PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

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jueves, 26 de mayo de 2016

"ALICIA A TRAVÉS DEL ESPEJO", "FRANCOFONIA", "MENTE IMPLACABLE", ESTRENOS DEL JUEVES 26 MAYO 2016



JUEVES 26 DE MAYO DEL 2016.-
Estrenos de diverso género llegan a las salas de cine del país. Entre ellas está el excelente documental “Contra Paraguay” de Federico Sosa que, con testimonios actuales y algún material de la época, reconstruye la feroz guerra de la Triple Alianza (tuvo otros nombres también) que Argentina, Brasil y Uruguay iniciaron contra el Paraguay entre 1864 y 1870. El elemento “oscuro” del que no hay pruebas pero existe como un rumor con muchas bases es la intromisión de Gran Bretaña para alcanzar la zona del Chaco bajo los límites de la nación hermana para su usufructo (recordemos a Horacio Guarany, de 91 años, cuyo padre era hachero de las empresas británicas, explotadoras del Chaco, generándose otra guerra entre Bolivia y Paraguay: la guerra del Chaco Boreal entre 1932 y 1935). Más que recomendable.
También llega “Just Jim”, del joven actor británico Craig Roberts, ganador de premios como revelación de su país, donde plantea los problemas de un adolescente que es un perdedor. Su vida cambia cuando llega “Dean” (Emile Hirsch), un norteamericano que habita la casa vecina. Interesante para los más jóvenes.
ALGUNAS CHICAS
Guión y dirección de Santiago Palavecino. Con Cecilia Rainero, Agostina Lçopez, Agustina Muñoz, entre otros. Música de Agustina Crespo. Duración: 109 minutos.
REGULAR. MUJERES EN PROBLEMAS
Intentar conocer los resortes profundos de las mentes femeninas desde un punto de vista masculino no da buenos resultados. “Algunas chicas” puede comprenderse con dificultad desde lo elemental: la mujer que se va al campo donde están sus amigas (“Celina”, cirujana) para superar una crisis conyugal. El mundo femenino entra, entonces, para Palavecino en un túnel oscuro por momentos donde el lesbianismo y la droga son paliativos importantes. Al menos, es lo que se ve, lo que llega, lo que confunde también al espectador dado el clima onírico que campea en el film. Las opiniones están divididas. En este caso, el film no convenció, sin que esta opinión melle el talento de Santiago Palavecino por su anterior film “Otra vuelta” y “La vida nueva”. Añadimos que está basada en “Entre mujeres solas”, de Cesare Pavese, uno de los más famosos autores no convencionales de la narrativa italiana del siglo XX.
Carlos Pierre
FRANCOFONÍA
Guión y dirección de Alexander Sokurov. Con Louis-Do de Lencquesaing, Vincent Nemeth, Benjamín Utzerath. Música de Murat Kabardokov. Duración: 87 minutos,
MUY BUENO. CLAMOR POR EL LEGADO CULTURAL
Alexander Sokurov nos regaló hace 13 años el fantástico documental de una supuesta toma-secuencia única filmado en el Hermitage de San Petesburgo, “El arca rusa”, uno de los museos más impresionantes del mundo. En este caso, busca la relación del poder con el arte partiendo de la ocupación nazi a París en 1940. El director del Louvre era entonces Jacques Jaujard y debió enfrentar al conde nazi Franz. W. Metternich.
Los inmensos cuadros, estatuas, fragmentos de la antigüedad que guarda el Louvre, fueron codiciados por la sinrazón nazi que saqueó los museos de los países ocupados para deleite de los jerarcas alemanes. Hitler apetecía las obras maestras atesoradas en el Louvre. Sin embargo, como ocurrió en algunas otras ciudades europeas, los franceses pusieron a resguardo sus tesoros artísticos. Curiosamente el conde Metternich se erigió como "curador“ del museo secundado por su director, Jaujard. Ambos lo protegieron al mismo tiempo que el ejército alemán arrasaba con la bella París. Salas vacías fue la recepción a los nazis.
Alexander Sokurov no se va del género documental pero aporta su genio a través de recreación de la época, generando un docu-ficción por momentos. Apela a diversos lenguajes audiovisuales que transforman su documental en una experiencia enriquecedora. Como curiosidad, se puede ver el embalaje especial para ocultar la gigante Victoria Alada de Samotracia, del siglo II A.C, que recibe a los visitantes actuales en la gran escalinata central del museo. Leonardo Da Vinci fue otro de los protegidos: el óleo “San Juan Bautista”, entre varias obras más, fue ocultada de la mano negra nazi.
Mientras las imágenes de “El arca rusa” subyacen en la memoria del espectador, se suman las nuevas y potentes del Louvre, filmado esencialmente en blanco y negro dándole un clima melancólico, triste, una verdadera resistencia a la sangrienta ocupación hitleriana.
Por la calidad del genio creativo de Alexander Sokurov, la crítica se torna injusta. Es imposible retratar con palabras el significado de este documental, más un grito de libertad que un muestrario de obras de arte. Sokurov, de exquisita sensibilidad y profunda filosofía artística, lanza un clamor subyacente por las reliquias destruidas hoy en Medio Oriente. Ni aún en medio de la muerte feroz de la Segunda Guerra Mundial se osó destruir el patrimonio artístico. Imperdible.
Carlos Pierre
MENTE IMPLACABLE
De Ariel Vromen. Con Ryan Reynolds, Kevin Costner, Gary Oldman, Tommy Lee Jones, entre otros. Música de Keith Power y Brian Tyler. Duración: 113 minutos.
BUENA. INTENSO POLICIAL
Con el ritmo intenso de un policial actual, pero filmado con narración clásica, llega “Mente Implacable” que devuelve a Kevin Costner en un gran papel, lejos del galán. La CIA pierde a uno de sus hombres (Ryan Reynolds) en un violento tiroteo, quien deja a una mujer e hijo y, en sombras, un maletín con miles de dólares mientras un “holandés asesino” queda libre. En medio de esta complejidad argumental, la CIA decide contratar a un valioso neurocirujano (Tommy Lee Jones) para que intente transvasar los conocimientos contenidos en el cerebro del agente muerto a la mente de “alguien”. Hay que conseguir a ese “alguien”: es un convicto, una suerte de “Hannibal Leckter” que encarna Kevin Costner como “Jerico”.
Las secuencias de la operación que involucra a los dos cerebros, el del muerto y el de “Jerico”, son impactantes. Nada es inmediato y de esto se trata esta película que transcurre con mucha adrenalina de principio a fin, no hay descanso, entre la persecución de la CIA al “nuevo agente” y las confusiones que éste padece entre sus propios recuerdos y los que afloran por la “inyección” de la mente del agente muerto.
Vale agregar que el director Ariel Vromen, de origen israelí, conmovió en Cannes en 2012 con “Iceman”, basada en la historia del asesino serial Richard Kuklinski, sicario de la mafia norteamericana. Hay especialización en el tratamiento de mentes criminales apoyado en grandes protagonistas y en la tecnología de la que hoy se dispone. Es decir, Vromen no es nuevo en el género.
En rigor de verdad, la película atrae. Kevin Costner regresa con un papel a su medida, los clishés del guión y la complejidad de este paso científico aún experimental (varios films trataron el tema) no hacen mella en el interés del espectador. En todo caso, las actuaciones sostienen cualquier debilidad de la narración, desde Gary Goldman hasta el propio Costner. La historia de amor que se muestra en sugerentes secuencias entre la viuda del agente y “Jerico” es lo más flojo o difícilmente creíble. Para entretenerse con tiros y un Kevin Costner atrapante.
Elsa Bragato
ALICIA A TRAVÉS DEL ESPEJO
(Y LO QUE ALICIA ENCONTRÓ ALLÍ)
De James Bobin, sobre la novela de fantasía de Lewis Carroll en 1871. Con Mia Wasikowska, Johnny Depp, Helena Bonham Carter , Anne Hathaway, Sacha Baron Cohen, entre otros. Música de Danny Elfman. Duración: 113 minutos.
MUY BUENA. MÁS VERBORRAGIA VISUAL QUE CUENTO
James Bobin dirigió esta secuela de “Alicia en el país de las maravillas”, escrita por Lewis Carroll en el siglo XIX como segunda parte del cuento original. El film anterior tuvo a Tim Burton como director y a su actor icónico, Johnny Depp, quien también compone al “Sombrerero loco” en esta película.
“Alicia” (Mia Wasikowska) regresa de un tormentoso viaje marítimo como capitana de la embarcación “Maravilla”. Asiste a la recepción de Lord Ascott y se conmueve profundamente al enterarse de que la familia del sombrerero loco Tarrant Hightopp (Johnny Depp) falleció en un incendio. Será “Ábsolem”, ahora una mariposa azul, quien la guíe hasta el espejo mágico al que deberá traspasar no sin serios contratiempos con el “Tiempo” (un magnífico Sacha Baron Cohen) para saber si es verdad o no el doloroso suceso.
Farragosa narración con una verborragia visual empalagosa, “Alicia…” es, sin embargo, un film más amable y luminoso que el anterior; tiene una fotografía espléndida (Stuart Dryburgh) y una tecnología fantástica: se utilizaron cuatro barcos históricos en los muelles de Gloucester (Inglaterra), además de una escenografía general superlativa en palacios con un diseño de arte espléndido en todos sus rubros  La vedette de la película es la “Cronósfera”, un elemento que utiliza “Alicia” para guiarse por los distintos estamentos temporales.
La banda sonora de Danny Elfman completa el cuadro auditivo del film, con una acertada composición incidental que conforma un personaje más. Destacamos cuatro actuaciones por ser sobresalientes: Johnny Depp, que parece estar “hecho” para estos personajes tan especiales, Mia Wasikowska como “Alicia”, Helena Bonham Carter, Anne Hathaway y Sacha Baron Cohen, comediante y director que tiene un especial histrionismo para roles específicos.
El mundo visual propuesto por Lewis Carroll logra en y con el cine grandiosidad plástica, enriquecida por la abrumadora creatividad visual que emplea James Bobin. Sin embargo, es un film disfrutable aunque la narración dé la sensación de que se estanca.
Carlos Pierre






jueves, 19 de mayo de 2016

"X-MEN APOCALIPSIS", "THE LADY IN THE VAN", "EL HILO ROJO", ESTRENOS DEL JUEVES 19 MAYO 2016



JUEVES 19 DE MAYO DEL 2016.-
Varios estrenos con dos títulos muy atractivos: “X-Men, apocalipsis”, la quinta realización de Bryan Singer sobre los personajes de Marvel Cómics, y la nacional superesperada “El hilo rojo”.
X-MEN APOCALIPSIS
De Bryan Singer. Con James McAvoy, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence, Oscar Isaac, entre otros, con un cameo de Hugh Jackmann. Música de John Ottman. Duración: 131 minutos.
BUENA. MÁS ES MENOS
El blockbuster de la semana puede decepcionar. “X.Men, Apocalipsis”, quinta entrega del director Bryan Singer, compenetrado en los superhéroes de Marvel Cómics, nos enfrenta a un superpoderoso del pasado, Apocalipsis (Oscar Isaac), quien regresa al siglo XX, 1983, se considera dios y quiere destruir la humanidad para reconstruir el mundo sin la maldad que ve. Pero sus métodos no son apropiados, es absolutamente destructor.
El film comienza con secuencias impactantes y una banda sonora de John Ottman basada en el Carmina Burana de Karl Off. Coros y orquesta acompañan la caída monumental de las pirámides de Egipto ocurrida, según esta historia, 3600 años A.C. y la supuesta muerte de Apocalipsis. En otra secuencia, un caleidoscopio espectacular y atronador entre imágenes y música incidental, nos llevan a 1983, donde Apocalipsis vuelve a la vida en El Cairo, figura espectral que comete decapitaciones como si tal cosa.
La narración nos lleva a diferentes locaciones europeas como la ciudad de Berlín y un lugar de Polonia, donde Magneto (Michael Fassbender) vive con su mujer y su hija alejado de los superpoderes. Pero un hecho brutal lo devuelve a su esencia. Una secuencia impactante es cuando es llevado frente a los campos de Auschwitz donde su familia murió y con sus poderes hace polvo literalmente las tristes estructuras. Quiere reconstruir el mundo y se rodea de Magneto, Psilo9cke (Olivia Munn), Storm (Alexandra Shipp y Angel (Ben Hardy), entre otros personajes. Por su parte, la escuela de los jóvenes con superpoderes que encabeza el profesor Charles Xavier (James McEvory), el telépata más poderoso del mundo, advierte el peligro y reúne a sus estupendos alumnos, entre los que están Mystique (Jennifer Lawrence), Beast (Nicholas Hoult, y hasta un asustadizo Logan (Hugh Jackmann), entre otros seres superespeciales.
Es curioso el impacto de este film: pocos diálogos en muchas secuencias, mucha espectacularidad visual, un paseo por diferentes ciudades europeas, hechos que terminan en elipsis sin ton ni son, y largas charlas en un desierto donde se enfrentan los buenos y los malos. Apocalipsis considera que es dios, y la referencia a los comienzos del cristianismo están presentes. Y éste es el “quid” de la historia. Los superhéroes de ficción se generan a partir de la realidad. No hay secreto en esto.
El “mix” que genera Bryan Singer es eso: una mezcla narrativa que obliga a estar atentos para no perderse entre El Cairo y Polonia dejándose llevar por la estentórea banda sonora y las imágenes. La historia en sí adolece de originalidad, aunque se trate del superhéroe más convocante de Marvel. Hay tanto paseo por ciudades y tantas experiencias de cada superhéroe que la historia se deshilvana y Apocalipsis queda como una parodia del mal que da sermones. Es que con tantos efectos maravillosos, tantas posibilidades tecnológicas, Bryan Singer dejó más en su mente que en la pantalla la historia que quiso contar.
Elsa Bragato
EL HILO ROJO
Coguionista y dirección de Daniela Coggi. Con María Eugenia Suárez, Benjamín Vicuña, Guillermina Valdés, Hugo Silva, entre otros. Duración: 90 minutos.
BUENA. ROMANCE COMÚN Y CORRIENTE
Precedida por chimentos y una coincidencia que pasó de la ficción a la realidad, llega “El hilo rojo” que es, esencialmente, una comedia romántica - salpicada con fuertes escenas de sexo-, común y corriente. Benjamín Vicuña y la “China” Suárez pasaron de la trama a la realidad, motorhome mediante, palta verde y manta amarilla hindú.
Una azafata, Laura (María Eugenia Suárez), y un enólogo, Manuel (Benjamín Vicuña), se flechan en un vuelo. Un “coup de foudre” que deciden elegirse y entregarse al amor, sus corazones están atados por un “no sé qué”.
Filmada en Buenos Aires y la bella Cartagena de Indias (Colombia), descubren allí el motivo de esta relación apasionada. Pasean por una colorida fiesta artesanal y será una vendedora quien les relate la leyenda china de “el hilo rojo” invisible que los conecta, estaban destinados a encontrarse, un hilo que se puede estirar o contraer pero jamás romper. Hay una impasse de 7 años pero el “hilo rojo” hace de las suyas y vuelven a encontrarse, ya con parejas estables e hijos. Como a Benjamín Vicuña le sucedió en la vida real.
Benjamín Vicuña está seductor, actúa en forma muy natural, y la belleza de la “China” Suárez soporta cualquier ángulo: juventud y un rostro armonioso confluyen para transformarla en una de las actrices más lindas de nuestro país. Guillermina Valdés compone a la esposa de Vicuña en la ficción (en la realidad, es la mujer de Marcelo Tinelli), también muy bella y convincente en su rol.
Sin llegar a afectar el pudor aunque inquietar un tanto al espectador, Laura y Manuel se aman intensamente. Que de eso se trata el film: de mostrarnos un romance común en la pantalla, sin muchos artilugios más que aquéllos que dicta una relación entre un hombre y una mujer llevada a la pantalla.
Los paisajes tropicales de Cartagena de Indias y la modernidad de los aeropuertos y de la propia ciudad de Buenos Aires, aportan valor a este film romántico, con dos protagonistas que hicieron realidad el “hilo rojo” que vivieron en la ficción. Atrevidos, bellos e impetuosos. Sin pretensiones, un film para ver cómo algunas leyendas antiguas se cumplen inexorablemente en la vida real.
Carlos Pierre

TIEMPO DE REVELACIONES
(LA BELLE SAISON)
Guión y dirección de Catherine Corsini. Con Cécile de France, Izla Higelin, Noemie Ivovsky, Kévin Aznis, entre otros. Música de Grégoire Hetzel. Duración: 105 minutos.
MUY BUENA. LA LIBERACIÓN FEMENINA
El matrimonio igualitario provocó revueltas en Francia. Catherine Corsini entonces pergeñó este film sobre el amor entre dos mujeres, precedido por excelentes películas como “Carol” con la incomparable Cate Blanchett, “No sin ella”, con una estupenda Julianne Moore y “La vida de Adéle”, entre otras producciones emblemáticas de los últimos años.
La historia transcurre en pleno 1971, luego del Mayo Francés (1968), época de liberación de la mujer, de lucha por los derechos, de renovación en todos los ámbitos sociales y culturales. Este film se puede dividir en dos partes: la primera en pleno París, donde las jóvenes francesas se lanzan a la universidad y a la lucha por los derechos femeninos. El 1ro de mayo de 1970, un año antes de esta historia en particular, una manifestación feminista había abierto el camino, fue la primera marcha gay que quedó eternizada en la maravillosa foto de Carole Roussopoulus (documentalista suiza que realizó trabajos cinematográficos sobre el movimiento de liberación de la mujer), muy cerca de Delphine Seyrig, los nombres de las protagonistas: Carole y Delphine, homenaje a aquellas luchadoras de vanguardia.
La segunda parte se fundamenta en la relación lésbica de la joven campesina Delphine (Izia Higelin) Carole (Cecile de France), profesora de castellano, en pareja con un compañero de piso. Delphine se enamora de esta fuerte mujer, y la arrastra hacia la relación amorosa en los campos franceses, que conoce muy bien. Las escenas de amor con la alegría del descubrimiento mutuo están dignamente retratatas por la directora Catherine Corsini. El entorno de las dos enamoradas mujeres será el campo de batalla donde Delphine y Carole deberán decidir si desafían a la familia y los cánones de la época o bien dan por terminada la fuerte relación que las une.
La música de Gregoire Hetzel es de una armonía admirable, con una instrumentación sólida e impecable a cargo de una sinfónica, echando por tierra el mal gusto imperante de trabajar con escuálidos conjuntos rítmicos. Hetzel obtuvo el premio a la mejor banda sonora en el Festival Internacional de Cine de Locarno (Italia), así como Cecile de France y Noemie Ivovsky (madre de Delphine en la ficción) lograron los premios César por sus respectivas labores.
Para reflexionar, para emocionarse, para compartir una realidad que hoy en día se acepta sin vueltas a través del buen gusto de Catherine Corsini y su inquieta cámara.
Carlos Pierre
The lady in the van
De Nicholas Hytner. Con Maggie Smith, Alex Jennings, Kim Broadbent, Frances de la Tour, entre otros. Música de George Fenton. Duración. 104 minutos.
MUY BUENA. LA GRAN DAMA FRENTE A CÁMARAS
Basada en un hecho real, o al menos se cree que fue así, vivido por el escritor inglés Alan Bannett y reflejado en su libro “The lady in the van” de 1989, llega la tercera realización de Nicholas Hytner. Bannett es uno de los escritores más relevantes de Inglaterra con numerosos guiones para televisión y cine, obras de teatro y novelas en su haber. Al parecer, es cierto que una vagabunda habitó en el jardín coqueto de su inglesa casa, con permiso del propio Bannett y para enojo de los vecinos.
Aquí la dama en cuestión es nada menos que la incomparable Maggie Smith, dueña de un talento inmenso y de una innata habilidad para enfrentar las cámaras desde todos los ángulos. La excelencia de Smith permitió componer a esta desvalida mujer que fuera (o soñó ser) una pianista clásica (una secuencia en blanco y negro recuerda ese pasado musical) y que esconde en su conciencia un tragedia involuntaria. Alan Jennings compone a Alan Bannett, desdoblándose entre el escritor y sus tareas y el hombre común, que atiende la casa y, además, a su “invitada”.
La historia es muy emotiva, tiene ese aire británico circunspecto pero galante a la vez, que hace posible que una “homeless” pueda habitar en un barrio de clase alta. Incluye momentos graciosos porque “Miss Shepherd” no tiene baño propio, sigue viviendo en su vieja camioneta pintada de amarillo, aunque en el jardín del afamado escritor, y provoca resquemor en el vecindario. Mujer gruñona, hecha en la calle desde hace años, provoca empatía en el espectador. Maggie Smith (82 años), Nicholas Hytner (61 años) y Alan Bannett (82 años), logran un film amable, tierno, con grandes actuaciones. Buen cine clásico inglés.
Carlos Pierre
CÁNCER DE MÁQUINA
Documental de Alejandro Cohen Arazi y José Binetti. Música de José Binetti. Duración: 90 minutos.
MUY BUENO. LA VIDA EN LAS SALINAS
La motivación de este excelente documental surgió de José Binetti, quien nació en La Pampa y pasó su infancia en Macachín, donde su padre trabajó en Salinas Grandes. A partir de este profundo conocimiento personal, se planteó esta narración que contó con la dirección de Alejandro Cohen Arazi, egresado del Instituto Cinematográfico de Avellaneda.
La fotografía es notable y conmovedora: toma secuencias del viaje a las salinas ubicadas en la provincia de Buenos Aires, silencioso, con las pampas como horizonte, hasta llegar a las montañas de sal, cristales de sal, tomados en “close up” maravillosos: desde insectos, vida y muerte en un mundo atractivo pero fatal hasta las tormentas de viento y la sal que enceguece.
Los realizadores entrevistaron a Miguel Rinaldi, hombre que ha hecho de su tractor una suerte de caballo: son inseparables, así lo afirma. A la noche, con excelencia en la iluminación, Rinaldi se explaya: no tolera los “oquei”  foráneos pero aceptaría el guaraní. Siente nostalgia y tiene resignación.
Antes había pueblo, hoy hay escasas casas, entre las que está la del propietario de la salina, Roberto, junto a su mujer Amalia. La vida lejos de la ciudad, contrastes entre el confort urbano y lo inhóspito de un lugar donde todo se corroe, desde el metal hasta las paredes. Una única escuela con uno o dos alumnos son la presencia del pasado. Antes, 40 alumnos. Ahora apenas 2. La soledad, la precariedad, y la falta de presencia del Estado, surgen inevitablemente aunque no sea el planteo del documental. Sin embargo, Arazi y Binetti logran perturbar la calma del espectador: imposible no preguntarse por qué los trabajadores deben estar sometidos, resignados, habituados, a una calidad de vida que no es tal.
El valor del documental, además de la fotografía, de la banda sonora que recreó también José Binetti aunando los sonidos de las máquinas y camiones con los del sintetizador, reside en traer a un primer plano la vida y el trabajo de los que no se ven, de los que no participan de la vida urbana, de los que aceptan el destino de sus mayores como propios. El planteo narrativo es perfecto: desde el viaje inicial hasta el del final, con matices climáticos, días y noches en las salinas y las escasas familias que aún viven cerca mientras el pueblo está lejos, para las compras y alguna diversión vecinal.
Muy valioso aporte cultural realizan Alejandro Cohen Arazi y José Binetti al acercarnos a los obreros de las salinas (Miguel Rinaldi, la familia Fernández, la familia Ramos, C.Castillo), ésas que quedan tan cerca de la gran ciudad y de las que nadie, ni siquiera las autoridades, parecen tener en cuenta (urbanización, trenes, agua potable, sala de emergencias, caminos). Mientras, la vida sigue.
Elsa Bragato







PONER AL ROCK DE MODA (BRING BACK ROCK)
Documental de la “Banda de Turistas” de Santiago Charierre. Participación especial de Luis Luque. Duración: 78 minutos.
BUENO. LA OTRA CARA DEL ROCK
Santiago Charriere llega con su primer largometraje en este documental basado en las idas y vueltas de la joven banda “Los turistas” o bien “Banda de turistas”, que recorre diversos escenarios nacionales e internacionales con sus canciones, un rock romántico sesentista que no está nada mal y que puede resultar fuera de época. Sin embargo, pone la cuota de sensibilidad que a nuestro rock le está faltando. El excelente actor Luis Luque, músico de rock e integrante de la banda “La dama”, compone el rol del gerente de una discográfica que exige un “hit”. Algo más que común para los artistas populares, de rock o pop o melódico, a quienes las empresas los obligan a realizar temas nuevos en un CD anual.
Lo interesante de este documental está en la trastienda de estos jóvenes músicos, en la búsqueda de los sonidos del “hit” pedido, en las grabaciones, en los viajes. La vida del músico que no pertenece a un “staff” de un teatro es dura y difícil, transcurre entre sonidos y estudios y estadios. Hay que tomar aviones y estar listos ni bien se baja para tocar con toda la “polenta”. Destacamos la iluminación utilizada por Santiago Charriere así como el blanco y negro en algunas secuencias y la cámara que busca esos pequeños instantes de vida de los músicos en descanso, chequeando el material o bien grabando. Interesante documental que no contiene mucha música, solo en el final. Obtuvo el premio del público en el BAFICI como Mejor película. Destinada a los más jóvenes.
Elsa Bragato