”, realizada por el grupo de teatro Catalinas Sur, con los vecinos, una realización de Ricky Fiterbarg que recomendamos, simpática y agradable, basada en la primera obra de teatro que hace 30 años montaron en La Boca. La italiana “Un piso para tres”, de Carlo Verdone, es una “commedia alla italiana”, con tres varones maduros que deciden compartir un departamento por dificultades económicas. Gran desarrollo de personajes y la simpatía “tana” que siempre atrapa. “Aviones” es la infantil animada semanal para los superchiquitos, al estilo de “Cars”, nada novedoso pero entretenida para los pequeños y familiar. Comentamos en detalle “Séptimo” y “El ataque”.
LA PELÍCULA DE LA SEMANA
“SÉPTIMO”
De Patxi Amezcua. Con Ricardo Darín, Belén Rueda, Luis Ziembrowski, Osvaldo Santoro, Jorge D’Elía, entre otros. Música de Roque Baños. Duración: 85 minutos.
BUENA. POLICIAL REDONDO SIN SORPRESAS
Ricardo Darín es el pivot de este film, un policial que mantiene un interesante interés en el espectador, muy bien filmado por Patxi Amezcua, con locaciones excelentes como el tradicional edificio porteño de la calle Brasil que permite desarrollar la trama en su totalidad. Santiago-Darín está divorciado de su esposa española, Delia, pero se encarga de sus hijos. Sebastián se fue del país durante la debacle del 2001 y regresó en el 2008, con su familia. Pero su mujer quiere volver a Madrid. El juego de que los niños bajen por las escaleras desde el séptimo piso y el padre por el ascensor a ver “quién llega primero a planta baja” se transforma en una trampa para Santiago y sus chicos. El director da varias pistas que hacen pensar al espectador mientras la desesperación por la desaparición de los niños se apodera de “Santiago”. Ricardo Darín se carga sobre sus hombros el peso del film. Es él quien mantiene en vilo a la audiencia durante media hora, es Darín quien se desespera, solo él con una cámara manejada sabiamente. Y esto habla de su enorme valor actoral y carisma.
El elenco, en general, ha sido muy bien elegido. Belén Rueda, a quien hemos visto en films de terror, es aquí una dulce y cruel ex esposa; Luis Ziembrowsky es de esos actores como Richard Jenkins, “segundos” (en este film, no en otros) que son primeros. Osvaldo Santoro, más que eficaz, sólido, creíble en cada secuencia, al igual que Jorge D’ Elía, con menos exposición que el resto.
El problema que presenta la película es su rápida resolución, previsible de alguna manera, y un detalle en su narración al comienzo que deja dudas: cuando el papá promete que los chicos no irán por las escaleras. Esta secuencia, con el transcurrir del film, queda sin una resolución clara, plena, cuando es básicamente el comienzo de todo lo que sucederá.
Es la tercera película en la que el actor argentino encarna a un abogado: “El secreto de sus ojos”, “Tesis sobre un homicidio” y “Séptimo”. La taquilla está asegurada. Darín es un cheque al portador.
Carlos Pierre
LA POCHOCLERA SEMANAL
“EL ATAQUE”
De Roland Emmerich. Con Jamie Foxx, Channing Tatum, Maggie Gyllenhaal, Richard Jenkins, James Woods, entre otros. Música de Harald Kloser y Thomas Wanker. Duración: 131 minutos.
BUENA. PREVISIBLE, REMANIDA, CON SUPEREFECTOS ESPECIALES
Roland Emmerich nos ha regalado el bodrio parafernalio “2012” y suele estar obsesionado por el fin del mundo, clamando piedad a los países en desarrollo. Recordar “El día después de mañana” donde un personaje decía que nos “perdonaban la deuda” para invadirnos pacíficamente y escapar del congelamiento del hemisferio norte. En el caso de “El ataque”, que en inglés se llama “White House down”, repite el tema del film “Ataque a la Casa Blanca” con Gerard Butler, plena de explosiones.
Nadie duda de la efectividad de estos films, son atrapantes por lo entretenidos de principio a fin, tienen parlamentos básicos, elementales que nos sabemos de memoria, hay un patriotismo exagerado y existe la psicosis de que un nuevo ataque sobrevendrá en los Estados Unidos de algunos de sus enemigos. Los últimos han sido los norcoreanos. Ahora redescubrieron a sus propios enemigos internos. Y está encarnado, nada menos que por James Woods. El protagonista es el ascendente e inexpresivo Channing Tatum, joven forzudo destinado a reemplazar a glorias como Bruce Willis, por ejemplo.
El presidente afroamericano es Jamie Foxx que obviamente compone al actual primer mandatario Obama. La historia se sintetiza en este joven padre que encarna Tatum como John Cale, divorciado, que consigue un pase a la Casa Blanca para su hija Emily, interpretada por la niña Joey King, y un grupo de agentes secretos que monitorean la vida en la casa Blanca donde está el resto de los actores. Los enemigos son varios: desde un norcoreano que pronto desaparece de escena hasta Martin Walker – Woods- quien no le perdona a su país la guerra en Medio Oriente donde ha muerto su único hijo. Es así como los mercenarios inundan la Casa Blanca y comienza una correría por pasadizos “donde Kennedy ocultaba a Marilyn Monroe”, para salvar a Obama-Foxx, tiroteos con armas infernales que jamás hemos visto por aquí, y la decisión de Eli Raphelson (el eficaz e imprescindible Richard Jenkins) de atacar la Casa Blanca con los “raptors”, aviones caza cargados de misiles que persiguen a sus víctimas. Los helicópteros especiales también entran en acción y meten miedo. Una de las secuencias más impactantes es la caída de uno de ellos sobre el techo de la Casa Blanca, impresionante escena casi de terror donde hay fuego, balas, gritos, todo lo que se necesita para hacer saltar de la butaca al espectador.
Por otro lado, si nos remitimos a la historia de los Estados Unidos, la escena donde Raphelson – Jenkins jura como presidente creyendo que Obama-Foxx está muerto o desaparecido, nos remite inmediatamente a la jura como tal de Lyndon Johnson luego del asesinato de John Kennedy.  Y es cuando uno se pregunta sobre el objetivo político del film, si de alguna manera busca desentrañar confabulaciones contra el presidente Obama.
Channing Tatum es quien arriesga todo, lo hieren pero sigue adelanta, salva al presidente de USA que recibe varios balazos pero “algo” evita su muerte. Tatum es el nuevo héroe de la pantalla de Hollywood aunque le falta actuación, expresión, todo lo que se necesita para ser un actor. Baby face, nada más.
Llama la atención el discurso de Martin Walker – James Woods: que Estados Unidos no incursione más en Medio Oriente, que saque sus tropas, que no genere más guerras, en momentos en que el ataque a Siria de su país es inminente, si no ocurrió ya cuando salgan estas líneas.
El mérito del film es el entretenimiento y los efectos especiales utilizados, pura adrenalina con discursos políticos conocidos, personajes lineales y mensajitos pseudopolíticos infantiles, filosofía de bares, de entrecasa que algún día podrían darse en serio, no? Para largar cualquier furia semanal acumulada.
Elsa Bragato