PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

AQUÍ ESTÁN NUESTRAS CRÍTICAS E INFORMACIÓN GENERAL SOBRE CINE

jueves, 27 de diciembre de 2012

PIÑÓN FIJO Y BOB MARLEY EN EL CINE DE FIN DE AÑO


JUEVES 27 DE DICIEMBRE DEL 2012.-
Hay solo dos estrenos en soporte fílmico.
PIÑÓN FIJO Y LA MAGIA DE LA MÚSICA
De Luciano Croatto y Francisco D’Intino. Con Piñón fijo. Duración: 74 minutos.
MUY BUENA. SENCILLA Y SIMPÁTICA HISTORIA DE PIÑÓN FIJO PARA LOS MÁS CHICOS
La interacción de personajes humanos con animados es siempre divertida y requiere de un buen dominio técnico. Este film con el payaso cordobés Piñón fijo no es la excepción y se observa una maduración en la interacción de personajes animados con el actor.
El argumento es muy sencillo: Piñón fijo termina su función en el circo y en su camerino se encuentra con Cri Cri, el grillo que le pide ayuda para salvar a sus amigos del malvado Cuis y sus amigos. Nada más. Lo lindo para los chicos más pequeños es la historia bien hilvanada, bien realizada, a través de una narración bien planteada.
Nos parece un acierto para la familia con pequeñines. No hay que buscarle la quinta pata al gato y sí hay que disfrutar de un buen producto, con sus más y sus menos. Optamos por reconocer sus “más”.
Elsa Bragato
MARLEY
De Kevin Macdonald. Duración: 144 minutos.
BUENO. DOCUMENTAL PARA FANS DEL RECORDADO MARLEY
No vamos a comentar el documental porque consideramos que la mayoría de ellos están bien realizados. Si destacamos el material que se ha incluido en el film que cubre desde el nacimiento hasta la muerte de Bob Marley, quien impuso el “reggae”. Se ve el origen de la familia en Ghana, y todo el derrotero personal de Marley, hasta su decisión de ir a morir a Miami. Por momentos, puede resultar denso para quienes no son fans de Marley, pero, sin duda alguna, el material acopiado es interesantísimo. La narración audiovisual puede perder algo de ritmo en virtud de los datos, pero éstos hacen valiosos a un documental.
Como dato apuntamos que la familia del eximio músico es coproductora del film y aportó material inédito. Hay muchos entrevistados, la recomendamos para los fans de Marley cuya influencia musical llega hasta nuestros días.
EB

jueves, 20 de diciembre de 2012

FAUSTO Y TENGO GANAS DE TI, ESTRENOS 20 DE DICIEMBRE




JUEVES 20 DE DICIEMBRE DEL 2012.-
Hay dos estrenos en soporte fílmico.
FAUSTO
De Alexander Sokurov. Con Hanna Schygulla, Johannes Zeiler, Anton Adasinsky, Georg Friedrich, Maxim Mehmet, George Friedrich, entre otros. Música de Andrei Sigle. Fotografía de Bruno Delbonnel. Duración: 137 minutos.
MUY BUENA. “FAUSTO”, EL MITO EN UNA VERSIÓN A PURO ARTE
Alexander Sokurov regresa a la cartelera porteña con “Fausto”, basado en los textos de Goethe y Thomas Mann, película que obtuvo el León de Oro del festival de Venecia del 2011. Cierra, tal como Sokurov expresó, la tetralogía sobre el poder y su corrupción, que inició en 1999 y Moloch (Hitler), Taurus (Lenín) y El Sol (Hirohito).
Esta búsqueda de las fuerzas del poder en el espíritu humano y cómo lo corren tiene otros antecedentes más que auspiciosos en Sokurov, quien se define como un “hombre pobre” que aspira a que se unan la cultura rusa con la occidental a través de esta película y exista un acercamiento a la obra del genial Goethe: como documentalista, narró la vida de diferentes músicos tales como Sonata para Viola sobre Dmitri shostakovich en 1981, así como El diario de San Petersburgo – Mozart y el Requiem en el 2004, y Elegía de vida sobre el gran violoncellista ruso Rostropovich (2006), asiduo visitante de la Argentina.
No veremos el Fausto tradicional sino la alegoría literaria de Goethe y Mann en la que se basó Sokurov, muy conocido aquí por “El arca rusa” y los largos planos secuencias con los que filmó en el hotel Hermitaje de San Petersburgo un docu-ficción que todos hemos admirado.
A su vez, cada plano de Fausto nos remite a obras de arte pictóricas, especialmente de los pintores flamencos  David Teniers y Herri met de Bles (sugerimos chequear sus respectivas obras), abigarradas escenas con personajes medievales, con la tonalidad exacta que uno presume correspondía a esos tiempos. Y, en este caso, hay que destacar la unión profesional de Sokurov con su fotógrafo Bruno Delbonnel: ambos le dieron al film la textura visual que se disfruta.
Este Fausto, que encarna Johannes Zeiler, es un oscuro académico que se pregunta dónde está el alma en esos cuerpos que va analizando y que se nos presenta como un ser débil, plagado de inseguridades y asediado por Mefistófeles (a cargo de Anton Adasinsky). ¿Es verdadero este diablo?¿Es el deseo del poder tan fuerte que Fausto podría cometer cualquier locura? Sokurov mete la cámara en el espíritu de Fausto, nos permite verlo en su cotidianeidad, con un entorno que nos permite justificar este apetito creciente por ser más, por tener poder y así creer que se lo tiene todo.
Sin embargo, debemos acotar que la magnificencia visual superó a la trama y muchas veces queda más en una delectación fotográfica que en una narración con sustento.
Es infrecuente el altísimo nivel artístico que Sokurov logra en la narración audiovisual, hay un preciosismo unido a la gravedad y oscuridad propias de los textos alemanes del siglo XIX que se arrastran del siglo anterior, XVIII, cuando Europa se vio sacudida por replanteos filosóficos profundos, pragmáticos algunos y hasta agnósticos.
Si vemos el film sin haber leído el Fausto de Goethe-Mann, estaremos viendo una realización fantástica que nos meterá el aguijón de la curiosidad sobre este mito. Si conocemos el Fausto, descubriremos una vez más el talento de un gran maestro del cine que ha logrado llevar a la pantalla los pelos y señales de la narración literaria. Es extensa la película, es cierto, pero es atrapante aún con esta fruición por lo estético más que por lo argumental
Elsa Bragato
TENGO GANAS DE TI
De Fernando González Molina. Con Mario Casas, María Valverde, Clara Lagos, entre otros. Música de Manuel Santisteban. Duración: 124 minutos.
MALA. NOS CAYÓ DE ARRIBA UN FOLLETÍN TRILLADO Y RAMPLÓN
Después del éxito de “3 metros sobre el cielo”, basado en una  novela de Federico Moccia, el realizador Fernando González Molina llevó al cine a más de un millón y medio de espectadores en España en el 2010. Y decidió encarar la segunda parte, que es ésta. El primer film jamás se vio en la Argentina así que asistimos a una “continuación” que nos cae de arriba y que, en principio, pierde sentido por ese motivo.
Sin detenernos en el argumento de lo que no vimos, que quede claro, vemos en esta segunda parte un retrato sobre las dificultades de convertirse en adulto, sobre las complicaciones de volver a enamorarse después de un fracaso amoroso. Es un cabal triángulo formado por Hache (Mario Casas, joven actor muy reconocido en su país), Babi (María Valverde, primer amor que se ha desdibujado con ausencia y dolor) y Gin (Clara Lago), la segunda oportunidad para Hache. Estos personajes tienen un contexto poblado de fantasmas en Londres, en la enigmática  Barcelona nocturna y lluviosa. Pero no se produce empatía con nuestra calidad de público aunque se muestren las fiestas barcelonesas con tragos, motos, peleas, sueños, que son los estertores de la Europa rica que se ha extinguido. La fiesta ya fue.
Nadie duda de la belleza física de Mario Casas, que provoca delirio en las españolas, tal vez aquí también, y el encanto milenario de dos fantásticas ciudades como Londres y Barcelona. Pero no escarbemos porque el material no da para más: asistimos a una ramplona historia, una endeble y pasajera narración de casi dos horas, sobre una historia trillada, sin encanto, que nos resultó antigua por su falta de profundidad, por sus personajes tan poco delineados, por la inconsistencia de un estilo de vida que no va más. Es un film trillado, que resulta hasta soporífero, no porque las historias de amor lo sean, sino porque el tratamiento es tan poco convincente que, si el director no tiene fuerza en su propuesta, qué se nos puede pedir a los espectadores. No pierda su tiempo.
Carlos Pierre

jueves, 13 de diciembre de 2012

EL HOBBIT Y LOS ILEGALES, LOS MEJORES ESTRENOS JUEVES 13 DICIEMBRE


JUEVES 13 DE DICIEMBRE DEL 2012.
LOS ILEGALES – LAWLESS
De John Hillcoat. Con Tom Hardy, Gary Oldman, Guy Pearce, Shia Labeouf, Jessica Chastain, entre otros. Música de Nick Cave y Warren Ellis. Duración: 116 minutos.
MUY BUENA. LA DEPRESIÓN YANQUI EN UN RELATO FUERTE Y SÓLIDO
Los Ilegales nos presenta un período de la historia norteamericana de depresión, de falta de trabajo, de corrupción y contrabando, crudamente pintado por el realizador australiano John Hillcoat (La carretera) con emociones ásperas en concordancia con un paisaje ampuloso y descarnado. El guión de Nick Cave está basado en una historia real y ficcionada en el libro “The Wettest County in the World”, donde el autor Matt Bondurant relató algunos hechos ocurridos en su propia familia. Los hermanos Bondurant levantaron un próspero negocio local destilando un popular alcohol ilegal.
La llegada de un agente especial (Gary Oldman) pone de rodillas a todos los que destilan ilegalmente ese apreciado alcohol. La nueva ley que implanta es letal pero extremadamente corrupta. Solamente los tres hermanos Bondurant, comandados por el mayor (Tom Hardy), resisten con orgullo y fiereza. Este hombre se ha ganado la fama casi mítica de un guerrero invencible e inmortal. Y hace galla de ello, con una parquedad al estilo de Gary Cooper o Henry Fonda, pocas palabras pero irreductible en sus decisiones más cruciales.
El realizador John Hillcoat supo imprimirle con maestría una experiencia sensorial a los personajes en perfecta conjunción con el paisaje, de una amplitud subyugante. Hay además una brutalidad mayúscula en las escenas donde esta familia se enfrenta con el nuevo agente, a quien atacan con furia. Pero no faltan escenas contrastantes como, por ejemplo, cuando es herido el hermano mayor y su sangre desliza su rojo sobre un paisaje nevado.
De la eficacia actoral de Gary Oldman es ocioso hablar; lo hemos admirado en Amada inmortal, Harry Potter, Batman Begins, entre tantos otros films. Por eso vamos a destacar al conjunto de actores más recientes y muy valiosos que conforman Tom Hardy, Shia Labeouf, Guy Pearse y Jessica Chastain. Sus actuaciones y la dirección actoral conforman un todo intachable, que juega a pleno con un texto fuerte, duro y emotivo.
Nick Cave, colaborador de John Hillcoat, compuso a su vez una música indicental potente, acorde con un sanguíneo film, donde conviven el amor y la lealtad en esos tiempos tan difíciles de sobrellevar. Entre lo mejor de esta semana.
Carlos Pierre
EL HOBBIT –UN VIAJE INESPERADO
De Peter Jackson. Con Martin Freeman, Elijah Wood, Ian McKellen, Christopher Lee, Cate Blanchett, Andy Serkis, entre otros. Música de Howard Shore. Duración: 169 minutos.
BUENA. MENOS DE LO ESPERADO
“El hobbit – Un viaje inesperado” es la primera de las tres películas que está rodando Peter Jackson sobre el libro anterior a El Señor de los Anillos que JRR Tolkien editó en 1937.  En “El hobbit” (“dioses de la fertilidad”, que viven en pequeñas casas rodeados de bosques y lagos, según la mitología nórdica y germánica), los personajes se perfilan y queda bien en claro por qué el “anillo” del poder recaerá en Frodo Bolsón (Frodo significa “sabio” en nórdico) en la magnífica primera trilogía que nos entregó Peter Jackson, majestuosa e insuperable.
Bilbo Bolsón (Martín Freeman) es el tío que adoptó a su huérfano sobrino Frodo (Elijah Wood) y quien inicia una insólita aventura para reconquistar Erebor, la montaña habitada por los enanos, desalojados por el dragón Smaug. Trece enanos y el Mago Gris Gandalf (Sir Ian McKellen) invaden la casa de Bilbo, 60 años antes de que se iniciara “El Señor de los anillos”. Así comienza esta larga travesía en la que la pequeña expedición enfrentará dos batallas contra los Orcos cabalgando los feroces warcos. Azag está al frente de estos malvados, gran enemigo del heredero enano Thorín, hijo del desventurado soberano Thraín de Erebor; luego caerán en las profundidades de las montañas en el submundo de los trasgos (seres que habitan sin luz, desagradables), y vivirán la batalla de los Gigantes de Piedra, hasta soportar un feroz incendio en los bosques al borde de un precipicio. Los pacíficos Elfos, la reina élfica Galadriel (Cate Blanchett), el mago Sarumán,  y las crípticas runas serán otros condimentos de este relato que, para el guión, tomó cuentos del libro póstumo “El Sigmarillión” y también otros no utilizados en la trilogía a fin de establecer un correlato coherente entre el film y la trilogía.
El film no nos ofrece nada que no hayamos visto. En este caso, hay secuencias, momentos, en los que se nos aclaran algunas subhistorias. Hay una cuya importancia destacamos: la aparición de Gollum, sin duda lo más sustantivo del film, con el anillo del poder (tomado directamente de “El anillo de los nibelungos” germánico) que, por obra del azar, cae en manos de Bilbo Bolsón.
Los Orcos carecen de esa mágica malignidad que Jackson les imprimió desde el primer film de la trilogía. Son burdos seres de piel grisácea y grasienta, u viejos y queridos ogros infantiles muy feos, pero nada más. Da la impresión de que Jackson optó por la linealidad de los personajes para hacer funcionar los textos de acuerdo a la nueva tecnología empleada: el HFR (High Frame Rate) y el 3D. Esto obliga a la reiteración de efectos como las caídas de los enanos por pasadizos ocultos o hendiduras de las montañas o puentes colgantes que se quiebran ante el primer suspiro. Los efectos especiales provocan entonces sobresaltos en los espectadores. Si se presta atención al texto, la repetición es obvia y cansadora aunque no menos vistosa y fantástica visualmente.
Desde el punto de vista estrictamente cinematográfico, hay escasez de primeros planos y, en cambio, abundancia de planos largos para dar cabida a estas estrepitosas caídas que mencionamos, sirviendo directamente a la tecnología empleada. Esto le resta calidez al relato transformándolo en una narración con efectos especiales espectaculares. En líneas generales, la película se desarrolla en oscuros submundos agobiantes muy lejos de la bella geografía neozelandesa.
Marcar falencias en una superproducción de esta índole es sacrílego. Pero, luego de conocer la trilogía El señor de los anillos (realizada en el sistema convencional con efectos especiales de computación muy acotados respectos de hoy, con un trabajo casi artesanal, de fotografía imponente y ritmo trepidante) que marcó un hito en la cinematografía, no se puede decir que El Hobbit la supere, salvo en tecnología. La linealidad, la reiteración a favor del HFR, afectaron y mucho la magia del relato de Tolkien, dejándonos solo un cuento infantil que será seguido por los fans sin conformar a buena parte del público adulto que conquistó. Peter Jackson sucumbió a la tecnología antes que al texto, quitándole la intensidad intrínseca de la “mitología Tolkien”. Un relato bien hecho, más de lo mismo, menos de lo esperado.
N.deR: Trilogía de El Señor de los anillos: 1) La comunidad del anillo (2001), Las dos torres (2002) y El retorno del rey (2003. Trilogía de El Hobbit: l) Un viaje inesperado (2012), La desolación de Smaug (2013) y There and back again (julio 2014).
Elsa Bragato
LA DELICADEZA
De David y Stephane Foenkinos. Con Audrey Tautou, Francois Damiens, Bruno Todeschini, Melanie Bernier, entre otros. Música y canciones de Emilie Simon. Duración: 108 minutos.
BUENA. BURBUJA AMOROSA TENUE, MUY FRANCESA
Los hermanos Foenkinos, con vasta experiencia en guiones de TV y en el campo audiovisual en general, incursionan con esta ópera prima basada en el exitoso libro de David Foenkinos de igual título: La delicadeza. Es una comedia romántica diferente por la pasión contenida y el manifiesto contraste entre los protagonistas que, por esas cosas del amor, tienen una entrañable y diferente historia con pinceladas bien francesas, o sea, fineza alternada con toques de humor y tristeza, y cierto toque intelectual. El título solo se explica por el tratamiento dado, una burbuja ideal por sobre la realidad que es cruel.
Nathalie, a cargo de Audrey Tautou, todavía con esa aureola de fragilidad y ternura que desgranara en “Amelie”, es una viuda que, al morir su esposo, se recluye por largo tiempo en su trabajo, en una oficina de la singular Saint Denis parisina. Allí trabaja Markus, encarnado por Francois Damiens (logró superar un casting en el que no era favorito), atípico empleado de menor jerarquía. Un buen día Nathalie se acerca y lo besa. ¿Elipsis? Sí, nada explica lo que sucede pero ocurre y da inicio a una relación que será criticada en la empresa.
La joven viuda renace de su soledad y aislamiento. Y se genera esta “delicada” situación amorosa que puede superar la realidad, para nada fácil. El film no nos dice mucho más sino que nos enfrenta a esta historia de pasión mesurada, finamente equilibrada entre el corazón y la razón. Es delicada la protagonista, es delicado su repentino deseo de amar, pero nada fuera de ciertos límites.
La compositora francesa Emilie Simon, haciendo gala de la singular paleta musical francesa, compuso canciones y música incidental acorde a este clima de “burbuja” espiritual, dándole una fina mixtura a una historia diferente. Tono menor en un amor de película de muy buena factura cinematográfica.
Puede dejarnos con algunas preguntas, es cierto, pero también con la agradable sensación de haber visto una narración sutil sobre el advenimiento del amor como renacimiento.
Carlos Pierre
UNO
Guión y dirección de Dieguillo Fernández. Con Luciano Cáceres, Carlos Belloso, Silvina Bosco, Camila Fiardi Mazza, entre otros. Música de Pan Fradiavolo. Duración: 84 minutos.
REGULAR. RELATO TAN CRÍPTICO QUE CONFUNDE
Hermética y de difícil interpretación es esta ópera prima escrita y dirigida por Dieguillo Fernández. Con toda la impronta de un cuento literario, transita dificultosamente esa trasposición de lo literario a la narración cinematográfica. Aquello que se comprende en las páginas de un libro no siempre cristaliza en el cine.
El guión está poblado de personajes sin desarrollo: el protagonista (Luciano Cáceres) es un forastero que para en un pueblito, sobrellevando la angustia de una relación amorosa fracasada. Una niña huérfana (Camila Fiardi Mazza), de aspecto etéreo, lo está esperando. Necesita imperiosamente a alguien que la proteja del malo del lugar (Carlos Belloso), quien quiere apoderarse del único bien que le dejó su padre, una hostería del campo. Este forastero juega a ser el tío de la niña y se mete en la trama pueblerina, incluso con un duelo a puro cuchillo y sangre.
Forzando toda nuestra atención, el guión nos resulta poco comprensible tal como está desgranado en la propuesta cinematográfica, y quedan dudas sobre los personajes, si el forastero vivió o no tamaña experiencia, si no ha sido producto de su imaginación, alimentada por el tormento amoroso que padece. Un verdadero “puzzle” que no nos satisfizo.
Carlos Pierre
W.E.- EL ROMANCE DEL SIGLO
De Madonna, con guión de Madonna y Alek Keshishian. Con Andrea Riseborough, Abbie Cornish, James D’Arcy, Oscar Isaac, Laurence Fox, entre otros. Música de Abel Korzeniowski. Duración 118 minutos.
REGULAR -  DOS MUJERES SE CRUZAN EN EL TIEMPO
La factura de esta nueva película de Madonna, la estrella del pop que este jueves vuelve a presentarse en Buenos Aires, es preciosista desde los encuadres, los planos, hasta el clima que crea. Hay fruición en la fotografía, desde planos secuencias a primeros planos, realizada con precisión y exquisito buen gusto. Sin embargo, el guión tiene problemas porque lo que aparece como historia principal pronto queda sujeta a la subhistoria y resulta absurda y pequeña.
Wally bella mujer que vive, en 1998, en Manhattan, se ve obsesionada por el remate de las pertenencias de Wallis Simpson (James D’Arcy), la norteamericana que se casó por tercera vez con el rey Eduardo VIII, quien debió abdicar al trono de Inglaterra ante esta pasión no aceptada por la realeza de su país. Wally pasa sus días en Sotheby’s, la casa de remates, y frente a cada objeto de Wallis Simpson, sueña qué debió pasar con él en manos de la duquesa. En flashbacks, el film nos retrata esas circunstancias, desde el mantel bordado hasta el collar de perlas preciosas. Y esta historia de Wallis y Eduardo va acaparando la pantalla dejando a Wally como una visitante enloquecida por una historia romántica emparentada con la realeza británica, cuyo marido no la comprende. Una fuerte secuencia inicial, donde Wallis es pateada por su primer marido, se repite en la vida de Wally, y la salva el custodio de las joyas, Eugeny (Oscar Isaac), un hombre modesto de buenos sentimientos que la salva.
En realidad, la historia de Wally pierde fuerza, y se nota una cierta similitud con “Las horas”, incluso en la música de Abel Korzeniowsky, si bien no es minimalista. La bifurcación del protagónico femenino es forzado y pierde la protagonista actual frente a la importancia que cobran Wallis y Eduardo VIII. La aparición del fantasma de Wallis Simpson no aporta nada y es, en todo caso, un recurso facilista. Abbie Cornish es la actriz bella que encarna a esta perturbada Wally del siglo XX quien cierra los ojos con fuerza para indicarnos que llega otro flashback con la historia de Wallis y Eduardo VIII. Es casi infantil este tipo de situaciones que se reiteran. Y Wally queda, entonces, solo como un pivot que nos permite conocer la intimidad de los duques de Windsor.
La idea no era mala: la similitud de la vida de dos mujeres; el fanatismo de una por la otra hace posible que surja la historia del pasado, anulando la historia actual. Podríamos pensar que hay una búsqueda de la femineidad que puede incluir alguna dosis de maldad como ocurre con Wallis Simpson (la anciana Wallis baila un frenético rock a los pies del lecho de su moribundo Eduardo VIII) pero no con Wally, que queda reducida a una pobre de espíritu, dueña de una fragilidad psíquica notable y esquematizada en visitas a la casa de remate. Femenino es el tratamiento que le da Madonna queriéndonos transmitir, presuntamente, que las fanáticas se desquician y viven la vida de terceras y no las propias. Todo puede ser. El film tiene, esencialmente, gran belleza fotográfica. Lo demás es materia más que opinable. No nos convenció para nada. ¿Por qué “W.E”? Son las iniciales:  “Wallis” y “Eduardo” y “Wally y Eugeny”. Y también significa, como sabemos, “nosotros” en inglés. Muy básico todo.
Elsa Bragato


jueves, 6 de diciembre de 2012

UNA MUJER SUCEDE Y MÁTALOS SUAVEMENTE, ENTRE LOS ESTRENOS DE ESTE JUEVES 6 DICIEMBRE


JUEVES 6 DE DICIEMBRE DEL 2012.-
Este jueves hay 9 estrenos que incluyen 6 films nacionales. De éstos, dos son documentales que ya se están dando en algunas salas como “Blackie, una vida en blanco y negro”, de Alberto Ponce, y “Elsa y su ballet”, de Darío Doria. No comentaremos “Diablo” de Nicanor Loretti ni “7 días en la Habana”, film de siete cortos de diferentes directores entre quienes está Pablo Trapero. Tiene muchos desniveles y, en general, no permite una valoración como el resto de las películas. En el caso de “El décimo infierno” del chaqueño Mempo Giardinelli y de Juan Pablo Méndez Restrepo, señalamos que se estrenó la semana pasada en una sala alternativa. Esta semana es su estreno comercial. Lo incluimos entre las críticas.
Hay un gran desorden en materia de estrenos, justamente, películas –ficción o documentales- que salen a la luz sin aviso previo a los críticos, salvo el de su estreno comercial. Todavía la Argentina no vio las grandes realizaciones, con excepción de la nacional “Infancia clandestina”, por ejemplo, que van camino al Oscar, sean o no finalmente nominadas. Un gran retraso en materia de estrenos como pocas veces se vio en los últimos 15 años y se debe, por lo que vemos, a la necesidad de las distribuidoras de estrenar material “stand-by”. Injusto para el espectador nacional.
UNA MUJER SUCEDE
De Pablo Bucca. Con Eduardo Blanco, Alejandro Awada, Viviana Saccone, Oscar Alegre, Jorge D’Elía, Gustavo Garzón, entre otros. Música de Mauro García Barbe. Duración: 90 minutos.
BUENA. BUENAS ACTUACIONES EN UN FILM TEATRAL PERO AUSPICIOSO
El relato original del escritor Luis Lozano es por demás atractivo. Tres hombres en el velatorio de una mujer desconocida, en una noche lluviosa y solitaria de un pueblo, juegan al truco sobre su ataúd. Cada uno de ellos cree estar frente a una mujer con la que mantuvo alguna relación conflictiva. Surgen las historias particulares en busca de la identidad de la mujer muerta. ¿Quién vivió realmente una historia de amor con ella? Un escritor, un amante de la mujer de su amigo y un chofer de colectivo se disputan esa relación del pasado.
La opera prima de Pablo Bucca tiene a su favor varios puntos: desde la elección del texto de Lozano hasta el elenco. Como contrapartida, se observa una excesiva teatralización en detrimento de la agilidad narrativa que se requiere en el cine. Los diálogos de los tres hombres tienen un lenguaje propio del teatro más que del cine a través del empleo de palabras que resultan forzadas o altisonantes. Esto no es obstáculo para que Blanco, Awada y Alegre desarrollen tres personajes de manera estupenda, con convicción actoral que supera la teatralidad mencionada.
Destacamos la actuacion de Viviana Saccone quien encarna a cada una de las mujeres que estos tres hombres tienen “in mente”, todas muy distintas, conformando una paleta magnífica de recursos actorales que elevan el nivel del film.
Es decir, es un buen trabajo de Bucca en líneas generales, diferente, que le abre camino en el largometraje de manera auspiciosa.
Carlos Pïerre
EL DÉCIMO INFIERNO
Guión y dirección de Mempo Giardinelli y Juan Pablo Méndez Restrepo (director colombiano radicado en el país). Con Patricio Contreras, Aymará Revera, Guillermo Somogiy, Atilio Clavo Fanti, entre otros. Música de Raúl Barboza y Rodrigo Soko. Duración: 83 minutos.
REGULAR. ASESINATOS EN SERIE EN UN THRILLER QUE SE APOYA EN EL “GORE”
Una vorágine de sangre y muerte se desata cuando Alfredo (Patricio Contreras) le pregunta a Griselda (Aymará Rovera), esposa de su socio en una inmobiliaria del Chaco, cuándo matarán al marido engañado desde hace años para ser libres y vivir la pasión que los une.
Cuando este asesinato se cumple (“Antonio”, encarnado por Guillermo Somogiy), el film entra en la categoría “gore”: la pareja protagónica abandona principios, valores, y en su huida siembran un espantoso reguero de muertes y de espanto, un verdadero infierno dentro del marco de la exuberante geografía del Chaco, provincia que abandonan para refugiarse en el Paraguay.
No hay objeciones en las actuaciones. La seguidilla de muertes no tiene más sentido que la locura de los personajes, algo que debió ser un poco más desarrollado. Y éste sí es el “quid” del film: la presentación de la locura en sí misma. Nos habría conformado un poco más de hondura. No obstante, es un buen intento de policial “gore”.
Carlos Pierre
LA INOCENCIA DE LA ARAÑA
Guión y dirección de Sebastián Caulier. Con Juan Gil Navarro, Lourdes Rodas, Renata Mussano, Gabriela Pastor, entre otros. Música de Pablo Borghi. Duración de 93 minutos.
REGULAR. HISTORIA CONTADA PERO NO DESARROLLADA
“La inocencia de la araña” es  un cuento infantil que nos habla de dos nenas de 12 años (Renata Mussano y Gabriela Pastor) que se enamoran del nuevo profesor (Juan Gil Navarro). Éste se instala en el colegio ubicado en la provincia de Formosa. Este profesor trae un bagaje de soledades y una inusual compañera: una araña vulgarmente llamada “araña pollito”, que mantiene encerrada en una jaula de vidrio y que será el centro de la acción.
El profesor entabla una relación amorosa con la profesora de gimnasia (Lourdes Rodas), quien se transforma en la tercera en discordia por el enamoramiento de las dos alumnas. He aquí el triángulo amoroso que no tendrá un desarrollo como esperábamos. La araña pollito, en cambio, será el eje fundamental de la historia.
Un detalle que no nos conformó es que las dos alumnas parecen escindidas del mundo real, sin ninguna alusión a sus padres o a sus respectivas familias. Además, el film se apoya en los diálogos de las pequeñas, a quienes les faltó dirección actoral, quienes relatan sus fechorías. Esto aísla de todo contexto real no solo a los personajes sino a la historia en sí, aunque se apoye en la mirada infantil con exclusividad.
Se habla siempre de la “crueldad” natural de los niños por desconocer las consecuencias del accionar. En este sentido, la película de Caulier cumple con esta premisa psicológica. Pero, salvo el desarrollo de la acción en sí, no hay ninguna búsqueda del por qué ni referencia que sustente la acción más que el enamoramiento y el deseo de hacerle mal al profesor y su novia. Se relató la historia de manera muy lineal. Es decir, un cuento como el que vimos en pantalla solo funciona en la literatura. No en el cine, dado que éste requiere un sustento narrativo muy diferente, una obviedad que no nos cansaremos de señalar.
Carlos Pierre
DESPEDIDA DE SOLTERA (BACHELORETTE)
De leslye Headland. Con Kirsten Dunst, Rebel Wilson, Lizzy Capalan, Isla Fisher, entre otros. Música de Andrew Feltenstein y John Nau. Duración: 87 minutos.
BUENA. MUJERES “RECARGADAS” EN LA NOCHE NEOYORQUINA
“Bachelorette”, en el idioma original, nos cuenta la historia de una despedida de soltera recargada. Sexo, droga y desparpajo que nos remiten a muchas secuencias de la exitosa “Sex and the city”, si bien aquí hay desborde, descontrol. Una compañera del secundario, la simpática Becky (Rebel Wilson, de “Damas en guerra”) se casa con un atractivo hombre (Hayes Macarthur) y esto da origen a la despedida de soltera en pleno Manhattan.
Las damas de honor, encarnadas por Kirsten Dunst, Isla Fisher y Lizzy Caplan, van en búsqueda de diversión pero el alcohol, la droga y el sexo provocan un desborde que altera los planes de la homenajeada. Las jóvenes mujeres están dispuestas a dar riendo suelta a sus instintos y vaya cómo, en el marco de un lujoso hotel de la Gran Manzana y con un maravilloso cuarteto de cuerdas que interpreta a Haydn y Mozart, señalados por los músicoterapeutas como especiales para la relajación y la coordinación de los chakras. Aquí no resulta… al punto tal que hasta el vestido de novia cae en esta búsqueda de diversión.
No es la primera vez que estamos frente a una película donde las mujeres son protagonistas de sus despedidas de solteras, barriendo con todos los límites que se podrían esperar (si es que tienen que tener límites…). O hay enojos entre ellas, como vimos en la excelente “Damas en guerra”, o bien buscan el sexo libre con frenesí. De esto último se trata la película que incluye también al novio de la futura esposa, sumado al desborde imparable de estas simpáticas mujeres que nos muestran el otro lado de las “féminas” dispuestas a todo. Además, están en New York, una ciudad que ofrece todo lo que uno quiera. Solo hay que buscarlo. Y estas chicas saben cómo.
En la hora y media del film, asistimos a la cabalgata de las tres mujeres que se deleitan con todos los juegos carnales que se les ocurren. El ritmo vertiginoso provoca hilaridad y no poco asombro asistiendo a una despedida de soltera bien femenina. Luego de la noche tormentosa, con lluvia incluida, la mañana soleada surge como un bálsamo para la primera de las chicas que dará el gran paso del casamiento. Diversión alocada, bien resuelta como tal, sin buscar ninguna introspección en los personajes. Buenas actuaciones y, ¡a divertirse!
Carlos Pierre
MÁTALOS SUAVEMENTE
De Andrew Dominik. Con Brad Pitt, Richard Jenkins, Ray Liotta, Sam Sheppard, James Gandolfini, Scott McNairy, Ben Mendelsohn, entre otros. Duración: 97 minutos.
MUY BUENA. EL HAMPA DE POCA MONTA EN UNA HISTORIA SEUDOPOLÍTICA
Cuestionar a los gobernantes de USA y el modelo capitalista son temas recurrentes en la cinematografía de Hollywood. Se ejerce la libertad de expresión por lo que “Mátalos suavemente no es una excepción”. El film es interesante, muy bien filmado, aunque con un tono grave que lo hace denso por momentos. Andrew Dominik trabaja por segunda vez con Brad Pitt, a quien tuvo en la estupenda “El asesinato de Jesse James…”, junto a Casey Affleck. En este caso, la historia se basa en un par de hampones de poca monta que viven en el Sur de los Estados Unidos luego del huracán Katrina y en medio de las elecciones presidenciales del 2008 que dio como presidente a Barack Obama. El trasfondo de muchas escenas es un discurso del presidente Obama sobre el significado del país que va a gobernar y el programa de acción a seguir. Muy fugazmente aparece el expresidente George W. Bush en una pantalla de televisor.
Como dijimos, es el trasfondo. La acción nos muestra a estos dos hampones robando a un garito de juego que dirige Markie (Ray Liotta), por lo que se aseguran la condena a muerte. Antes, se despacharán con una golpiza brutal a Liotta, secuencia tremenda que realmente desagrada y remueve el estómago. Sin embargo, para los fines del cine, es un gran trabajo de Dominik por el planteo de los encuadres y las tomas.
Los hampones del garito contratan a un asesino a sueldo, Jackie Cogan, que encarna Brad Pitt, aplomado, conocedor de su “oficio”, quien subcontrata para uno de los asesinatos a Mickey, a cargo de James Gandolfini, quien da muy bien en este rol de matón en el que está bastante encasillado. Es un personaje conflictuado, demasiado para las tareas que cumple. La suerte de los dos jóvenes hampones está echada. Pero Dominik se toma el tiempo necesario para desarrollar los personajes, mostrarlos hasta con calidez en sus diálogos, en sus miedos, y además meter la cámara en las charlas entre el apoderado de los gangsters, personaje sin nombre que protagoniza Richard Jenkins, con Brad Pitt.
Aquí hay que señalar que Andrew Dominik utiliza una muy buena cinematografía adecuando la agilidad de las tomas al contenido de las secuencias. Será pausado en las charlas, será nervioso y ágil en las escenas de enfrentamientos. Es decir, conjuga el guión con la narración audiovisual, algo que no se suele ver con tanta claridad como en este caso.
Decimos que es “pseudopolítico” el guión porque no se interna en la política sino que es la referencia para dejarnos una metáfora de que lo que ocurre arriba ocurrirá abajo, tal como una premisa oriental indica. En definitiva, tanto para los gobernantes como para los más miserables de una sociedad (miserabilidad relacionada directamente con la condición social, o la falta de oportunidades), todo es una cuestión de “negocios”. Los del hampa negocian cómo vivir de la manera que conocen, los de “arriba” negocian sus propios destinos políticos más que el del pueblo que prometen conducir hacia el bienestar. Ése sería el quid de esta película que no abandona el relato grave y parsimonioso y que hace gala de un excelente manejo de los recursos visuales. Lento e inexorable hacia un fin previsible pero bien resuelto.
Elsa Bragato