PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

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jueves, 8 de septiembre de 2011

HABEMUS PAPAM, AMIGOS CON BENEFICIOS, SIN LÍMITES, APOLO 18, ESTRENOS JUEVES 8 SETIEMBRE



JUEVES 8 de setiembre del 2011.
Hubieron  cinco estrenos. El documental Soi Cumbio, de Andrea Yannino, no lo comentaremos.
HABEMUS PAPAM
De Nanni Moretti. Con Michael Piccoli, Nanni Moretti, Margherita Buy, entre otros. Música de Franco Piersanti. Duración: 104 minutos.
MUY BUENA. MORETTI EN UNA URTICANTE PROVOCACIÓN, INTELIGENTE Y MORDAZ
Nanni Moretti sigue cosechando éxito con sus realizaciones. Antes de Habemus Papam, en el tradicional latín, fue Il Caimano, donde satirizó a Silvio Berlusconi y su manejo despótico del poder mediático. En el caso de “Habemus…”, Moretti hace una sátira de un Papa electo que tiene miedo al cargo que se le acaba de conferir. Además, hay una urticante provocación sobre el tema de la Fe y las convicciones personales.
Encarnado por un soberbio y maduro Michel Piccoli (tiene 85 años), actor estrella de films antológicos de los 60 y 70,  la narración expone el ataque de pánico que sufre un reciente nominado Papa, de allí el título, después de un cónclave magníficamente recreado en los estudios Cinecittá como si fuese la majestuosa basílica de San Pedro.
El nuevo Papa necesita ayuda y se recae en un renombrado psicoanalista que encarna el propio Nanni Moretti. El Papa siente inhibición ante la responsabilidad de enfrentar a la multitud y debe superarla. Todo cae en manos de este terapeuta que es ateo. Aquí comienza la verdadera ironía del director, que es uno de sus grandes atributos cinematográficos, sin caer en la burla gruesa o malintencionada hacia la Fe católica que, por otra parte, fue su primera educación.
Es una de sus películas más ambiciosas de Moretti, con la ambientación del imponente marco del Vaticano, de donde emana ese tono ceremonial y grandilocuente, forjado por la política papal y el genio de los artistas del Renacimiento. Michel Piccoli es este Papa que escapa del Vaticano y de su consagración para sumergirse en el anonimato de la ciudad de Roma, viajar en un colectivo o comer una medialuna en un bar, recuperar su experiencia pasada como la pasión por el teatro (va a ver La Gaviota, de Chéjov, que cumple un importante papel en la trama). También visita a una psicoterapista, encarnada por Margherita Buy, que está en la ciudad dado que el psicoanalista ha quedado en el Vaticano, de alguna manera prisionero de las circunstancias y de la responsabilidad que se le ha impuesto, curar al Papa.
Destacamos dos secuencias muy graciosas: cuando a los cardenales, tratados como apóstoles mansos e ingenuos, los entretiene haciéndolos jugar al vóley en una cancha improvisada en los patios monacales. Y, para un mayor delirio de su propuesta, Moretti incluye el tema “Todo Cambia”, interpretado por Mercedes Sosa, música que desata un hilarante baile de los cardenales.
Obviamente, el film no fue bien recibido en el Vaticano, consideró que la representación del Papa era ofensiva. Sin embargo, la crítica y el público le dieron un rotundo sí. Desafiante y agnóstica, Habemus Papam o el Psicoanalista del Papa sigue el pensamiento de Moretti, agnóstico por decisión, aunque de ninguna manera anticlerical. Es su punto de vista, inteligente y mordaz. No hay que perder este film.
Carlos Pierre

APOLO 18
De Gonzalo López-.Gallego. Con Warren Christie, Lloyd Owen, Ryan Robbins, entre otros. Duración: 86 minutos.
BUENA. LA MISIÓN OCULTA EN UN DOCUFICCIÓN POLÉMICO
Gonzalo López-Gallego debuta en el cine de Hollywood con este film (recordar “El rey de la montaña”) que se puede catalogar como un “falso documental”, es decir, fraguado porque no se refiere a documentos de los que se pueda tener certeza de su existencia en la NASA.
Trata el caso de una misión tripulada a la luna que viajó en diciembre de 1973, un año después de la última misión Apollo 17, lanzada el 17 de diciembre de 1972. Supuestamente cumple una misión secreta gestada por el Departamento de Defensa de USA para depositar en el suelo lunar un radar de última generación.
Pero los hechos nos muestran que ése no es el verdadero motivo de la misión sino que debe certificar la presencia de alienígenas instalados en la Luna. Los dos astronautas depositados en un módulo lunar hallan primero a un cosmonauta ruso muerto junto a su módulo y luego detectan una interferencia en sus comunicaciones con la nave que orbita alrededor de la Luna. Unos seres extraños, pisadas raras en el suelo lunar, y piedras animadas donde se alojan una suerte de criaturas pequeñas parecidas a nuestras tarántulas atacan a los astronautas. Uno de ellos muere.
La NASA no perdió tiempo, según indican las informaciones del exterior, y declaró que este film no es ni documental ni tiene visos de realidad y nada tiene que ver con el archivo de sus 6 misiones exitosas desde 1969 a 1972. Lo curioso es que nunca más se volvió a pisar suelo lunar y de eso han pasado 40 años de silencio.
Muchos de los enunciados en este film, por ejemplo el contacto de los astronautas con los alienígenas (recordar la última Transformers en 3D que tocaba el mismo tema pero con otros objetivos argumentales), tienen fans en todo el mundo y jamás se descartó la posibilidad de aliens en la Luna. Por lo tanto, es buen motivo para un argumento. Se sigue batallando, es cierto, con la coherente idea de que no estamos solos en el Universo. La Luna es el satélite-planeta más cercano a nuestro hábitat.
El realizador pone la sospecha para hacer creíble su ficción señalando que se presentan imágenes de archivo ocultado por el gobierno norteamericano, perteneciente a una supuesta y secreta misión lunar, la misión Apollo 18 que, oficialmente, nunca existió. Es un buen gancho para un thriller atrapante, oportunismo inteligente de López-Gallego para atraer a muchos pochocleros en las salas. No está mal.
Carlos Pierre
AMIGOS CON BENEFICIOS
De Will Gluck. Con Justin Timberlake, Mila Kunis, Woody Harrelson, Patricia Clarkson. Duración: 108 minutos.
MUY BUENA. REVANCHA DE LA COMEDIA ROMÁNTICA
Las comedias románticas están unidas a ciertas décadas del cine de Hollywood, y tiene íconos como Doris Day y Rock Hudson, o Cary Grant y Audrey Hepburn, entre otros. Sin embargo, el siglo XXI ha conseguido darle una vuelta de tuerca y lograr este film, cuya traducción del título en inglés corresponde literalmente al título en castellano, donde un hombre y una mujer se proponen tener sexo, cumplir con necesidades biológicas dentro de un clima de gran armonía y amistad pero sin involucrar los sentimientos.
Tema conocido si los hay, más que tratado, pero no de esta manera donde brilla Justin Timberlake y aparece una dúctil y bella Mila Kunis, a quien vimos en El Cisne. La anterior película sobre estas relaciones que no terminan como sus protagonistas se lo proponen fue Amigos con Derechos con Natalie Portman y Ashton Kutcher, que no dejó de ser un film condicionado sin gracia y aburrido.
Aquí está la revancha del género: una joven cazatalentos descubre a Dylan, existoso editor en internet de Los Angeles y lo contrata para una marca en New York. El encuentro de los dos abre posibilidades para algo más cuando la joven se empecina en hacerle conocer la ciudad para que deje de sentir nostalgias por Los Angeles y un estilo de vida totalmente diferente, playas cercanas, hermosos chalets, placidez y un clima cálido y seco. Estas diferencias que van surgiendo entre una ciudad y otra son muy especificas y hacen a la vida de los americanos por lo que la pintura del director Will Gluck es exacta.
El sexo llegará y hay escenas muy bien jugadas por los dos protagonistas que, aún en situaciones comprometidas, se sortean con diálogos ágiles, sinceros, comunes a todos, que resultan muy divertidos por la empatía con la vida íntima de cualquiera de nosotros. El soporte está en dos grandes actores: Woody Harrelson, como el editor gay de deportes de la empresa donde trabaja Dylan, y su madre en la ficción a cargo de Patricia Clarkson, una mujer encallada en la década del 70 con todos sus elementos (el amor libre y las drogas).
También hay escenas emotivas sin dejar de ser graciosas como el encuentro de Dylan con su padre, que padece Alzheimmer pero quien está con los pies en la realidad más que el resto de los mortales.
El único elemento deslucido es el viraje al amarillo del film que destrata los paisajes neoyorquinos turísticos. Y como elemento diferente bien utilizado están los dos “flash mob” que tanto vemos en las campañas publicitarias y que aquí Gluck emplea como novedad en la comedia romántica sumándolo a los clishés totalmente renovados a través de la gracia y de las nuevas formas de relacionarse que hoy existen. Para ver sin lugar a dudas.
Elsa Bragato

SIN LÍMITES
De Neil Burger. Con Gradley Cooper, Robert De Niro, Abbie Cornish, entre otros. Música de Paul Leonard-Morgan. Duración: 105 minutos.
BUENA. VÉRTIGO EN UNA FICCIÓN MUY ATRAPANTE
Bradley Cooper es el mismo actor de la exitora Qué pasó en Las Vegas?, protagonizando ahora a un escritor deprimido, que no puede terminar su último libro y que vive en Chinatown en un lugar miserable. Su novia lo deja y el destino quiere que encuentre a un amigo que le da una pastilla de NZT, una droga que estimula aunque aún no está aprobada según el guión.
Esta droga produce un efecto tremendo en Eddie, tal el nombre del personaje de Cooper, quien logra terminar el libro y empieza a ver la vida de otra manera, dejando la depresión. En este aspecto, la fotografía de Burger es un factor decisivo para comprender lo que pasa en la mente de Eddie.
Hay puntos de contacto con la estupenda El Origen, de Christopher Nolan, una droga y el mundo que se tuerce, aunque el director de El Ilusionista (Burger) no recurre a la sofisticación de los efectos especiales sino a la fotografía adecuada a la percepción del personaje. Este ascenso social le permite a Eddie recuperar a su novia y ser contratado por un hombre de las finanzas que encarna el siempre notable Robert De Niro.
De todas maneras, la felicidad alcanzada tiene su contracara, como en la vida real, y surgirán enemigos inimaginables para Eddie que deberá reacomodar su vida a tantos embates y peligros. En este sentido, se pudieron suprimir o darle una vuelta de tuerca a alguna de las secuencias para no caer en algo previsible.
No obstante, hay frenesí atrapante para el espectador que se sentirá involucrado desde el comienzo en la carrera meteórica que descubre Eddie y a la que no le puede poner fin como quisiera. Un thriller bien hecho, bastante original, que nos mantiene atados a la butaca.
Elsa Bragato