PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

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jueves, 25 de agosto de 2011

EL AMANTE, BALADA TRISTE DE TROMPETA, QUIERO MATAR A MI JEFE, NO LE TEMAS A LA OSCURIDAD



JUEVES 25 DE AGOSTO DEL 2011.-
Hay cuatro estrenos en fílmico. No comentaremos No le temas a la oscuridad, si bien daremos datos técnicos.
BALADA TRISTE DE TROMPETA
De Alex de la Iglesia. Con Carlos Areces, Antonio de la Torre, Carolina Bang, Sanchi García y Santiago Segura.  Música Roque Baños. Duración: 108 minutos.
EXCELENTE. ALEGORÍA SOBRE ESPAÑA A TRAVÉS DE UN GROTESCO
SURREALISTA Y BRUTAL CON UN TRIÁNGULO AMOROSO COMO EJE

Este nuevo film de Alex de la Iglesia, escrito también por él, nos muestra la más cruda realidad social y política de España en 1937, en plena Guerra Civil. Con una crueldad auténtica y bizarra, nos atrae y nos atrapa de principio a fin, aunque también nos duele hasta el tuétano.
Bajo el cielo plomizo y exasperante de un circo, tal vez el último tal como reza en el título en inglés (The last circus), nos muestra cómo es reclutado el payaso Tonto (Santiago Segura) por las milicias y su locura que termina con la masacre de los soldados a machetazos.
Varias décadas después (36 años), en 1973, Javier (Carlos Areces), hijo de aquel payaso, se incorpora a un circo donde se verá envuelto en una aventura aún más cruel, al enfrentarse al payaso Sergio (Antonio de la Torre), dueño del circo, ambos luchando por el amor de una hermosa trapecista, Natalia (Carolina Bang, pareja de Alex de la Iglesia) que, en líneas generales, encarna nada menos que a España.
Como la nobleza y el conflicto son incompatibles, Alex de la Iglesia expone de un modo surrealista, exagerado, brutal, los actos al límite de ese triángulo amoroso entrecruzado por el payaso bueno y el payaso malo y la trapecista masoquista, que mantiene una relación oscura con el payaso dueño del circo.
Plena de simbología hispana, aparecen dos escenas claves: la huida de Javier transformado en un animal perseguido en un bosque, desnudo, que mata y come de manera revulsiva. La otra escena es el duelo de los dos payasos en el monumento (una gigantesca cruz) situado en el Valle de los Caídos, donde se enciende de modo superlativo la pasión por un amor visceral e incontrolable. El espectador no permanece a salvo de tanta pasión, venganza, locura, muerte.
Alex de la Iglesia incluye inserts para ubicarnos en la época: en un cine de barrio aparecen Marisol, cantando “Corazón contento” de Palito Ortega, así como una serie de fotografías de artistas españolas de esos tiempos, aún vigentes. También está el video de“Balada triste de Trompeta” interpretada por Raphael, como un ejemplo más de la paleta amplia y terrible que va pintando, narrando, el realizador.
Emparentada a la distancia con aquella “Noche de Circo”, de 1953, de Ingmar Bergman, aunque distanciado geográfica y filosóficamente por ser uno del norte europeo y otro del sur. Es decir, estamos frente al alma metafísica de Bergman y el alma prosaica de Alex de la Iglesia, en directa relación con su hispanidd. Ambos films duelen profundamente, el peso de la carpa del circo se desploma sobre los personajes con su carga de locura y muerte, como indicamos antes, y tampoco deja fuera de esta orgía de sentimientos exacerbados al espectador.
El film fue nominado a 15 premios Goya, ganando varios premios también en el festival de Venecia. A todo o nada, Alex de la Iglesia vuelve a trabajar con dos personajes a los que esta vez arropa con una dirección de arte inusual, logrando una narración audiovisual preciosista aún cuando el tema va por otra vertiente, la de la pasión descontrolada. Y he aquí una dicotomía que le da un valor extra a esta producción: la muerte, España, y el amor, glamorosos, esperpentos, trágicos, crueles. Un film para ver, analizar , teniendo en cuenta que existen escenas muy fuertes.
Carlos Pierre

EL AMANTE
De Luca Guadagnino. Con Tilda Swinton, Flavio Parente, Gabriele Ferzetti Marisa, entre otros. Música de John Adams. Duración (running): 120 minutos.

MUY BUENA. EL TRIUNFO DE LA LIBERTAD Y DEL AMOR EN UN RELATO SUNTUOSO Y SENSUAL A LA VEZ
Estamos frente a un film que es un “rara avis” en la cinematografía actual, cine puro, cargado de imágenes sensuales, provocativas, sugerentes, y con una dirección de arte que mereció nominaciones en los Oscar además de estar nominada a ese premio como Mejor Película en idioma extranjero.
El eje es Emma Recchi, a cargo de Tilda Swinton, una notable actriz de gran belleza que es capaz de lucir su cuerpo desnudo (tomado con la delicadeza de un gran director) con más de 60 años. Encarna a una bella rusa que fue conquistada por un poderoso textil italiano, llevando una vida social intensa en un “palazzo” ubicado en Milán, tal vez en sus alrededores, donde la vida cotidiana no está presente. Vive en una prisión de oro de la que no se da cuenta hasta que siente una profunda atracción sexual por un compañero de deportes de su hijo. Éste está embarcado en la empresa familiar mientras que su compañero es un excelente chef pero con un nivel de vida muy lejano al de Emma, madre también de una hija quien le confiesa su lesbianismo. Emma acepta la felicidad de su hija.
El film dura dos horas y durante la primera hora se hace honor a esa vida glamorosa y sensual en la que vive Emma, que ha olvidado su nombre ruso, que solo se ha permitido ser la “Muñeca” bella para su marido, sin tener más injerencia en los asuntos empresariales que el de ser una gran esposa y una bellísima mujer.
En la segunda hora, la pasión tiene lugar en una localidad cercana a San Remo donde el chef abrirá un restorán teniendo como socio al hijo mayor de Emma. Pero hay desencadenante trágicos, inesperados, frutos de la casualidad o la causalidad, que trastocan para siempre y en forma brutal la manera de ver la vida de Emma.
En la mirada de su hija encuentra las respuestas a su lucha interior: esa vida glamorosa, de muñeca de lujo, o la vida a pleno con pasión y lucha que le ofrece, casi sin querer, el joven chef. El “quid” de este drama tan intenso, apasionante, lo da una sopa, prosaica pero eficaz para el argumento: la “uja”.
Hay varios aspectos técnicos para resaltar: primero, la dirección de arte que recrea puntillosamente la vida de los ricos empresarios de Milán. Segundo, la delectación del director en tomas cortas de flores, abejas, árboles, que acompañan las secuencias. Tercero está la banda sonora de John Adams, que por momentos aturde y la única explicación que encontramos es la de acercarnos sensorialmente a la explosión del drama, ya sea la pasión entre Emma y el chef así como el aciago hecho que cambia la vida de Emma.
Nos hacemos solo una pregunta: ¿es necesario que una mujer sufre hasta el paroxismo para encontrar la felicidad, ya sea el amor como la libertad? Por lo demás, estamos frente a un gran película, de notable realización, de preciosismo en la narración. Si quiere cine, éste es su film.
Elsa Bragato

QUIERO MATAR A MI JEFE
De Seth Gordon. Con Jason Bateman, Charlie Day, Jason Sudeikis, Kevin Spacey, Jennifer Anniston, Colin Farrell, Jamie Foxx y Donald Sutherland. Música de Christopher Lennertz. Duración (running) 120 minutos.
BUENA. MAS DE LO MISMO EN UNA COMEDIA ENTRETENIDA, PARA PASARLA BIEN
No busquemos el “non plus ultra” en esta comedia donde se analiza el comportamiento de tres patrones y sus respectivas malas relaciones con sus empleados: Kevin Spacey en el papel de un superior sádico que tiene a mal traer a Nick a cargo de Jason Bateman; la odontóloga sexópata de Jennifer Anniston que persigue a su ayudante encarnado por Charlie Day, y el empresario bueno de Donald Sutherland que será reemplazado por su drogadicto hijo que protagoniza Colin Farrell, afeado e irreconocible pero en un papel que le cae muy bien, con una relación pésima con Kurt, que personifica Jason Sudeikis.
Nick, Dale y Kurt planean, entonces, la muerte de sus jefes y recurren a “conocedores” del tema, el pseudo asesino a sueldo de Jamie Foxx. Como no son expertos, se producirán equívocos, con algunos toques escatológicos, pero los menos y hay que reconocer que no los peores.
Las situaciones se tornan divertidas, entre estos tres principiantes de asesinos  que meten la pata a más no poder y la vida que les va jugando a favor sin que ellos hagan nada.
No hay nada que no se haya visto, hay mucha reminiscencia a “Qué pasó en Las Vegas”?, y se sale del cine con una sonrisa.  Nada para pensar, todo para reir o sonreir. No está mal.
Elsa Bragato

NO LE TEMAS A LA OSCURIDAD
De Troy Nixey, con producción de Guillermo del Toro y Matthew Robbins. Duración: 99 minutos. Con Guy Pearce, Katie Holmes, entre otros. Un film de terror que tiene como epicentro a una niña, hijastra de KAtie Holmes en el argumento, que es perseguida por criaturas nefastas.










jueves, 18 de agosto de 2011

EL PLANETA DE LOS SIMIOS, COWBOYS & ALIENS, VIUDAS, CERRO BAYO, ESTRENOS DE CINE 18 DE AGOSTO




JUEVES 18 DE AGOSTO DEL 2011.-
Hay seis estrenos, cuatro de ellos son nacionales. No comentamos dos documentales a saber: Mosconi, de Lorena Riposati, y Ceremonias de barro, de Nicolás Di Guisto. Pero decimos que los documentales argentinos son fantásticos siempre.
CERRO BAYO
De Victoria Galardi. Con Adriana Barraza, Inés Efrón, Verónica Llinás, Nahuel Pérez Biscayart, Marcela Kloosterboer, Adela Gleijer, entre otros. Duración: 86 minutos.
BUENA.  COMEDIA DRAMÁTICA SOBRE LA GENEROSIDAD Y LA AVARICIA ENTRE HERMANOS
Estamos frente a la segunda película de Victoria Galardi. La primera fue “Amorosa Soledad”, que tuvo muy buena aceptación, siendo su protagonista Inés Efrón.
Oriunda de Villa La Angostura, la directora tiene la escenografía natural de la zona como telón de fondo previo a la erupción del volcán Puyehue; sin embargo, optó por trasladar el meollo argumental a la puja entre varios familiares sobre una herencia o cantidad de dinero interesante.
Está por comenzar la temporada de esquí en el pueblo al pie del Cerro Bayo y las primeras nevadas generan gran expectativa. Sin embargo, quedan como telón de una historia familiar en tono de comedia dramática. La matriarca decide suicidarse después de haber ganado en el Casino. Antes de tomar la decisión, esconde el dinero debajo de la lápida de la tumba de su marido, en el cementerio del lugar. Su suicidio no se concreta y queda en estado de coma mientras a su alrededor surgen los subtemas basados en la avaricia y la generosidad de sus hijos, entre hermanos.
Un elenco formidable de actores encarnan las diferentes apetencias del ser humano en el seno familiar, que es, en definitiva, la búsqueda que encara Victoria Galardi al meter su cámara en el alma de los personajes y encontrar las razones de sus apetencias económicas. Verónica Llinás regresa desde Buenos Aires porque necesita el dinero para pagar deudas; Nahuel Pérez Biscayart es el nieto que quiero probar suerte en Europa; Guillermo Arengo compone al yerno que maneja una inmobiliaria y sueña con un lote que pertenece a su suegra, la estupenda Adriana Barraza (Babel, Amores Perros); ésta,  a su vez, es la hija que piensa en ayudar a sus familiares con ese dinero. Inés Efrón compone a otra descendiente joven que escapa a todas las normas: su afán es tener un orgasmo porque está convencida de que así logrará un semblante bello para competir con la más bella del pueblo, a cargo de Marcela Kloosterboer.
El guión es puntilloso, tiene un armado prolijo, tal como es el estilo de Victoria Galardi. El entramado general de la narración es demasiado lineal, si bien Galardi logra el objetivo de hacernos transitar por cada historia personal sin que se produzca un desbande argumental. No es poco logro. Pero se siente que estamos frente a una acuarela agradable y no frente a un óleo de apasionados colores, cuando esta última paleta habría sido la que realmente pintara las pasiones ocultas de estos hijos tan ambiciosos. Por ahí quedó algún cabo suelto como el del nieto que sabe, sin mayor explicación, dónde la abuela escondió el dinero que ganó en el Casino. Con una breve secuencia de dos tomas se habría solucionado este bache que es importante para cerrar el relato.
No obstante estas apreciaciones, es una película agradable de ver. Además, por cada entrada vendida se donarán 3.50 pesos a la fundación que se encarga de la reconstrucción de Villa La Angostura. A este objetivo solidario le añadimos la larga carrera por festivales que tuvo el film, elegido para las secciones oficiales de Biarritz, Cinemanovo de Bélgica, Festival de Toulouse, de Roma, entre tantos otros, logrando el Premio Otra Mirada de TVE y del Jurado a la mejor película en Cinemacity de Serbia.
Carlos Pierre
VIUDAS
De Marcos Carnevale. Con Graciela Borges, Valeria Bertuccelli, Rita Cortese, Martin Bossi en su debut cinematográfico. Música de Javier Herrlein. Duración: 100 minutos.
BUENA. DUELO ACTORAL ENTRE DOS MUJERES Y UN MISMO DRAMA
Marcos Carnevale es el mismo director de la memorable Elsa y Fred, de la tremendamente tierna Anita (no valorada lo suficiente ni por público ni por crítica), así también como el mismo realizador de la pálida Tocar el Cielo. Hombre fogueado en la televisión, Carnevale imprime ese timing de la pantalla chica por momentos a la pantalla grande, con demasiados planos y contraplanos y ubicando el peso narrativo en las protagonistas más que en la historia en sí.
Dos mujeres se enfrentan sin haberlo querido. Elena, a cargo de Graciela Borges, no tiene hijos, una buena carrera como directora de documentales, y un buen pasar. En medio de una filmación, recibe un llamado desde un sanatorio y allí encuentra a su marido muriéndose, acompañado por una mujer joven. Descubre que lAdela (Valeria Bertuccelli) es la amante y espera un hijo, el que ella no pudo darle.
Las dos mujeres son obligadas, de alguna manera, por el difunto a convivir bajo un mismo techo. Aquí aparece Martín Bossi en el personaje del extravagante mucamo de Elena. Y es en el seno de este acomodado hogar donde ambas mujeres librarán la batalla de aceptarse, de conocerse, de enfrentar una realidad para la que no habían sido preparadas.  Es aquí donde Carnevale alcanza aciertos al otorgar desarrollo a los personajes de las actrices, incluyendo a una estupenda Rita Cortese en calidad de asistente de Elena, y a Martín Bossi, como el mucamo travesti que aporta cuotas de humor.
Redescubrimos a Graciela Borges, que enamora a la cámara siempre que está frente a ella, que conoce los íntimos recursos del cine y los hace suyos. Así como encontramos a Valeria Bertuccelli sólida pero con parlamentos que suenan verborrágicos y poco claros por una dicción que debe mejorar. Está actuando frente a Graciela Borges y, aunque Bertuccelli esté fogueada en el cine, con buenos trabajos, hay diferencias. Borges compone con ductilidad diferentes papeles y aún con su personalidad tan definida le imprime a cada personaje algo especial que los va distinguiendo. En el caso de Bertuccelli, encontramos una actuación demasiado natural que nos recuerda a tantos otros personajes que hizo (joven pero de carrera larga en la pantalla grande).
Poco importa el final luego de este duelo de actrices entre las que el público tendrá que optar o no. El énfasis está en el desarrollo de este forzado encuentro y en lo que produce en ambas mujeres, con diferentes objetivos de vida, una con todo a su favor, la otra peleando por un lugar en el mundo. Es un buen film, difícil de encuadrar en comedia dramática solamente, por momentos es más comedia, por momentos es más drama. Pero cumple el objetivo del director de contarnos una historia provocativa, diferente, que toma una de las aristas del vasto universo del amor. En definitiva, depende de cómo la historia nos llegue al corazón, nos conmueva, nos movilice, que de eso se trata el arte en general.
Carlos Pierre

COWBOYS & ALIENS
De Jon Favreau. Con Harrison Ford, Daniel Craig, entre otros.  Música de Harry Gregson Willliams. Duración: 118 minutos.
MUY BUENA. MIX DE WESTERN Y CIENCIA FICCIÓN ALTAMENTE EFECTIVO
Antes de ingresar a la sala uno se pregunta si verá a James Bond en acción, recordando la excelente Casino Royale con el inglés Daniel Craig o bien asistirá a una secuela de Indiana Jones con el fantástico Harrison Ford. Suena extraño hablar de un western donde los “aliens” aparecen. El respeto a los cánones del género ha sido la base fundamental para que esta narración audiovisual sea un gran entretenimiento de principio a fin sin caer en situaciones sin salida o absurdas.
El “quid” está en el personaje de Daniel Craig, que perdió la memoria  al aparecer tirado en un terreno árido de Arizona en 1873 llevando un grueso aro en su brazo izquierdo que en determinados momentos se acciona, lanza luces y se transforma en poderosa arma. Harrison Ford es el ganadero de la zona, un hombre impiadoso que será sacudido por las experiencias que vivirá, especialmente cuando un estruendo poderoso trae consecuencias terribles como la muerte de sus animales.
La búsqueda del origen de los extraños sucesos en el Oeste irá dirigiendo los intereses de unos y otros, a veces enfrentados en balaceras inútiles, otras tratando de aunar esfuerzos para determinar el origen de tantos daños materiales. Hay una mujer que desvela al personaje Jake Lonergan, a cargo de Craig, que está en la piel de Olivia Wilde, y que es otro elemento clave de la historia.
No hay 3D, lo que ayuda a que este film sea realmente un western si bien los “malos” a perseguir y aniquilar son “aliens” y no humanos. Todos, los “raros” y los humanos, tienen avidez por el oro de la zona. Se verá de qué manera y cómo debe replantearse la lucha contra seres feroces, feos como siempre, ya conocidos, pero bien ubicados en la trama.
Los aliens son el objetivo, por lo que se ha tenido el buen tino de no incluirnos al comienzo para permitir el desarrollo del western en sí, la llegada del forastero, qué busca, la matanza de los animales, si hay o no cuatrerismo, cómo enfrentarse a un personaje que busca la ley, unirlo o no cuando se descubre que el mal está fuera del alcance de los humanos. Todos elementos confluyentes en el argumento que transforman este raro mix en un atrapante western, con mucha acción obviamente sobre el final.
Nos atrapó, nos pareció original, nos gustó que no se hubiese utiizado una tecnología 3D para contarnos una historia de este género. Los “aliens” de Hollywood son siempre iguales, feos con ganas, con múltiples tecnologías insólitas para el siglo XIX. Si nos atenemos a la historia de los pueblos antiguos, fuimos visitados por estos seres cósmicos. Así que la idea, si queremos buscarle una quinta pata al gato, también tiene raíces en la historia de la Humanidad. Muy entretenida.
Elsa Bragato
EL PLANETA DE LOS SIMIOS (R) EVOLUCIÓN
De Rupert Wyatt. Con James Franco, Freida Pinto, Tom Felton, Andy Serkis, John Lithgow, entre otros. Duración: 105 minutos.
MJY BUENA. LA MANIPULACIÓN GENÉTICA EN UN FILM CONMOVEDOR
Armar el comienzo, o sea la precuela, de la saga El Planeta de los Simios, fue una tarea difícil porque ya estaba todo dicho (ver al final el listado de los films sobre los simios). Muy acertadamente, se combinó la manipulación genética con la transformación de los simios en símiles de los humanos, dotándolos de sentimientos y competitividad cognitiva con nuestro género (aquí abrimos todos los interrogantes que ustedes quieran).
El disparador argumental es el científico Will  Rodman, a cargo de James Franco (coconductor de los últimos Oscars y nominado por su actuación en “127 horas” en esa entrega), quien trabaja en una empresa de medicamentos e investiga un virus que podría detener el Alzheimer que padece su padre, a cargo del talentoso John Lithgow. Una malograda conferencia sobre los avances alcanzados determina la matanza de los simios, con excepción de un recién nacido que Will lleva a su hogar. Allí lo entrena y observa su desarrollo intelectual. Al mismo tiempo, trata a su padre con el virus que está investigando y logra efectos, al comienzo, muy prometedores.
El simio, César, alcanza un desarrollo de su inteligencia que resulta temible y abre muchas preguntas. ¿Qué pasaría si los simios fuesen educados como los humanos?  ¿Existiría competencia, habría comunidad de sentimientos, se podría convivir? César es llevado a un sitio especial donde otros simios esperan ser trasladados al centro de investigación, y allí comienza a utilizar sus conocimientos que profundiza a favor de su especie. He aquí otro aspecto importante del film que conmueve: la opresión que ejerce el ser humano sobre los otros reinos, la intolerancia al avance del otro, la petulancia de creerse el centro del mundo por haber desarrollado habilidades que a los simios le son negadas por ser objeto de estudios.
Muy lejanamente se puede pensar en el origen del SIDA, tal como nos fue contado en los 80: un experimento que salió mal. Un antídoto que pasó d e los simios en experimentación a los humanos por un error… humano. La vacuna que investiga Will y que ha quedado en manos de la farmacéutica inescrupulosa saldrá de sus cauces por un error humano, con consecuencias imprevisibles, siempre tremendas para los simios, como para los humanos que son alcanzados por este error.
Hay aspectos muy interesantes del film que hacen a su factura: en principio, se utilizó la técnica que Cameron desarrolló para Avatar, especialmente a través de la llamada “perfomance capture”, que tiene un actor por antonomasia desde la época de El señor de los anillos: Andy Serkis, el “Gollum” de la saga de Peter Jackson y su actual asistente de dirección en El Hobbit. Sin la capacidad histriónica de Serkis, la creación de César, el simio entrenado y objeto de experimentación con la vacuna antialzheimer, habría sido imposible. Con la técnica de “Avatar” se pudo interactuar en escenarios naturales, donde ocurren los hechos (la bellísima ciudad de San Francisco y su famoso Golden Gate): el actor tiene una serie de sensores en su cuerpo que son capturadas por las computadoras, por lo que pudo moverse en medio de otros actores en diferentes locaciones (antes de “Avatar”, este tipo de “captura de movimientos” se hacía en estudios; el actor, aislado de las escenas, era incorporado a las mimas con tecnología). Su rostro y su físico son “rellenados” posteriormente por un equipo técnico altamente calificado;  así surgió César en este caso. Así también vemos la expresión humana de sus ojos, que son los ojos de Serkis (aunque los simios transmiten sentimientos sin necesidad de equipos técnicos).
Otro actor que va a llamar la atención es Tom Felton, que pasó del Draco Malfoy de Harry Potter y sus ocho films (o siete, el último dividido en dos) a componer al cuidador malvado de los simios encerrados para ser deportados a centros de investigación.
El film no solo entretiene sino que conmueve en muchas secuencias y nos obliga a repensar en la supremacía del ser humano y en su manipulación para evitar que otros animales como nosotros puedan hacernos sombra. Conmueve el personaje de John Lithgow, que encarna sin desbordes a un sesentón afectado por Alzheimer, conmueve la relación simio-ser humano que nos remite a la relación con los animales a diario, conmueve el mensaje. Y deja abierta la posibilidad de recrear la saga que comenzara con Charlton Heston. La narración audiovisual no cae en puntos muertos, no hay subhistorias que no cierren, todo va concluyendo como uno siente que debe ser. La recomendamos porque nos llevamos una sorpresa muy grata.
N. de R.: 1) El planeta de los simios, 1968; 2) Más allá del planeta de los simios, 1970; 3) Escape del planeta de los simios, 1971; 4) La conquista del planeta de los simios, 1972; 5) La batalla del planeta de los simios, 1973; 6) El planeta de los simios, 2001.-
Elsa Bragato

jueves, 11 de agosto de 2011

EN UN MUNDO MEJOR, LARRY CROWNE, LA LINTERNA VERDE, LA OSCURIDAD, ESTRENOS DEL JUEVES 11 EN BUENOS AIRES


JUEVES 11 DE AGOSTO DEL 2011.
Hay siete estrenos en fílmico. No comentaremos Hachazos (documental argentino sobre Claudio Caldini), Ausente (temática homosexual, ganadora del premio Teddy en la última Berlinale, ni Diferente de quién?, comedia italiana sobre la homosexualidad.

EN UN MUNDO MEJOR
De Susanne Bier. Con Mikael Persbrandt, Trine Dyrholm, entre otros. Música de Johan Söderqvist. Duración: 113 minutos.
MUY BUENA. INTENSIDAD DRAMÁTICA QUE REFLEJA LA DICOTOMÍA DE LAS SOCIEDADES NÓRDICAS
Los países nórdicos, aparentemente fuera de las contiendas que conmueven a los países africanos y orientales, están sacudidos en sus raíces. Susanne Bier es la directora que refleja, como nadie, la dicotomía entre una sociedad pacífica en apariencia y el envío de tropas de lucha o bien de paz o personal médico a zonas de combate y de grandes negocios para los vendedores de armas europeos y orientales.
Un médico nórdico trabaja en un campo de refugiados en un lugar de Africa, indefinido por decisión de los países de ese continente, e intenta salvar de la masacre a las mujeres embarazadas. Mientras tanto, debe enfrentar la posibilidad de su divorcio dados sus continuos alejamientos del hogar. Tiene hijos chicos y una vida en su país natal que descuida por su altruismo. Tampoco la violencia es ajena a su vida cotidiana en Dinamarca. Las barbaridades que tanto él como otro compañero de tareas viven en el Africa traen consecuencias en sus vidas porque los hijos no salen inmunes a tanto dolor y desapego por la vida. Y está en estos chiquitos el poder de la venganza que los adultos no imaginan.
Es decir, las sociedades que no quieren involucrarse políticamente en forma directa van carcomiendo a las familias que las componen. Ésa es la política que escupe balas y muerte. La prueba de ello es el reciente atentado que se sufrió en Dinamarca por un danés y no por un extranjero. La violencia está instalada en las mentes de los pueblos idílicos que no quieren a los no que no son rubios de ojos azules. Ésta es la verdad. Curiosamente, Susanne Bier no es rubia…
El drama se instalará en el hogar del médico, deberá afrontar no pocas situaciones adversas, incluso la venganza de uno de los niños contra quienes supone le hacen mal o daño al médico y al hijo mayor, que es objeto de burlas en el colegio.
Surgen muchos subtemas para analizar: hasta qué punto las sociedad nórdicas no están involucradas directamente con el horror que se vive en las guerras? ¿Por qué tan poco se sabe de las tropas que estos países envían a las zonas en conflicto de Medio Oriente y Africa? De qué manera reacciona un pueblo, una sociedad, que vive con paisajes idílicos y con alto nivel social, cuando la violencia que  genera fuera de sus límites empieza a golpearlos directamente? Estamos frente a un film sólido, de gran estructura narrativa audiovisual, potente, con excelentes actuaciones. No en vano se llevó el Oscar al mejor film extranjero y arrasó con tantos otros premios de proyección internacional. Un film para ver y para espíritus fuertes.
Carlos Pierre

LA LINTERNA VERDE
de Martin Campbell. Con Ryan Reynolds, Blake Lively, Tim Robbins, entre otros. Música de James Newton Howard. Duración: 114 minutos.
REGULAR. UN FIASCO DE COLOR VERDE
Dicen los que entienden de negocios que la Warner Bros está buscando franquicias para armar tanques, sagas, luego de haber culminado la exitosa Harry Potter. Y encontró la veta de DC Comics, con este superhéroe Green Lantern, que, en realidad, han sido una sucesión de héroes ficticios. Nada de esto se explica en el film que, por momentos, es narrativamente confuso.
En principio, la primera linterna verde fue Alan Scott que apareció en julio de 1940. Y el segundo es el protagonista del film de la Warner Bros: Hal Jordan, creado en octubre de 1959, es un piloto de pruebas cuya vida cambia cuando cae un OVNI, de la época claro está, e intenta salvar al alienígena, Alin, quien le entrega el anillo con la piedra verde. Esta elección le permite integrar el grupo de los Guardianes Intergalácticos que se oponen al malvado Parallax.
A partir de allí veremos efectos especiales que parecen los desechos de otros filmes rejuntados para armar algo que “llame la atención”. La historia incluye un enamoramiento entre una de las compañeras de la fuerza aérea de Hal y sus viajes por el cosmos , supuestamente al centro del Universo y concretamente a un planeta, que, de acuerdo a la historieta, se llama Oa.
El poder del anillo le permite a Hal Jordan crear lo que su mente quiera para salvar a otros humanos en peligro como escaleras, paredones, tanques de guerra, cualquier cosa que permite luchar contra el mal. Y éste es un montón de “barro intergaláctico” del que surgen caras espantosas, sin cuerpo, que hablan con voz de ultratumba y de pronto, desde sus gargantas, surge una potente luz que succiona el cuerpo de los humanos. De esta manera se nutre de energía.
Podría haber sido un potente film con un nuevo superhéroe. Pero en realidad ha sido mal narrado, mal postproducido en ese aspecto. No hay timing, no hay cohesión entre las escenas de efectos especiales y las secuencias que transcurren en la Tierra cuando Hal Jordan está entre sus congéneres. Hay incluso secuencias que tienen final abrupto como cuando Hal le muestra a su compañero de trabajo cómo logra “ponerse verde”  con ese traje que parece piel y le marca todos los músculos.
Hay una fuerza opositora, la amarilla, que es la mala… Quien logre poner sus ojos amarillos será el nuevo “malvado” o el nuevo héroe que batallará a favor del Mal. Y esto da pie a la saga de la linterna verde que seguiremos viendo, tal como se propone en el film. Por eso hay que quedarse a leer todos los créditos porque, después de ellos, aparece la “escena clave” que nos da la pauta de que hay saga para rato.
Ryan Reynolds es el actor que encarna a Hal Jordan y tiene un buen elenco que lo sustenta. Pero sin incidencia en las secuencias terrestres, que parecen haber sido armadas “para la ocasión” y sin una mayor continuidad narrativa. Tampoco los efectos especiales son los mejores, no aportan nada que nos llame la atención. Por ejemplo, Hal Jordan, viajando por el espacio, parece un muñequito de papel tirado al viento. Burdo efecto, no cuidado.
El director es quien realizó Casino Royale, un gran título de James Bond y toda una jugada para la franquicia del superhéroe de otras décadas. Aquí no luce su trabajo. Algo le pasó. Los que vayan a ver este film saldrán decepcionados.  Es un producto muy menor, de clase B en el mundo de los efectos especiales.
Elsa Bragato
LA OSCURIDAD
De Brad Anderson. Con  Hayden Christensen, Thandie Newton, John Leguizamo, entre otros. Música de Lucas Vidal. Duración: 91 minutos.
MUY BUENA. ATRAPANTE GUIÓN DONDE LA LUZ Y LA OSCURIDAD SE ENFRENTAN
Brad Anderson, el realizador de El Maquinista, entre otros films, explota al máximo el guión de Anthony Jazqinsky con un acabado juego de terror entre la luz y las sombras que se ciernen sobre la ciudad de Detroit, de manera repentina y misteriosa. El pánico y la devastación se siembra entre los habitantes, que son “succionados”, quedando sus ropas como recuerdo de su existencia terrestre. La salvación está en tener una pequeña linterna, una luz en las zapatillas deportivas, algo que sea luminoso, en definitiva, para contrarrestar la ferocidad de las tinieblas que avanzan.
Hay un acertado aporte de efectos especiales, concretamente las sombras, y un reducido elenco de cinco actores que resisten es un bar venido a menos, donde hay un generador a base de gasolina que permite tener luz y aún tienen reservas de alimentos. Es el único bastión de vida donde estos sobrevivientes pueden resistir el avance sostenido de la oscuridad.
El film plantea el final de la humanidad. La lucha entre la luz y la sombra, o sea entre la vida y la muerte, la aceptación del dolor, de la pérdida de seres queridos, y la esperanza en los jóvenes, los que están destinados a sobrevivirnos.
Con poco, Brad Anderson ha construido una narración audiovisual muy sólida, atrapante de comienzo a fin, de pe a pa. Mención especial merece la música incidental de Lucas Vidal que se transforma en un personaje más de este film que, de alguna manera también, tiene relación con el apocalipsis de la Humanidad augurado por los mayas para el 21 de diciembre del 2012. Bien realizada, para fanáticos del género y para quienes deseen darse un “baño” de miedo.
Carlos Pierre
LARRY CROWNE
De Tom Hanks. Con Tom Hanks, Julia Roberts, Wilmer Valderrama, Rita Wilson, entre otros. Música de James Newton Howard. Duración: 98 minutos.
 BUENA. LA SEGUNDA OPORTUNIDAD EN LA VIDA
Tom Hanks regresa al cine formando pareja con Julia Roberts por primera vez, una dupla de enorme atracción para el público. El guión del film pertenece al propio Hanks (luego de 15 años vuelve a dirigir, su anterior película fue “Eso que tú haces”) y a Mia Vardalos, la guionista y realizadora de la exitosa Mi gran casamiento griego, que luego no tuvo mucha suerte con sus productos cinematográficos.
Este guión fluctúa entre el presente despiadado, y algún pincelazo de la década del 70 según palabras de Tom Hanks, al recordar los años de estudios universitarios donde la sensación era de que todo fluía, todo era posible. En el presente, el protagonista es echado de su trabajo en un supermercado. He aquí una mirada a la actual sociedad norteamericana con sus problemas socioeconómicos. Y la necesidad de vender todo su mobiliario, tal como se estila en USA, en la puerta del garaje de la casa cuya hipoteca tampoco podrá pagar.
La mirada a la década del 70 está dada por algunos datos que forman secuencias simpáticas como andar en scooter, cambiar la vestimenta y reordenar la casa en base al “fen-shui”. Vecinos y amigos le dan consejos. El mejor es que concurra a la universidad, donde se inscribe en oratoria y economía, superando su paso como cocinero en el ejército durante 20 años.
El encuentro con su maestra, encarnada por Julia Roberts, es inevitable y alumno y profesora lograrán  empatía desde un lugar diferente al de las comedias románticas: tomar una segunda oportunidad en la vida en todos los aspectos, cultural y social.
No se puede negar que Julia Roberts y Tom Hanks componen una pareja querible, en este caso nada glamorosa, pero con enorme llegada al espectador. Tampoco hay que reclamar hondura en estos personajes que intentan renacer a sus propias desventuras y frustraciones. Las locaciones son áreas próximas a Los Angeles, que incluye el Valle de San Fernando, Long Beach y Burbank.
El error está en la narración audiovisual. Hay secuencias muy extensas, con muy poco timing, en la universidad, donde los alumnos dan rienda suelta a sus estudios, análisis, charlas, pruebas de oratoria, dejándose de lado el protagonismo de los protagonistas. La explicación del entorno donde se mueve el empleado echado de HAnks y la maestra de oratoria de Roberts es innecesario al menos con tanta extensión, con tantos minutos. Le restó tiempo para los encuentros entre ellos que, en definitiva, debió ser el gran atractivo del film y no el “subtema”, como se ve.  Al gran Tom Hanks habría que recordarle, desde este pequeño lugar nuestro, que una cosa es producir, otra es actuar y otra muy diferente es dirigir. Por eso, si quiere distraerse, vaya a verla. Si es muy exigente, crúcese de sala…
Carlos Pierre