PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

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jueves, 10 de octubre de 2013

"GRAVEDAD", "BLUE JASMINE" Y "ABRIL EN NEW YORK", LO MEJOR DE LA SEMANA




JUEVES 10 DE OCTUBRE DEL 2013.-
Hay seis estrenos entre los que se incluyen dos nacionales: el documental “La guerra del fracking”, de Fernando Pino Solanas, que circula fuera del circuito comercial. Es el séptimo documental del político y cineasta sobre temas nacionales, ahora enfocado al perjuicio ambiental, desde su óptica, con algunas charlas con habitantes del lugar, que se producirá con la explotación del yacimiento Vaca Muerta. El film cuenta con la voz en off de Solanas y con un bien marcado fin político habida cuenta la proximidad de las elecciones legislativas. Está muy lejos de sus primeros documentales y nos muestra el cambio ideológico de Solanas, ubicado hoy en los grupos mediáticos, muy lejos de los intereses de los argentinos. Es un informe televisivo y no cinematográfico.
1)       LA MEJOR PELÍCULA DE LA SEMANA
GRAVEDAD
De Alfonso Cuarón. Con Sandra Bullock, George Clooney, Ed Harris, entre otros. Música de Steven Pric. Duración: 90 minutos.
EXCELENTE. UN FILM PARA “VIVIRLO”
Alfonso Cuarón expresó que deseaba que el espectador sintiera el efecto de la no gravedad, que se metiera en el cosmos junto con los protagonistas y viviera física y emocionalmente las dificultades de respirar, la desesperación por volver a la Tierra y las condiciones inhumanas del espacio. Lo logró. Muy poco se puede contar de un guión que se limita a tres personajes y a la desesperante situación que viven. El resto lo pusieron las actuaciones, notable en el caso de Sandra Bullock (ya se habla de que podría ser la ganadora del Oscar 2014) por ser el eje del desgraciado suceso cósmico, y el centenar de computadoras que ocuparon un set diferente, inusual. Para Cuarón, y por lo visto es así, el espacio es un lugar inhabitable para el ser humano y, en definitiva, es la Tierra y su gravedad la que nos permiten vivir.
La doctora Ryan Stone (Sandra Bullock) y el comandante Matt Kowalsky (George Clooney) enfrentan la imposibilidad de “hacer pie” en el espacio cuando la astronauta se desprende del cordón que la ata a la estación espacial. Un cordón que nos hace pensar en el umbilical: la gravedad nos ata a la Tierra, nos permite vivir como en un gigantesco vientre materno. El comandante Matt intentará ayudarla, mientras desde Houston, hay indicaciones precisas que no siempre se pueden llevar a cabo. Esa voz es la del gran actor Ed Harris, que no aparece pero se oye.
Alfonso Cuarón tuvo que esperar dos años para realizar el film hasta que se crearan los efectos especiales que necesitaba y surgiera la nueva generación de genios de la computación que trabajaron con él y los actores en el extraño set cinematográfico (ubicado en Londres). Así pudo recrear la tragedia de esta mujer astronauta que emprende su primer viaje espacial, sin saber que la esperan la falta de oxígeno y los residuos satelitales, además del Hubble y la compañía cercana de una estación rusa.
La película se inscribe en la historia de los films espaciales que son hitos como “2001, Odisea del espacio”, los “Alien”, “Apolo XIII” (aquí actuó Ed Harris, papel por el que obtuvo un premio SAG como mejor actor de reparto), o bien “Solaris”. Con el añadido de la tecnología de punta que hoy ofrece la informática. Sin duda alguna, Cuarón ha desafiado las leyes físicas con ingenio, y ha nutrido a un film, donde el silencio cósmico es otro protagonista, de un notable nervio y dramatismo como pocas veces hemos experimentado. Los planos secuencias, los planos cortos, demuestran la maestría alcanzada por Cuarón y su equipo aún manejándose en situaciones cinematográficas no convencionales. Una aventura que solo el cine actual nos puede ofrecer.
Elsa Bragato
2)       LA MEJOR PELÍCULA DE LA SEMANA

BLUE JASMINE
De Woody Allen. Con Cate Blanchett, Alec Baldwin, Sally Hawkins, Bobby Cannavale, Peter Saragaard, entre otros. Música: jazz tradicional. Duración: 98 minutos.

EXCELENTE.POTENCIA DRAMÁTICA EN UN FILM ANTOLÓGICO DEL GRAN WOODY ALLEN

Blue Jasmine significa Jasmine triste, la protagonista como un alma en pena, interpretada por una soberbia Cate Blanchett, engañada muchas veces por su esposo (Alec Baldwin), un financista con antecedentes de fraudes y estafas, que no tiene miramientos en aprovecharse aún de las finanzas de su cuñada (Sally Hawkins) y de la buena fe de su mujer.
Woody Allen nos cuenta su nueva historia en dos tiempos, la doliente historia de la “triste Jasmine”, dama elegante, de la alta sociedad neoyorquina, narrando en forma alternada su esplendor y su ocaso, primero en New York y luego en San Francisco, en la modesta casa de su hermanastra. El día y la noche unidos.
Woody Allen le ha dado un vuelco sorprendente a su carrera regresando a su hogar, New York (vive en la 5ta Ave con vista al Central Park), y dejando atrás su paso europeo por Londres, España, París y Roma. Reingenia su talento intacto y profundo, se reinventa a sus casi 80 años, regalándonos una historia conmovedora.
Cate Blanchett (una seria candidata al Oscar) le da una carnadura a su rol que toca el alma del espectador, desde la dama refinada a la alcohólica y adicta a los antidepresivos. Es la típica mujer que no quiere ver la realidad. Refugiada en la casa de su pariente en San Francisco, sin dinero, aparece la otra Jasmine, la que vive una pesadilla entre la mediocridad y la indigencia.
Es un personaje que descubrimos en la realidad, que también nos lleva a pensar en las vivencias de Woody Allen, en su ex mujer Mía Farrow quien tal vez no vio el enamoramiento de su marido de una hijastra, la adicción a la “felicidad química”. Aquí no hay humor sino una inmensa piedad sobre la condición humana.
Woody Allen crea una heroína, toma una nueva musa , y se adentra en el alma de la mujer. Jasmine es tibiamente altiva en su pobreza con pequeños destellos de un esplendor pasado en un presente que le resulta indigno.
Hay dolor en este regreso del director a New York, dolor en la historia, en las calles de la ciudad que ama y conoce tanto. Y nos hace respirar desde la energía imperativa de Manhattan hasta la vida opuesta en un barrio obrero de San Francisco.
Este contraste social así como la narración en dos tiempos diferentes le dan al film una dinámica atrapante. El jazz que ama Allen es la música incidental (ninguna novedad en el realizador) y eligió en forma especial la melodía “Blue Moon”.
Notable film de enorme madurez con grandes actuaciones y un profundo conocimiento de las miserias humanas. El maestro Allen ha vuelto con una potencia dramática que estremece. No se la pierda.
Carlos Pierre
LA NOCHE DEL DEMONIO 2
De James Wan. Con Patrick Wilson, Rose Byrne, Barbara Herskey, Ty Simpkins, entre otros. Música de Joseph Bishara. Duración: 105 minutos.
BUENA. ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE, SUSPENSO Y CONVENCIONES
James Wan nos sorprendió este año con “El conjuro”, un film muy bueno, casi de excelencia dentro del género. En el caso de “La noche del demonio 2”, el terror que conoce tan bien el malayo Wan se instala, pero remite constantemente a personajes del primer film, por lo que no está demás verlo de nuevo. No obstante, haciendo abstracción de la primera película, resulta comprensible que el pequeño Josh se conecta con el mundo de los muertos e ingresa al mismo, poseído por un espíritu maligno que acumula cadáveres en un cuarto, sentaditos y tapados con sábanas.
El pequeño Dalton, hijo del matrimonio que intenta terminar con los espíritus que los invaden, tiene el poder de Josh. Y éste,  el padre de familia, está dominado por un espíritu asesino. Se ve una secuencia del pasado, cuando Josh mata a Elise, y aquí James Wan permite una sutil confusión entre pasado y presente que mantendrá durante todo el film manteniendo en vilo al espectador que deberá agudizar su atención.
Si bien el terror es atrapante, el guión resulta convencional, bien realizado, y mucho menor que “El conjuro”, donde hubo una gran creatividad de parte de James Wan basándose en hechos reales. No obstante, es un film que tendrá excelente taquilla. Destacamos la ausencia de lo “gore” y, en su lugar, la presencia del terror psicológico, terreno en el que James Wan es un maestro.
Elsa Bragato
ABRIL EN NUEVA YORK
De Martín Piroyansky. Con Carla Quevedo, Abril Sosa, Matt Burns, entre otros. Música de Fernando Salamea. Duración: 77 minutos.
BUENA. COMEDIA ROMÁNTICA EFECTIVA
Martín Piroyansky hace su debut en el largometraje “Abril en Nueva York” con 26 años. Con mucha técnica en el manejo de la cámara, al estilo del video clip, nos introduce en la historia de Valeria y Pablo quienes intentan sobrevivir en New York, ella como mesera (como anécdota, Matt Damond se enamoró de una mesera argentina, hoy su esposa y madre de sus dos hijos) y él como músico callejero, si bien esto último no está muy definido. Las borracheras de Pablo y su ineptitud para un trabajo convencional hacen tambalear a la pareja, mientras aparece un yorker atildado, Ben (Matt Burns), que se enamora de la argentina.
El comienzo del film es auspicioso, la cámara nerviosa y ágil de Piroyansky hace un collage de New York muy interesante. Luego se maneja con primeros planos, no cae en ningún exceso como es habitual en el cine nacional, y nos relata la relación de los jóvenes con sus idas y venidas. Y he aquí donde aparecen algunas debilidades que están dadas por la linealidad del guión. La historia transcurre con las vicisitudes de la pareja sin ahondar como ocurre en “My blueberry nights” (2007) de Wong Kar Wai. Teniendo a este film como referencia de una simple historia de amor, la comparación odiosa surge. No obstante, no le restamos mérito a Piroyansky porque su historia, aún sin honduras, está bien narrada. El personaje de Pablo es el que menos consistencia tiene, aunque resulta atractivo y empático. Un muy buen comienzo para Martín Piroyansky que se nos muestra con una vena especial para la comedia romántica pura, sin comicidad barata o personajes televisivos.
Elsa Bragato
LOS QUIERO A TODOS
Guión y dirección de Luciano Quilici. Con Leticia Mazur, Ramiro Agüero, Margarit Molfino, Valeria Lois, Alan Sabbagh, entre otros. Música de Martín Boss y Tomás Carnelli. Duración: 75 minutos.
MALA.FILM CORAL QUE NO APORTA NADA
Es difícil analizar, dar a conocer, los elementos de un film que no trasuntó nada, que, en todo caso, nos dejó una amarga sensación de pérdida de tiempo, tratando de analizar personajes y narración o bien urdimbre narrativa. Y tampoco es grato calificar de “mala” a una producción nacional. Pero es así en nuestra modesta opinión.
Seis amigos treinteañeros salen a pasar un día fuera de la ciudad, sienten que ya no tienen el fuego de la adolescencia, y están con desencanto y a la irónica mirada de sus relacionadas gastadas. Ya no sienten pasión por la literatura, la política, el cine. El presente es menos intelectual y más práctico: sexo cargado de cinismo y desesperanza.
Si los protagonistas sienten en sus roles desencanto, ni qué hablar del espectador que intenta aferrarse a algún rol, encontrar el sabor agridulce que el director intenta imprimirle a la historia, o peor todavía, ponerle atención al día de campo, tan estereotipado que no provoca nada. Se hace muy difícil central la mirada en un personaje dentro del fluir aburrido de la propuesta, con atisbos de un nihilismo que existió en los 60 pero que, en los últimos 30 años, es producto de una subordinación al consumo, del tener todo a mano y del no tener voluntad para recrear la vida desde otro plano espiritual. Lo lamentamos. Esta primera obra de Quilici no nos convenció para nada. Y solo estamos hablando del guión.
Carlos Pierre